Image: El XIX entra en el Prado

Image: El XIX entra en el Prado

Arte

El XIX entra en el Prado

Desde el último Goya hasta Sorolla, el recorrido de la colección se amplía con 12 nuevas salas y 176 obras

5 octubre, 2009 02:00

El Museo del Prado ha inaugurado 12 salas dedicadas a la pintura y la escultura del XIX. Foto: Antonio Heredia

ELCULTURAL.es
El Museo del Prado ha presentado hoy sus doce nuevas salas dedicadas a las colecciones del siglo XIX, que albergarán un total de 176 obras. Con la apertura de estas nuevas salas, que se abren mañana al público, se suman a la colección permanente casi doscientas obras, incluidas algunas nunca expuestas hasta ahora, y que suponen un incremento del 20 por ciento de las obras expuestas hasta el momento. A partir de ahora el itinerario de la visita al Prado recorrerá de forma completa e ininterrumpida el discurso histórico del arte español desde el Románico hasta los maestros modernos del siglo XIX.

"Estamos ante una fecha histórica que todos los manuales de historia del arte tendrán que reflejar", ha afirmado el jefe de conservación de la pintura del siglo XIX, José Luis Díez, para quien esta ampliación "afectará a la propia historia del arte y cambiará la propia museística".

José Luis Díez, ha recordado en su intervención las idas y venidas de las obras del siglo XIX en el Prado, desde su primera salida en 1896, su posterior regreso en los años setenta al Casón del Buen Retiro, hasta la última exposición el año pasado de una selección de obras que regresaban a las salas de la pinacoteca después de 12 años y que atrajo a más de un millón de personas.

Por su parte, el director del Museo, Miguel Zugaza ha asegurado que se trata de "un momento muy oportuno para mirar con intensidad lo que tenemos y no perpetuarnos en lamentar lo que no tenemos".

El plan de reordenación de colecciones "La Colección: La otra ampliación" constituye uno de los proyectos prioritarios del Plan de Actuación 2009-2012 del Museo. Dicho proyecto contempla un incremento de alrededor de un 50% de obras expuestas a lo largo de sus cuatro años de desarrollo.

La generosa representación de obras del ochocientos completa particularmente la narración de la historia del arte español en el Prado, que se inicia con la pintura románica de San Baudelio de Berlanga del siglo XII y que ahora se prolonga a través de la obra de Sorolla hasta principios del siglo XX, en estricta contemporaneidad con las primeras vanguardias.

Esta colección de pintura moderna, presente en el Prado desde su inauguración en el año 1819, se ha ido incrementando mediante significativas incorporaciones, algunas de ellas muy recientes y que se exponen ahora por primera vez en el Museo como El coracero francés de José de Madrazo, adquirida este mismo verano, Penitentes en la Basílica inferior de Asís de José Jiménez Aranda, adquirida en 2001, o Gran paisaje (Aragón) de Francisco Domingo Marqués o La niña María Figueroa vestida de menina de Joaquín Sorolla, adquiridas ambas en el año 2000.

El recorrido, de Goya a Sorolla
El recorrido de esta colección se articula en doce salas ordenadas cronológicamente y en función de las diferentes tendencias y géneros que se sucedieron a lo largo del siglo XIX y que concluye definitivamente con un nuevo concepto expositivo: la sala de presentación de colecciones, una sala de estudio o de carácter temático que permitirá -a través de una instalación temporal- mostrar periódicamente conjuntos de obras que hasta el momento no se han podido ver y que se inaugura ahora con una amplio conjunto de paisajes de Aureliano Beruete donados al Museo por la familia del artista.

El discurso arranca en la galería central de la planta baja, consagrada a los artistas del primer tercio de siglo que estuvieron estrictamente ligados al arte cortesano y a la apertura del Museo del Prado en 1819. La nueva galería, bajo el epígrafe "Goya. Neoclasicismo y Clasicismo Académico", se abre con la gran escultura de Isabel de Braganza . Adquieren también especial relevancia en esta sala los retratos de la reina y su esposo Fernando VII, por su relación con los orígenes del Museo, que conviven con los últimos cuadros de Goya neoclásicos, como la Marquesa de Villafranca o la Marquesa de Santa Cruz, y los de sus contemporáneos, como Vicente López con su emblemático Retrato del pintor Francisco de Goya.

El recorrido continúa con la sala dedicada al Romanticismo, que agrupa la obra de los principales ejemplos de esta corriente: Leonardo Alenza, Eugenio Lucas y Antonio María Esquivel. Tras ellos, Federico de Madrazo, dando paso a otra sala dedicada al gran maestro Eduardo Rosales, presidida por su famoso lienzo Doña Isabel la Católica dictando su testamento.

Tras la primera sala de Pintura de Historia con la gran escultura de Agustín Querol, Sagunto, el recorrido da paso a Fortuny y Rico, antesala de Raimundo de Madrazo, para adquirir un tono más intimista con el Paisaje Realista protagonizado por Carlos de Haes. Tras exponentes del Naturalismo como Pinazo y Muñoz Degrain, se abre la segunda generación de pintores de historia con algunas de las pinturas más impresionantes de las colecciones modernas del Museo como el Fusilamiento de Torrijos, de Antonio Gisbert.

Joaquín Sorolla concluye este nuevo recorrido de visita a las colecciones del Prado con lienzos tan universales como Chicos en la playa y ¡Aún dicen que el pescado es caro!. Finalmente Aureliano Beruete ocupa la nueva sala de presentación de colecciones, una sala de estudio o de carácter temático que permitirá -a través de una instalación temporal- mostrar periódicamente conjuntos de obras que hasta el momento no se han podido ver.

Por su parte, la presencia de artistas europeos, aunque de momento más reducida, significa un contrapunto imprescindible al desarrollo de la prácticas artísticas de la centuria en España. Entre las obras más destacadas se encuentran las esculturas de Antonio Cánova Venus y Marte y Bartolomeo Thorwaldsen Hermes, además de pinturas características de David Roberts, Alma Tadema o Meissonier, entre otros.

Vea las salas dedicadas al siglo XIX en el Prado