Julio Galindo: Fragmento de la instalación 'La rave de dios' en la galería VETA de Madrid

Julio Galindo: Fragmento de la instalación 'La rave de dios' en la galería VETA de Madrid

Arte

Especial cerámica: el arte contemporáneo vuelve a sus orígenes en una nueva era de la Edad del Barro

Cada vez más artistas, ferias y exposiciones incluyen esta técnica, reconociendo como arte de pleno derecho esta artesanía ancestral.

30 julio, 2024 02:00

El arte contemporáneo se mancha las manos. Quizá sea por sus precios asequibles o por el puro placer de trabajar el material, el más dúctil y atávico de nuestra civilización. Analizamos este boom de un arte lento que crece exponencialmente en la era del consumo rápido. Picasso o Miró revolucionaron los alfares hace un siglo y hoy celebramos su herencia. Los hornos ya humean.

Cuando el artista chino Ai Wei Wei, paradigma del arte global, lanzó contra el suelo una urna ceremonial de la dinastía Han de 2.000 años de antigüedad, no solo escandalizó al mundo, sino que desplazó nuestra mirada a la poderosa simbología de estos objetos como estandartes de nuestra cultura e identidad.

Es curioso que los museos arqueológicos abrazaran con fervor la cerámica neolítica y, sin embargo, a los de arte contemporáneo les haya costado tanto incluir estas piezas en sus colecciones tildándolas de artesanía o artes aplicadas.

Pablo Barreiro: De la serie 'La condición de la forma', 2021. Foto: Cortesía del artista

Pablo Barreiro: De la serie 'La condición de la forma', 2021. Foto: Cortesía del artista

La polémica está servida. Este año en la misma Bienal de Venecia, dedicada a Latinoamérica y a la disidencia, el debate era este: ¿puede una pieza artesanal realizada por un indígena en la selva guatemalteca entrar en el evento artístico más importante del mundo?, ¿es esto verdadero arte?

No fue hasta finales del s. XIX con el movimiento Arts & Crafts cuando William Morris sentó las bases de que lo útil debe también ser bello, uniendo para siempre ambas categorías. Los límites entre arte y artesanía se difuminan para hacer de nuestro mundo un lugar mejor.

Julio Galindo: Detalle 'La rave de dios', 2023-2024. Foto: Cortesía de galería VETA

Julio Galindo: Detalle 'La rave de dios', 2023-2024. Foto: Cortesía de galería VETA

A pesar de ello, en nuestro país ha costado legitimar la cerámica dentro de los itinerarios canónicos hasta ahora, cuando por fin observamos cómo los artistas se acercan a esta técnica con libertad: bien sea como resistencia al capitalismo, para reivindicar sus orígenes ancestrales, por lo seductor de su proceso, su agilidad para plasmar el pensamiento o, quizás, por su casi infinita versatilidad, los creadores han integrado el barro, el gres o la porcelana naturalmente en sus lenguajes.

A partir de ahí han surgido nuevas gramáticas que juegan con materiales diversos y en apariencia irreconciliables, que expresan un zeitgeist generacional poliédrico. Muchos afirman, entre ellos Teresa Calbo, coleccionista y comisaria experta en cerámica, que “existe hoy un sólido movimiento artístico de apropiación de los procesos artesanales, que hace diez años fueron denostados”.

Es durante las vanguardias cuando la cerámica comienza a ganar presencia en el arte. Renoir, Pisarro o Kandinski trabajaron con barro, aunque, sin duda, Picasso y Miró reinventaron la alfarería trabajando mano a mano con los artesanos y retroalimentándose entre ellos. El artista lanzaba retos al alfarero obligándole a experimentar y el artista aprendía la complejidad de la técnica y su naturaleza química y física.

Tanto va el cántaro a la fuente que no solo se rompe, sino que se convierte en una apasionante aventura. La cerámica no es una disciplina sencilla, tiene mucho de alquimia, de dependencia del proceso, a pesar de que sus materiales sean sencillos: tierra, agua, aire, fuego y tiempo, todo influye: la clase de arcilla, la temperatura y tipo de horno, los tiempos de secado, el esmalte...

