Image: Tenebrismo de Jorge Diezma

Image: Tenebrismo de Jorge Diezma

Arte

Tenebrismo de Jorge Diezma

Jorge Diezma

28 mayo, 2010 02:00

Merluza, 2010

Galería Travesía Cuatro. Madrid. San Mateo, 16. Hasta el 5 de junio. De 2.500 a 18.000 euros.

La iluminación exterior es lo primero que sorprende de esta exposición en que Jorge Diezma (Madrid, 1973) regresa, tras los Cuadros negros de la última etapa, a la pintura de motivos y la recreación de un universo post-barroco que practicara en aquellas series de animales hace un lustro. Sorprende, por deliberadamente cambiante, tal variable que exagera o contiene las posibilidades de la representación por encima de la figura, del ambiente, del análisis puramente formal, de una técnica basada en los códigos del claroscuro y el tenebrismo.

Es buena pista: bajo según qué luz, los bodegones (o sinopsis de ello), sus alardes de brillos, sombras y contornos, la impresión de volumen y espacio, son traspasados por la delicadeza o soltura de la pincelada, la acumulación de materia y pigmento, el acabado del barniz. Pintura, vaya, dirán. Sí. Pero lo que aquí se despliega es un abanico de trucos mostrados a la vista. Una prolongación de las cuestiones esenciales sobre el arte de hoy mediante el empleo de un discurso y un método conceptual y técnico que se instruye y se nutre en y de herramientas de la Historia de la pintura. Sin ironía y en inusual sintonía con lo pictórico, Diezma se desprende de la figura para ir a dar con quien la construye: nosotros. Lo que aquí se suscita a partir de la forma y de su potencia para hacer emerger la apariencia de lo real, es el interés por el misterio. O sea, aquello que sólo la representación y la complicidad del que se deja engañar por ella, puede iluminar.