Image: ¿Cuánto ingresa y cuánto genera una Capital de la Cultura?

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¿Cuánto ingresa y cuánto genera una Capital de la Cultura?

San Sebastián es la primera ciudad española que contará con un millón y medio de euros como cifra inicial | La última en recibir la capitalidad en España, Salamanca, ingresó 803 millones en 2002

28 junio, 2011 02:00

Trabajadores del Ayuntamiento de San Sebastián celebran la designación de su ciudad tras conocerse la noticia.

Una ventana al mundo, nuevos festivales y fundaciones, creación de espacios de arte, teatro, música y, con todo, o por encima de todo, un empujón rotundo para el turismo. ¿Qué supone para una ciudad ser Capital Europea de la Cultura? En España, y en plena crisis, el nombramiento era un regalo para cualquier candidata. Desde 2010, y aquí cambia la situación con respecto a Salamanca, la última española en conseguirlo, las ciudades que obtengan el título perciben el premio Melina Mercouri, dotado con 1,5 millones de euros que recibirán al menos tres meses antes del comienzo del evento, en concepto de preparativos de la capitalidad, siempre que las ciudades elegidas hayan respetado los compromisos adquiridos durante la fase de selección y seguido las recomendaciones del Comité de selección, principalmente en cuanto a la dimensión europea de la manifestación.

Pero hay más, la flamante ganadora, San Sebastián, podrá beneficiarse de los Fondos estructurales (FEDER) y del Fondo Social Europeo para mejorar el atractivo urbano y las infraestructuras locales, reforzar la cohesión social y desarrollar políticas locales de innovación, crecimiento y empleo. Los operadores culturales participantes en la manifestación Capital Europea de Cultura tienen por último la posibilidad de solicitar subvenciones para sus proyectos a través del Programa Cultura o de otros programas que dependan de la Dirección General de Educación y Cultura de la Comisión Europea: Aprendizaje a lo largo de la vida, Ciudadanía, Multilingüismo, Juventud.

De este asunto sabe mucho Enrique Cabero, Coordinador del Consorcio de Salamanca 2002 y miembro del jurado de la Capital Europea de la Cultura 2016. Su gestión al frente de la capitalidad salmantina está considerada como un modelo ejemplar que todavía continúa dando frutos. Hace diez años, cuando preparaba la capitalidad, no existía una subvención como la actual y, a diferencia de lo que ocurre ahora, tampoco había reglamento ni turno de Estados ni un jurado internacional que analizase los distintos proyectos. Salamanca, al contrario, fue designada por el Consejo de Ministros de Cultura de la Unión Europea.

Tampoco las anteriores ganadoras, Madrid y Santiago, tuvieron los mismos criterios que Salamanca o los que tendrá San Sebastián, aunque sí gozaron de similares ventajas. Cabero, todavía regresando de Madrid tras la designación de San Sebastián, selecciona algunas: la dotación de infraestructuras culturales para la ciudad (mejora y construcción de espacios culturales: museos, centros de arte, teatros, auditorios...); la creación de nuevos modelos de gestión cultural que repercutirán en el futuro, no sólo en el año de la capitalidad; el crecimiento de la ciudad como destino del turismo cultural, así como la generación de nuevas infraestructuras turísticas, además del establecimiento de nuevas dinámicas de patrocionio cultural; y, por último, la posibilidad de crecer en un ámbito importante para la economía europea y la española como es la industria cultural.

Salamanca, en buena medida, señala Cabero, supo aprovechar unas posibilidades que ahora tiene que realzar, aunque en general su año de gloria recibió inmejorables críticas y dejó como resaca la Fundación Salamanca Ciudad de Cultura, hoy motor cultural de la ciudad, y el nombramiento en 2005 de Plaza Mayor de Europa. "Hoy hay que buscar nueva financiación y elementos que relancen la programación para prolongar y resaltar el efecto", aconseja Cabero, que nombra al respecto la celebración del Octavo Centenario de la Universidad de Salamanca como un evento que traerá en 2018 un regreso a ese efecto iluminador que 2002 tuvo en la ciudad.

Además del capital inicial, la celebración de la Capitalidad Europea de la Cultura en Salamanca generó un efecto de 803 millones de euros, según el estudio Turismo Cultural e Impacto Económico de Salamanca 2002, Ciudad Europea de la Cultura, realizado por el Grupo de Investigación en Economía de la Cultura de la Universidad de Valladolid. El dato se complementa con las generosas cifras de participación ciudadana, clave en estas celebraciones, expone Cabero, y que ascendieron a tres millones de visitantes en la ciudad, y a más de un millón de participantes directos en los actos del programa. "Las Ciudades Europeas tienen la obligación de profundizar en la dimensión de animación sociocultural, de animar a la ciudad a la participación", concluye el gestor.