'On the table' Un proyecto de Isidro Blasco que se puede visitar en el MARCO de Vigo  en el que intervienen pictóricamente la cerámica de izda. a dcha:  Luis Salaberría, Teresa Moro, Din Matamoro, Montserrat Gómez Osuna, Virginia Frieyro y Sandra Rein

'On the table' Un proyecto de Isidro Blasco que se puede visitar en el MARCO de Vigo en el que intervienen pictóricamente la cerámica de izda. a dcha: Luis Salaberría, Teresa Moro, Din Matamoro, Montserrat Gómez Osuna, Virginia Frieyro y Sandra Rein

El factor sorpresa hace que el trabajo sea una experimentación continua prueba-error, llena de fracasos y de resolución de problemas, pero también de sorprendentes hallazgos que hacen de cada pieza una tentativa única.

Una nueva generación de artistas está reinventando la escultura llevando la cerámica a lo más alto. Hablamos, por ejemplo, de Teresa Solar Abboud con sus piezas híbridas de gran tamaño de formas orgánicas, bulbosas, que parecen remitir a las cavidades del oído y a los órganos huecos del aparato digestivo unidos a miembros de ballenas o langostas, o Elena Aitzkoa, escultora y poeta, quien crea pequeños ecosistemas de manera intuitiva con una plétora de materiales. Ellas han sabido conjugar técnica, tradición y nuevas formas en bellos y sorprendentes imaginarios.

Modelar las historias

“Las artesanías amarran las historias”, nos cuenta la jerezana Cristina Mejías, que comienza a trabajar con cerámica a partir de una estancia en la isla de Kavdos (Grecia). Allí descubre restos de la edad de bronce modelados con arcilla obtenida de esa misma montaña y decide traerla en sacos a Madrid. Durante una residencia en Matadero modela nuevas piezas de formas redondeadas que honren las allí encontradas.

Otros artistas utilizan estos procesos para señalar el vínculo con sus familiares y ancestros. La cerámica se transforma en memoria. Marta Fernández Calvo cuece piezas cerámicas en hornos de serrín excavados en la tierra del entorno rural riojano y le añade plantas que recoge su padre durante sus paseos. Las resinas de estas plantas, al cocer, dejan perfiles cristalinos que simbolizan la memoria de su madre fallecida y que, de este modo, forma parte del proceso de producción de la pieza.

Marta Fernández Calvo: 'Correspondencia', 2023. Foto: Cortesía de la artista

Marta Fernández Calvo: 'Correspondencia', 2023. Foto: Cortesía de la artista

También la cerámica sirve para explorar las relaciones entre los espacios y la arquitectura. A Mar Ramón Soriano, cuyos padres también son artesanos, le ha sido recientemente concedida una beca Fulbright para trabajar en la prestigiosa Parsons School of Design de Nueva York. Ramón utiliza el barro para registrar los espacios inertes donde nada sucede, esquinas de los lugares que habita: las de su habitación, su casa, su taller, que marca y señala como un diario de lo vivido, aunque también le sirve para explorar su naturaleza en relación al cuerpo. Formas antropomorfas las de las bocas, barrigas y culos de sus jarrones.

La madrileña Tamara Arroyo declina su gramática escultórica con el barro, aunque comience su proceso desde el dibujo y lo conjugue con otros materiales como el hierro o el cristal. “El capitalismo borra la artesanía –nos cuenta– la vida en comunidad se está perdiendo en ciudades minimalistas y uniformes. Mi trabajo es un anclaje entre el espacio vivido y el urbano”.

Tamara Arroyo: 'Haiku', 2023. Foto: Cortesía de la artista

Tamara Arroyo: 'Haiku', 2023. Foto: Cortesía de la artista

Arroyo nos insta a descubrir lo que pasa desapercibido, como las bases de los semáforos o de las farolas. A partir de ellas crea una serie de piezas minimalistas que recuerdan lejanamente a vasijas sin serlo. También, en un intento de aprehender lo efímero y lo afectivo en las formas y colores de los barrios, recupera los azulejos de colores gradientes de las fachadas de los años ochenta, hoy despreciados, para componer sus instalaciones.

La valenciana Tania Blanco, sin embargo, hace un uso político del medio. Ella recrea objetos cotidianos a los que carga de significantes antagónicos a su naturaleza original. Por ejemplo, crea una sala de espera y modela en barro sus revistas de modo hiperrealista pintando con acrílico mensajes de denuncia política.

Tania Blanco: 'The New York Lies' de la serie Documentos inesperados en una sala de espera, 2014

Tania Blanco: 'The New York Lies' de la serie Documentos inesperados en una sala de espera, 2014

También reproduce esta estrategia en su famoso proyecto Unlid, donde modela los envases de alimentos ultraprocesados de los supermercados escribiendo en ellos sus nocivos ingredientes.

