Image: Caio Reisewitz, naturaleza en conserva

Image: Caio Reisewitz, naturaleza en conserva

Arte

Caio Reisewitz, naturaleza en conserva

Assim secriam realidades

31 enero, 2008 01:00

Aquidauana, 2006

Galería Joan Prats. Rambla de Catalunya, 54. Barcelona. Hasta el 23 de febrero. De 8.000 a 22.000 E.

En España el trabajo de Caio Reisewitz (São Paulo, 1967) se ha visto en alguna edición de ARCO y especialmente cuando presentó la exposición Reforma agraria en el marco de PHotoEspaña (2006). Ahora la galería Joan Prats de Barcelona ofrece, como entonces, una reflexión sobre la naturaleza y su explotación, con profundas implicaciones políticas y sociales. La selva virgen, la tierra desertificada por las explotaciones ganaderas, la vegetación en espacios artificiales (invernaderos y arquitecturas), el paisaje humanizado (o acaso deshumanizado)… son los temas que sobrevuelan la exposición.

La obra de Reisewitz se relaciona de algún modo con la Becherschule, es decir, con esas imágenes de gran formato, de gran perfección, sin dramatismo y fríamente neutras. Una fotografía próxima al documental, objetiva y aséptica. Acaso su aportación esté en llevar este modelo de fotografía -originariamente urbano- a la naturaleza. Sea como sea, él mismo ha reconocido que existe una relación entre su trabajo de encargo, en el ámbito de la fotografía comercial, y su obra artística: la misma "objetividad", la misma neutralidad... Pero en sus fotografías hay algo más: en algunos paisajes existe un referente pictórico. La suya es la mirada de un fotógrafo madurada a la luz de la historia de la pintura. Frente a la idea de que la fotografía reproduce mecánicamente el mundo visible, Reisewitz opone la noción de la imagen como construcción, una imagen que es pensada previamente y posteriormente elaborada, en su caso según los referentes de la historia del arte.

Caio Reisewitz alude en las entrevistas a la explotación de la naturaleza, a las contradicciones sociales… Hay indicios en su obra, pero no es algo que se revele de forma diáfana. De alguna manera, sería su respuesta a la banalización del arte político y la estética de la miseria. La suya es una propuesta que rehúye del sensacionalismo, aunque el mensaje está ahí, en la foto, para quien quiera mirar.

En la contracubierta del catálogo que acompaña la muestra se reproduce una fotografía antigua, en blanco y negro, presumiblemente realizada a finales del XIX o a principios del XX y conservada en el Museu da Imigração Japonesa de São Paulo. Representa la tala de un árbol en la selva virgen. Esta naturaleza es algo mítico, como lo es la fotografía y el fotógrafo anónimo que, presumiblemente a principios del XX, hizo esa toma. El motivo que subyace en Reisewitz es la búsqueda de espacios para soñar, territorios vírgenes para el imaginario: la naturaleza como un territorio de misterio. Sin embargo, hoy en día, ya no existe ese entorno. Se trata de una naturaleza prácticamente en conserva y en constante degradación. Muy posiblemente en Caio Reisewitz haya una nostalgia por ese paraíso perdido, pero su obra significa también el esfuerzo por componer un imaginario natural según los tiempos modernos, de construir un paisaje para el siglo XXI, cuando éste parece agotado y sin nada que poder decir. Reisewitz recupera la idea del paisaje, un paisaje sin embargo metafísico y extraño.