Image: Francesco Jodice, el antropólogo del Prado

Image: Francesco Jodice, el antropólogo del Prado

Arte

Francesco Jodice, el antropólogo del Prado

El artista italiano documenta en una película y una videoinstalación el rico mosaico humano que conforman los millones de visitantes de la pinacoteca

5 octubre, 2011 02:00

Una de la imágenes de la vídeo-instalación de Francesco Jodice Spectaculum Spectatoris

Casi tres millones de personas se acercan al Prado cada año. Un maremagnum humano de múltiples nacionalidades, edades, etnias, inquietudes, sensibilidades... Pero ¿qué rastro queda de ellos cuando han terminado su visita? Apenas nada: una cifra, un frío dato numérico que mide la afluencia de público a sus salas y galerías. "Desde que se creó el museo democrático con los museos capitolinos de Roma hace unos doscientos cincuenta años, no existe ni un solo documento visual específico de la presencia de sus espectadores". El dato lo pone sobre la mesa Francesco Jodice (Nápoles, 1967). El artista italiano ha intentado remediar ese descuido en la emblemática pinacoteca madrileña con dos proyectos en los que la gente salta desde el anonimato al interior de una obra de arte.

El primero es una videoinstalación -de título latino Spectaculum Spectatoris - que se proyectará a partir de este miércoles en las hornacinas de la galería jónica que da a la fachada principal del museo (la del Paseo del Prado). Las imágenes, así ubicadas, pueden verse desde el exterior a partir del atardecer. Y esas es una de las claves de la intervención de Jodice: habilitar un nuevo espacio para la exhibición de las obras de arte, abrir el museo a la calle. "Lo que busco es sacarlas de su contexto habitual. Esa es la obsesión de mis últimos trabajos".

Son casi 500 personas las que han participado. Jodice les grabó con su cámara a lo largo de "siete días y tres noches", de una manera casi azarosa. "La gente se acercaba con curiosidad a lugar donde teníamos montado el set con la cámara. Y muchos se ofrecían voluntarios, se colocaban en la fila y esperaban pacientemente a que les grabásemos". En ese tiempo, se produjo alguna anécdota curiosa, relacionada con la procedencia de los visitantes: "Hubo un momento en que ya no dejamos entrar a más rusos, porque se acercaban en aluvión. En cambio, no logramos convencer a ningún musulmán".

El segundo capítulo de su intervención en El Prado es una película de metraje efímero pero belleza rebosante. Son cinco minutos en los que Jodice ha conseguido plasmar la simbiosis que se produce entre las pinturas de Velázquez, Goya y compañía con los miles de visitantes que las contemplan cada día. Hay momentos en que los espectadores parecen personajes de los cuadros. La obras pictóricas grabadas proyectan toda la fuerza de sus colores y texturas en alta definición.

Esta película podrá verse en una zona de paso de la primera planta, junto a las salas de Goya. "Un rincón íntimo y discreto", explica Jodice. Sin embargo, la fijación del artista por extirpar el arte de sus entornos canónicos le ha llevado a presentar este peculiar cortometraje en 400 cines de toda España. A partir del próximo viernes, antes del comienzo de las películas, por sorpresa y sin explicación previa, las imágenes de Jodice aparecerán en la gran pantalla.

El artista napolitano confiesa que la idea de ambos proyectos le vino a la mente a partir de una reflexión de Alberto Giacometti. El autor de la escultura de la fragilidad decía que de joven admiraba las obras del Louvre y que cuando era un adulto lo que más le llamaba la atención era la reacción de la gente ante esas obras. Un cambio de perspectiva crucial, del que Jodice se reivindica ahora heredero. Confía en que sus grabaciones sean "una primera tesela" en la construcción de un archivo antropológico, enriquecido cada 25 años con otras nuevas. "Así quedaría constancia de cómo es cada generación que visita El Prado".