El cuerpo deviene tótem, un pilar hacia el cielo de miembros y vasijas en Asunción Molinos Gordo, que acaba de presentar una estupenda exposición que no deben perderse en el CA2M de Madrid y que se puede visitar hasta el 25 de agosto.

Sus columnas son fundacionales y unen lo celestial y lo terrenal en historias míticas que nos descubren fascinantes relatos, como los de los usos del agua en el medievo español que investiga y transforma en pilas o palmeras de gran tamaño

Los sistemas de riego, la alfarería del agua y sus utensilios se transforman y nos hablan de un ethos concreto que evoca una reflexión estética sobre lo festivo, lo ritual o lo económico.

Fuerza telúrica

El arte figurativo tradicional se reinterpreta desde un realismo mágico. El extremeño Julio Galindo pertenece a este grupo. Un año ha tardado en modelar a tamaño real una extraordinaria exposición de loza de baja temperatura cocida y esmaltada que podemos ver en la galería VETA de Carabanchel, y que permanecerá abierta hasta el 30 de agosto.

En La rave de Dios reinterpreta la iconografía religiosa con la que creció en Llerena (Badajoz) donde los sanantonios y las inmaculadas se pasan de unos vecinos a otros. El sincretismo y lo místico conviven en esta fiesta apocalíptica. “Hacer arte es lo más parecido a la magia. El mismo proceso de creación es un ritual chamánico, nos trae nuevos mundos donde no los hay”, afirma.

Asunción Molinos Gordo. Vista general de la exposición 'Cuánto río allá arriba' en la galería Travesía 4

Asunción Molinos Gordo. Vista general de la exposición 'Cuánto río allá arriba' en la galería Travesía 4

En su caso, al no tener operativo un horno de grandes dimensiones en su estudio, ha tenido que llevar a cocer las piezas a Llerena, lo que ha supuesto una dificultad añadida. Nada se le resiste a este pintor admirador del Barroco que se declara ceramista porque “necesitaba del volumen en sus pinturas”.

Otro artista que trabaja únicamente con cerámica es el pontevedrés Pablo Barreiro, que investiga los procesos de fabricación y las formas en desuso de piezas decorativas cotidianas, como moldes de patas de mesas encontrados en fábricas abandonadas que recupera para una segunda vida.

Su trabajo integra el error cuestionando el concepto mismo de reproductibilidad, convirtiendo sus piezas en únicas. El conflicto entre el original y la copia y la repetición del gesto aparece en sus formas exquisitas que pone en diálogo con la arquitectura de los lugares donde expone.

También Antonio Fernández Alvira integra sus instalaciones en barro en los espacios, como la que presentó en el Azkuna de Bilbao, Memoria de la forma, donde los recipientes que aludían a la alhóndiga (un antiguo almacén de vinos) se deconstruyen honrando su antigua utilidad.

El éxito de la cerámica también se mide por el auge de los eventos que emergen a su sombra. Por primer vez se ha presentado una feria de arte contemporáneo y cerámica: CerARTmic en Madrid. Con gran éxito de ventas y público, Sara Zaldívar y Alejandra Arias, sus directoras, ya estan preparando la edición de 2025. MARTE, la feria de Castellón, también cuenta con un espacio para mostrar el trabajo de las prestigiosas residencias CERAMICres de Alcora.

Quizá les apetezca visitar alguna exposición, como la recién inaugurada en el MARCO de Vigo On the table. En ella el artista y ceramista Isidro Blasco invita a Virginia Frieyro, Montserrat Gómez Osuna, Din Matamoro, Teresa Moro, Sandra Rein y Luis Salaberría a intervenir distintas piezas.

Mar Ramón: 'Registros de espacios inertes', 2023. Foto: Cortesía de la artista

Mar Ramón: 'Registros de espacios inertes', 2023. Foto: Cortesía de la artista

La galería Fúcares en Almagro tiene una interesante propuesta de Fernando Renes, o Senda en Barcelona presenta cerámicas inéditas y pinturas de gran formato de Carla Cascales que celebran lo fortuito y espontáneo.

Contra las pantallas, lo táctil. Contra la seriación estética, los accidentes de lo sensible. La edad del barro es también la de los afectos y los cuidados, la de lo –antes– insignificante que ahora se vuelve esencial. Historias, recuerdos, rituales, magia.