Arte

El robot que desnudó al 'Guernica'

24 enero, 2012 01:00

Sería curioso ver cómo Picaso hubiera reaccionado ante el robot que han colocado frente al Guernica en el Museo Reina Sofía. Cabe pensar que un hombre telúrico como él hubiera sentido cierto recelo ante semejante ingenio técnico. Aunque si se le informase a tiempo del objetivo de la máquina escrutadora a buen seguro la miraría de mejor grado. Al fin y al cabo, el robot pretende recabar la máxima información del cuadro para luego poder difundirla y también para analizar al detalle su estado, por si se comprueba que es oportuno realizar cualquier intervención sobre él.

El proyecto de análisis exhaustivo del Guernica, financiado por la Fundación Telefónica (el costo ronda los 300.000 euros), está comandado por el jefe de Conservación y Restauración del Museo, Jorge García-Tejedor. "La gran novedad de este estudio es que estamos ante un escaneado en 3D de alta resolución, algo que nos va a permitir una emulación virtual del estado de conservación del Guernica". ¿Y cuál es ese estado? ¿Cree que necesita algún tipo de restauración? García-Tejedor, en sintonía con su cargo y su función, brinda una respuesta 'muy conservadora': "Seguro que yo ya no estaré vivo cuando haya que hacerla". Parece, pues, que no hay urgencias: que el baqueteo que ha sufrido el cuadro a lo largo de su historia, con más de cincuenta viajes a su espalda, no lo ha castigado en exceso.

El automatismo robotizado que se ha instalado a escasos centímetros del lienzo, para susto de muchos de los que se han acercado a verlo hoy durante su presentación en sociedad ("no, por supuesto, que no dañará el cuadro", ataja a los desconfiados García-Tejedor), mide 3,5 metros de altura y está controlado por ordenador. Tiene capacidad para desplazarse a lo largo y ancho de todo el mural, con una precisión de 24 micras, e incorpora sensores y cámaras que tomarán alrededor de veinticuatro mil fotografías digitales de la pintura de Picasso. Será hacia el mes de junio cuando empieca a ofrecer resultados concretos.

Manuel Borja-Villel, muy esperanzado con las nuevas revelaciones que puede aportar este estudio, ha advertido que durante el horario de apertura al público el robot será apartado del cuadro, para no impedir su disfrute. El director del museo madrileño ha aprovechado la ocasión para anunciar la gran exposición que, en torno al Guernica y su 75° aniversario, el centro organizará el próximo otoño sobre las corrientes artísticas que germinaron en los años 30: "Es una época de una gran pluralidad de opciones estéticas, de antagonismo entre figuración, abstracción y surrealismo, con un papel muy llamativo de las grandes ferias universales, el cine y la fotografía. Es una asignatura pendiente de la que teníamos que ocuparnos".

Borja-Villel también ha salido al paso de las últimas declaraciones de Miguel Zugaza, que sigue reivindicando la pertinencia de que el Guernica sea traslado al Prado. Con buen tono pero con rotundidad, ha advertido: "Este es un tema cerrado y no hay discusión posible. El Guernica no va sólo, está contextualizado con todo lo que tiene que ver con la Guerra Civil. Por tanto no puedes sacar sólo el Guernica, tienes que sacar también todo lo relacionado con lo que se descontextualizaria el Museo".