Image: La Sociedad Cervantina se abre al arte joven

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Arte

La Sociedad Cervantina se abre al arte joven

Hoy se inaugura en su sede de Madrid la primera exposición de nuevos valores

15 septiembre, 2011 02:00

Vista de la sala de exposiciones de la Sociedad Cervantina

Alejada en todos los aspectos del cubo blanco tradicional, la Sociedad Cervantina de Madrid inaugura hoy una exposición dedicada al arte más joven. Su Sala Cervantes, la que da entrada a la sede de la calle Atocha 87, se ha convertido en galería de arte y en sus rojas paredes cuelgan hoy las obras de diez pintores acompañadas por las piezas de once escultores. Dos comisarios, profesores de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense, han seleccionado de entre sus mejores alumnos de los últimos tres años las obras para organizar esta muestra colectiva que quiere ser la primera de un ciclo que promocione y ayude a los creadores jóvenes. "Es pronto para hablar de futuras exposiciones -comenta la coordinadora de este nuevo espacio, Jacinta Cremades-, pero la idea es seguir con este ciclo".

Es éste un diálogo tranquilo, sin estridencias ni choques, un diálogo en el que la pintura y la escultura crean combinaciones inesperadas de tamaños, técnicas y materiales. El hierro junto al óleo; la escayola frente a los vaciados; la figura sobre peana, grácil, que parece salir de un paisaje abstracto. Las individualidades cobran sentido en el conjunto. El montaje, complicado, como confiesa el profesor de escultura Pablo de Arriba, por los condicionantes de un espacio que sirve de antesala a la Sociedad Cervantina y que fue inaugurado el pasado mes de diciembre por su anterior presidente Luis María Anson, acoge finalmente las piezas con naturalidad. "Nos ha costado -continúa-, pero hemos logrado que cada uno encuentre su espacio. Los artistas han sido muy generosos en este sentido porque todos han pensado en el bien de la exposición. Casi todos han participado personalmente en el montaje". Y es que ésta era una de las claves de la convocatoria, que los artistas, algunos enfrentándose a su primera exposición, vivieran todo el proceso, desde la elección de la pieza hasta su inclusión y ubicación en el espacio real de la sala.

Otra de las características de la exposición ha sido la de mostrar la diversidad de tendencias y estilos que conviven habitualmente en un mismo curso de pintura o escultura de la Facultad de Bellas Artes. "De la escultura figurativa preciosista a nivel técnico, a la expresionista, pasando por la abstracta y visceral o la más conceptual. Son artistas que se han formado en una misma facultad pero cada uno tiene su propia personalidad y eso queda reflejado en la sala", explica De Arriba. Y lo mismo ocurre entre los pintores, donde "hay un abanico muy variado de temas y experiencias creativas", corrobora José María Rueda, profesor titular del departamento de pintura. Cierto es que la muestra podía haber sido más abierta, con artistas que trataran técnicas o temáticas más renovadoras, "pero la sala ha condicionado en parte la selección", explica De Arriba y, aún así, es muy descriptiva de lo que ocurre en sus clases. Además, "ésta es la primera exposición -recuerda Rueda-, la intención es ampliar a obra gráfica o fotografía en próximas convocatorias".

Ambos coinciden también en que lo que se ha cumplido con creces ha sido el ansiado nivel de calidad. Para los dos profesores la exposición muestra un conjunto de piezas bien construidas que reflejan la profesionalidad de estos alumnos casi recién salidos del aula. Ellos "suman a su formación académica un talento importante y eso los diferencia del resto. Todos esperan con ilusión sacar la obra del taller y mostrarla a los demás. Es una aventura y una ilusión que no se pierde nunca. Es como un actor cuando sale al escenario", dice Rueda. "Esta iniciativa les da la oportunidad de poner a hablar su obra; saben hacer escultura pero no han tenido ocasión de que su obra se exprese", añade De Arriba.

Impulsada y organizada por la Sociedad Cervantina, la Fundación Ortega Marañón y el diario digital El Imparcial, la exposición permanecerá abierta al público hasta el 1 de noviembre.