Image: Carlos Aires: música ligera

Image: Carlos Aires: música ligera

Arte

Carlos Aires: música ligera

Pena, penita, pena.

28 mayo, 2010 02:00

Llorando, 2010

Galería Álvaro Alcázar. Hermosilla, 58. Madrid. Hasta el 22 de junio. De 2.200 a 30.000 euros.

Obtuvo notoriedad internacional cuando, en el contexto de las acciones artísticas encargadas en 2005 para conmemorar la presidencia austríaca de la Unión Europea, expuso en una valla publicitaria de Viena un festivo trío sexual protagonizado por (caretas de) Bush, Isabel II y Chirac. Las obras de Carlos Aires (Ronda, Málaga, 1976) tienen siempre vocación de llamar la atención del espectador, y suelen recurrir para ello, a los contenidos, al trazo grueso. Enanos, travestis y sexo homosexual, porno, utilización de figuras religiosas... No parece que esta iconografía obedezca a un ánimo particularmente transgresor, que se enfrente a ideas preconcebidas o tenga una intención -en el sentido más amplio de las palabra- política. Más bien se intuye una base "pop" actualizada, celebratoria de la iconosfera popular. En Pena, penita, pena, la primera individual que realiza en Madrid, el artista rinde homenaje a la copla, género musical que considera desprestigiado; desde su residencia en Ámsterdam, es capaz de "acercarse a esa tradición tan ibérica".

Dos instalaciones, ambas con cuchillos como elemento dominante, abren y cierran la muestra. La primera, Love is in the air, toma fotografías de archivo de la época de la Guerra Civil y extrae de ellas siluetas -quedan en blanco- que traslada, grabadas sobre acero, a hachetas de carnicero. En la segunda, Llorando, hace cubrir de pan de oro un Cristo yacente de escayola sobre el que dispone, en la pared, una lluvia de cuchillos con versos de canciones célebres, españolas y anglosajonas. Aires retoma la asociación de imaginería religiosa, erotismo y sufrimiento, y le pone "banda sonora" en la mente del espectador, que al leer las frases trae a la memoria las melodías. También tienen relación con la música las diversas composiciones de vinilos recortados que completan la exposición. Calaveras, toros, chicas, crucifijos, militares, gitanas, futbolistas o figuras de dibujos animados combinados con la excusa de que son imágenes que un buscador devuelve cuando se introduce como criterio la palabra "catástrofe".

Cuando manejan de manera ambigua símbolos del consumismo o imágenes de los medios de comunicación los artistas corren el riesgo de no dejar claro si los critican o los festejan. Es algo bastante común, que le ocurre también a Aires. Los discos "de oro" y letra de la canción My Way de Sinatra recortada en billetes de 50 euros parecen finalmente concebidos para complacer el gusto de coleccionistas ostentosos. Las obras, por otra parte, están -como es habitual en él- perfectamente terminadas en los aspectos técnicos y tienen cualidades formales. Como fotógrafo Aires tiene habilidades demostradas, por ejemplo, en la excelente serie nocturna Cruising Parks, y su talento gráfico es evidente. Es una lástima que no emplee esa pericia con intenciones menos ligeras.