Antonio López

El museo madrileño lo anunciaba a las 18:25h de ayer domingo vía Twitter: "En 5 minutos, se despide Antonio López del Museo Thyssen. Más de 315.000 personas nos han visitado en estos meses". Desde que la exposición abriera el pasado 28 de junio hasta ayer, que finalizó, el éxito ha sorprendido hasta a su director, Guillermo Solana, comisario de la exposición que más había perseguido desde que llegara al museo. Él mismo decía hace unos meses a El Cultural que "Antonio López no está programado para conseguir público. Las cosas que funcionan para el público, para ser récords son muy pocas, cada vez menos y siempre las mismas. A pesar de que, desde que estoy en el museo, las cifras de visitantes han mejorado, me siento frustrado porque cada vez que intentamos hacer algo que se salga de lo previsible, el resultado de público es decepcionante".

La satisfacción, pues, ha sido doble. La exposición de Antonio López, que el próximo 10 de octubre se inaugurará en el Museo de Bellas Artes de Bilbao, ha superado con creces a cualquier otro récord de audiencia de la historia de la institución: a los 279.591 visitabtes de Gauguin en 2005; a los 237.789 de Van Gogh en 2007, a los 223.943 de Matisse en 2009; a los 226.355 que la exposición de Modigliani atrajo en 2008 y, con gran diferencia, a los 176.460 visitantes de Monet y la abstracción, la exposición más vista de 2010. Con 3.833 visitantes diarios, Anonio López es la exposición más visitada en la historia del Museo Thyssen-Bornemisza.

Otros datos que rodean esta exposición son, también, de record. Por ejemplo, se han vendido más de 25.000 catálogos, las entradas vendidas a través de la web han supuesto el 49% del total (la media del año ha sido del 16%) y los visitantes en el horario nocturno (entre las 19.00 y las 23.00 h.) han llegado a 79.197, un 25% del total. La web del museo ha recibido 3.207 visitas diarias y la tienda online se ha llenado con 75.265 usuarios en cuatro meses.

Pese a las buenas cifras, Guillermo Solana tiene claro el mayor objetivo del museo: "Tenemos la obligación de llegar al público más amplio posible y, algunas exposiciones están programadas pensando en su difusión, aunque otras veces el alcance no es milagroso, ni un récord y, sin embargo, te quedas satisfecho. Pienso en Guirlandaio, por ejemplño: no tuvo récord de visitantes y es uno de los proyectos que más contento estoy de haber hecho".