Image: Arco 2011 aviva un moderado optimismo

Image: Arco 2011 aviva un moderado optimismo

Arte

Arco 2011 aviva un moderado optimismo

Los galeristas se sienten más cómodos en una feria más reducida y manifiestan cierta satisfacción por las ventas

18 febrero, 2011 01:00

Obra de Hans-Peter Feldmann. Galería Medhi Chouakri (Berlín)

Moderado optimismo. Esa es la sensación más generalizada entre los galeristas de Arco este año. Se sienten cómodo en el tamaño más recoleto de la feria y las ventas, dentro de un orden, parece que se van animando. A la moqueta tampoco la echan de menos. "Lo del linóleo ha sido un acierto", dicen casi a coro. Fernando Cordero, de Caja Negra, los explica así: "Esta es la feria posible, real y a partir de la cual se puede empezar a crecer de nuevo". El repliegue coyuntural diseñado por Carlos Urroz tiene como objetivo recuperar la posición perdida en el escaparate internacional.

Tony Estrany, de Estrany de la Mota, describe la estrategia con una metáfora sencilla y clara: "Para que un árbol crezca es necesario podarlo cada cierto tiempo". Menos galerías, más calidad. Esa es la receta que se ha puesto en marcha en esta edición. Con la intención de olvidar el modelo de "feria omnium -definición de Cordero- en la que se abarcan todo los planos del arte: el curatorial, el académico, el crítico...". Y en la que el número de stands era difícilmente manejable: tres pabellones repletos con casi 300.

"Lo del tercer pabellón era un disparate, algo muy desacertado", sentencia Juana de Aizpuru, fundadora de la feria y muy crítica en los últimos años con la dimensión mastodóntica que había adquirido. La histórica galerista considera que ahora se están tomando algunas decisiones "correctas". No sólo valora la reducción de galerías, sino también la de "arte espectáculo", en beneficio "del conceptual".

Efraín Bernal, de La Fábrica, cree, por su parte, que "esta edición está siendo un gran avance para superar la situación crítica que se vivió el año pasado, con el enfrentamiento entre Ifema y los galeristas". "Noto una energía positiva en el ambiente, un esfuerzo común por salir adelante", añade. En general todos son muy cautos a la hora de contrastar este Arco 2011 con los anteriores dirigidos por Lourdes Fernández. La gran mayoría valora mucho la labor de la anterior directora. "Siempre estuvo muy comprometida y fue muy activa, pero salió muy perjudicada por las circunstancias", remacha.

De Carlos Urroz nadie pone en duda que es un profesional idóneo para relanzar la feria. El galerista Guillermo Parra, de Parra & Romero, ensalza sobre todo su "elección del programa VIP de coleccionistas y comisarios extranjeros" y la iniciativa de mostrar a éstos "algunas colecciones privadas españolas". "Es muy importante que se den cuenta que aquí también hay gente dispuesta a invertir en arte. Es algo que no se había hecho hasta ahora, porque en España no hay cultura de abrir tu casa para enseñar tu colección", explica.

El contrapunto de pesimismo (él dice "realismo") lo pone el galerista Victor Gisler. "Llevo 20 años viniendo a Arco. Hemos llegado a coincidir en algunas ediciones hasta seis galeristas suizos. Este año soy el único. Tiene y ha tenido siempre buenos directores, grandes profesionales, pero está muy politizada. Los criterios que marca Ifema son un lastre, porque para ellos lo importante es vender metros cuadrados, no el arte", afirma. "Es una pena, no se dan cuenta de su enorme potencial".

La ausencia de algunos de los grandes galeristas internacionales es una decepción que pocos esconden. Pesa en el ambiente. "Cada galería internacional que se pierde en el camino es un drama", señala Juana de Aizpuru. "Hay que evitarlo a toda costa, porque sólo los asiduos son los que hacen suya la feria y los que la defienden". Las tornas pueden cambiar en el futuro. De Aizpuru tiene razones para mirar el porvenir de su querido Arco con más ilusión. La galerista parisina Chantall Cloussel le ha confesado que, después de varios años fuera, volverá a estar en Madrid el próximo año. El moderado optimismo, pues, empieza a estar justificado.

El Reina Sofía se vuelca con los jóvenes en sus compras

El Museo Reina Sofía ha adquirido una veintena de obras ARCOmadrid 2011 por un importe total de 680.260 euros. La mayoría de las piezas son de artistas jóvenes a excepción de una pieza de André Masson, Les fumeurs enmarcada en la vanguardia histórica, la obra más cara del lote comprado por el Reina Sofía.

Para el director del Museo Reina Sofía, Manuel Borja-Villel, la compra de estas piezas es una manera de "promover" a los jóvenes artistas y de aumentar la colección del Museo, centrada ahora en completar el periodo de los años 70 y 80. "Es una obligación hacia el arte actual", ha precisado Borja Villel.

Entre las piezas que se han adquirido figuran 98 fotografías enmarcadas de Ibon Aranberri, seis piezas del artista vasco Asier Mendizabal; una instalación de CVA Limite (implosión) de 1982 o los Modelos para construir objetos de Erick Beltran.

Preguntado por su opinión respecto a esta nueva edición de la feria, Borja-Villel ha subrayado su carácter "práctico" al estar dispuesta sólo en dos pabellones con las galerías "más espaciadas" unas de otras. "La feria se ve muy bien. Yo sigo comprando, eso es buena señal", ha reconocido el director del Reina Sofía.

Asimismo, ha recordado que la cifra invertida este año en ARCO es similar a la del año pasado (en 2010 se gastaron 627.762 euros) aunque se ha aumentado el número de obras adquiridas. En 2010 compraron una docena de piezas (pintura, fotografía, instalaciones, vídeo y obra sobre papel).

En esta misma línea, ha anunciado que el museo tiene pensado adquirir otro bloque de nuevas obras, pero antes tendrá que informar al patronato del Museo del Museo en su reunión de mayo. Respecto al plan de apoyo a las Artes Plásticas anunciado por la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, Borja-Villel ha asegurado a Europa Press que el Ministerio ha "trabajado mucho" en esta iniciativa en la que participan los directores de museos de arte contemporáneo de toda España. "El plan me parece muy bien", ha indicado el responsable del Museo Reina Sofía.