Image: Helga de Alvear

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Arte

Helga de Alvear: "Los turistas van a venir a Cáceres también por el arte contemporáneo"

3 junio, 2010 02:00

Helga de Alvera. Foto: Luis Asín

Hoy es el gran día. Por fin, tres años más tarde de lo previsto, abre sus puertas el Centro de Artes Visuales Fundación Helga de Alvear. La pareja de arquitectos formada por Tuñón y Mansilla han rehabilitado “la casa”, que así se conoce en Cáceres el edificio que a partir de ahora albergará la colección de Helga de Alvear (Kirn Nahe, Alemania, 1936). “Con los nervios de punta” nos atiende la galerista, encantada de poder mostrar su legado más importante. Son 115 las piezas (de las 2.500 que componen el conjunto) seleccionadas para la ocasión por José María Viñuela, director de la colección de arte del Banco de España, “que me ha regalado sus vacaciones para venir a montar esto”, confiesa agradecida la galerista. “No me lo merezco”, murmura.

Pregunta.- ¿Cómo se siente ahora que por fin ve su colección abierta al público?
Respuesta.- Estoy muy contenta porque la casa ha quedado maravillosamente bien. Tuñón y Mansilla han hecho un trabajo espléndido y la exposición de José María Viñuela es alucinante, y eso que está montada con obras que entran en una casa porque ahora, en esta primera fase no está todavía la parte grande del centro que es la futura ampliación en el jardín, que será en realidad lo más museístico. Cuando esté todo, en esta zona de la casa que hoy abrimos estará la biblioteca, la mediateca, el archivo, las oficinas...

P.- ¿Cuándo decidió mostrar su colección al público?
R.- Llevo muchos años mostrando parte de la colección. He hecho exposiciones en Burgos, en Vitoria, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, en Foto Colectania de Barcelona, en Villa Iris de Santander, poco a poco se ha ido viendo. El punto de inflexión fue la inauguración de la colección “la Caixa” de María de Corral en Barcelona, con un espacio dedicado a Beuys y con obras maravillosas. Entonces pensé “no tienes nada... Y yo pretendo ser coleccionista”. Me quedé hecha polvo, pero a veces necesitas un shock así para darte cuenta. Fue a partir de entonces cuando empecé a comprar piezas más grandes. No tiene que ver sólo con dinero, también con cambiar el chip.

P.- En estos años, ha ofrecido su colección a varias administraciones que no supieron o no quisieron entenderla, ¿nunca se planteó sacarla de España?
R.- No, nunca. En realidad yo soy una señora particular que tiene un vicio y que le gusta coleccionar arte, no tengo gente que compra por mí. Pero alguien me dijo un día “¿tú sabes lo que tienes?” Y así empezó todo. Ahora tengo tres almacenes llenos y sería una pena no poder enseñarlo.

P.- ¿Y cómo llegó por fin a Cáceres?
R.- Rodríguez Ibarra me recibió enseguida. Con la Consejería de Cultura buscamos el sitio idóneo: primero pensamos en una escuela, pero era complicado, luego vimos esta casa de la universidad y aquí estamos. Sin duda hemos salido ganando: está al lado del centro histórico, muy cerca de la muralla. Y para la ciudad también es algo muy bueno: los turistas van a empezar a venir a Cáceres también por el arte contemporáneo.

P.- ¿Va a haber director del centro?
R.- De momento, no. Quiero que sea alguien importante y que mueva todo esto. Pero de momento no está finalizado el centro, hay que ir poco a poco. Lo siguiente será una nueva exposición a principios de 2011.

P.- ¿Hay mucho español en este primer recorrido?
R.- No mucho, serán unas diez piezas: hay una pieza estupenda de Santiago Serrano, los paredones de Equipo Crónica, una pieza muy dura de Santiago Sierra, Los castigados... Pero para mí nunca ha sido importante comprar de un país o de otro, de un color o de otro. Además, la exposición sigue una tesis, Márgenes del silencio, no se trata de mostrar obras que queden bien, está muy estudiada.

P.- Carlos Urroz, el nuevo director de ARCO, trabajó con usted mucho tiempo, ¿qué le a parecido el nombramiento?
R.- Todo esto de ARCO... mira que lo hemos estropeado... pero sé que Carlos Urroz puede sacarlo adelante. Ha ido a todas las ferias, sabe muchísimo de cómo funcionan, ha trabajado en ARCO y ha estado en una galería ocho años. Su nombramiento me parecía la única solución posible y espero que le dejen trabajar.