Image: Alejandro Vergara

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Arte

Alejandro Vergara

“Rembrandt es un pintor raro, con un idioma peculiar”

9 octubre, 2008 02:00

Alejandro Vergara. Foto: Sergio Enríquez

Mientras se terminan los últimos detalles en las salas ampliadas del Prado, justo antes de recibir a los cuadros de Rembrandt, hablamos con el comisario de esta exposición, Alejandro Vergara, que nos da pistas para no perdernos ante tanta maravilla. "Preparar una muestra de este tipo se parece mucho a preparar una boda -dice-. Hay momentos de mucha tensión y otros en los que sólo queda esperar a los correos que llegan de todo el mundo". En uno de esos ratos estamos.

-¿Cuánto se tarda en preparar una exposición así?
-En preparar la exposición no tanto, en torno a un año. Lo más lento es la lectura, la investigación, escribir el libro. El tema de los préstamos en un museo como el Prado es casi mecánico y en el caso de Rembrandt, que es un pintor que está sobre todo en grandes museos, más.

-¿Ha tenido algún problema?
-Más que problemático, ha sido trabajoso. Nosotros conocemos bien lo que podemos o no podemos hacer: sabes que tienes limitaciones, que no puedes pedir La ronda de noche, es una limitación que incluso agradecemos. A nosotros tampoco nos piden Las meninas.
-Así que con La ronda de noche ni lo intentó...
-Ni se nos ocurre pedirlo. Todos los profesionales sabemos que hay cuadros de los que una institución no puede prescindir. Una exposición es el arte de lo posible: quiero contar una historia y cuento con estos mimbres y eso es lo bonito, que con lo que uno puede conseguir cuenta lo mejor que puede esa historia.

-Por qué centrarla en las pinturas de historia?
-En el Prado tenemos sólo un Rembrandt, Artemisia, un cuadro de historia que llama la atención en nuestra colección porque Rembrandt es un pintor raro, un pintor que busca un idioma peculiar, que quiere representar un mundo que él ve de manera diferente. Rembrandt es más que un cuadro, es un proyecto, y se entiende mejor viendo pinturas de un sólo género que de diferentes.

-Rembrandt pintó unos cien cuadros de historia y aquí veremos 35, ¿cuál echa más en falta?
-Sobre todo uno, La novia judía del Rijksmuseum. Un cuadro tardío, con las virtudes que tienen los últimos cuadros de Rembrandt: llamar la atención sobre lo que la materia pictórica tiene de especial. Por su color, por los dorados y los rojos, es mi favorito, pero es uno de esos que no se prestan. Aunque hemos traído la Betsabé del Louvre, que es equivalente.

-Hay dos cuadros que vienen de colecciones particulares, Minerva y Judas devolviendo las treinta monedas de plata, ¿cómo los ha conseguido?
-Son cuadros que sabemos dónde están y contactamos con abogados o representantes, a veces con algún anticuario. No es tan raro. Aunque el porcentaje es pequeño y los grandes cuadros están en colecciones públicas, en el arte holandés es más común porque se pintaba para la burguesía. Son cuadros que se hicieron para venderse, algo que no pasa con Rubens o Velázquez.

-¿Cuál es la actualidad de Rembrandt hoy?
-En los museos sabemos que es un pintor que interesa mucho, que las exposiciones que se han celebrado sobre él han sido un éxito. El por qué tiene algo que ver con la sensación de humanidad que emana de sus cuadros, más allá de los temas. Frente al ideal estético del Renacimiento, a Rembrandt le interesaba que cada historia fuera humana, que la esencia de sus pinturas fuera nuestra esencia.

Galería de imágenes

Las historias de Rembrandt, por Guillermo Solana

Las obras maestras de la exposición