Image: El arte o la gran evasión

Image: El arte o la gran evasión

Arte

El arte o la gran evasión

Proponemos a partir de hoy cuatro rutas con mucho arte por la geografía española

2 agosto, 2012 02:00

Mañana en Carolina del Sur, 1955, una de las obras imprescindibles de Hopper en el Thyssen.


No todo va a ser sol, playa y chiringuito... y los libros no son la única manera de soñar. Es más, apuesto que para muchos la gran evasión está en un paisaje de Hockney, en una silenciosa e hipnótica habitación de Hopper o en una pintura de Juan Uslé. O quizá en un vídeo de Eugenio Ampudia o en una de las enormes fotografías de José Manuel Ballester. Todo esto y más ofrecen este verano nuestros museos y centros. Un paseo de este a oeste y de norte a sur nos descubre apetecibles rutas artísticas que aquí proponemos. Primera parada: Madrid y las dos Castillas.


Los turistas en Madrid se congregan en el llamado triángulo del arte y es también allí donde deben dirigirse los que por falta de tiempo no han tenido la oportunidad de ver las grandes exposiciones de la cartelera. A saber, las obras últimas de Rafael y su taller y de Murillo en el Museo del Prado; Hopper y sus atractivos interiores, los más cinematográficos de la pintura americana, en el Museo Thyssen; las más de 150 obras de uno de los maestros de la vanguardia europea, Ernst L. Kirchner, en la Fundación Mapfre y el trío formado por Sharon Hayes, Rosemarie Troquel y James Coleman en el Reina Sofía. Sin olvidar la emocionante exposición retrospectiva de Nacho Criado en el Retiro, en los palacios de Velázquez y de Cristal. Poco se puede aportar a los artículos publicados por nuestros críticos al respecto de manera que lo más recomendable es que antes de sacar la entrada, se den una vuelta por estos textos que, seguro, les sirven de guía para la visita.

Vista de la instalción de Nacho Criado en el Palacio de Velázquez

Fuera de la ruta oficial, algo más alejadas de la milla de oro del arte, hay varias exposiciones que merecen la pena el paseo por lo que es imprescindible que dediquen al menos otra jornada a esta periferia artística tan interesante.

De Embajadores a Legazpi

En la zona de Embajadores brilla con luz propia La Casa Encendida, dedicada a la acción social, al medioambiente y la integración, es también uno de los focos artísticos de la capital. Ahora mismo en sus salas pueden verse las últimas ideas de cuatro comisarios jóvenes, los ganadores del concurso Inéditos 2012. Tres exposiciones, Hacer el fracaso de Daniel Cerrejón Calzada, Flores; Abismo; Parataxi, de Carlos Fernández Pello y No me pongas los cuernos de Sarah Alcalay y Marta Peleteiro Ramallo, recomendables. Si tienen tiempo, no dejen de subir a la segunda planta donde la mexicana Alejandra Freymann ha realizado un mural en el que animales, plantas y personajes aparecen como caídos del cielo, Out of the Blue. Y, para combatir el calor, en la terraza hay cine de verano los viernes y sábados y conciertos los domingos por la noche.

Sin necesidad de coger el metro podemos ir a Tabacalera, también antigua fábrica que, sin un uso aún muy definido, se dedica temporalmente a las exposiciones. Allí el colectivo Hablar en Arte ha organizado su última propuesta: Lugares de tránsito es el resultado de distintas residencias comisariadas que han tenido lugar en Miami y siete ciudades de América Latina entre agosto de 2010 y septiembre de 2011. La exposición con los trabajos de los artistas participantes se puede ver hasta el 2 de septiembre.

Vista de Lugares de tránsito

No muy lejos de allí, en la zona de Legazpi, en una de las naves del antiguo Matadero de Madrid y hoy reconvertido en uno de los centros alternativos de mayor interés, podemos ver hasta finales de agosto la exposición Nuestro trabajo nunca se acaba, una colectiva que reúne a un grupo de creadores que cuestionan su posición como trabajadores y artistas. Orquesta el conjunto la comisaria israelí Yael Messer.

En el cercanías hasta Móstoles

Visita obligada es el CA2M que la Comunidad de Madrid tiene en Móstoles. Allí ha inaugurado hace poco una de nuestras artistas más internacionales y con mayor proyección. En esta ocasión, Lara Almarcegui baja al subsuelo para exponer su Madrid subterráneo, un libro y una exposición que muestran el reverso de la urbe, el negativo de la vida en la superficie. Desde las antiguas minas a los búnkeres militares, desde las cajas de caudales a los almacenes bajo tierra, desde los ríos subterráneos a los garajes, Madrid tiene un trazado paralelo debajo de sí misma. Almarcegui lo recoge y nos lo enseña. También en el CA2M, la colectiva Contarlo todo sin saber cómo, muestra obras de Eija-Liisa Ahtila, Rosa Barba, Keren Cytter y Alex Reynolds entre otros.

En Castilla y León

Genealogías feministas en el arte español: 1960-2010 es sin duda es la exposición más ambiciosa de la temporada en el MUSAC de León. Comisariada por Juan Vicente Aliaga y Patricia Mayayo, que han llevado a cabo una completa investigación de más de dos años de trabajo, quiere subrayar la importancia que han tenido los discursos sobre el género y las identidades sexuales en la producción artística española desde los años sesenta del siglo pasado. Un proyecto sobre el pueblo minero leonés de Sabero, de Carme Nogueira, y las exposiciones individuales de Azucena Vieites y Félix Curto completan la oferta del museo cuya visita es obligatoria para los que estén por la zona.

Cristina Lucas: La Anarquista, 2004 (Genealogías feministas)

En la Capilla del Museo Patio Herreriano de Valladolid, Daniel Canogar ha instalado una de sus esculturas con forma de árbol, Photosynthetic rememberance 1, 2005. Miki leal, Juan López, Jaime de la Jara o Francesc Ruiz son algunos de los nombres de la colectiva Art Situations, un proyecto que pretende apoyar la escena emergente de la península ibérica.

En el CAB de Burgos todavía puede verse la exposición de Eva Lootz Dis-cursos de agua, con los ríos de la Península como protagonistas. Y en el DA2, que este año ha vivido, junto con el Museo Esteban Vicente de Segovia, una de las mayores crisis de los centros de arte contemporáneo españoles, podemos ver las fotografías de José Manuel Ballester. En el centro segoviano una nueva mirada a la obra de Esteban Vicente, esta vez desde los juguetes, es, si nada lo remedia, la última exposición antes del cierre temporal que, debido a la difícil situación económica que atraviesa, ha tenido que anunciar para el 12 de septiembre.

En Castilla-La Mancha

Poco hay en reseñable en Castilla La Mancha al margen del Museo de Arte Abstracto-Fundación Juan March en Cuenca. Allí podemos ver hasta septiembre la muestra de obra sobre papel del ruso Vladimir Lébedev (1891-1967). Para quien no la conozca, es imprescindible visitar la colección que en una de las casas colgadas hay de artistas españoles de la generación abstracta de los años 50 y 60, con Torner, Zóbel, Rueda… La Fundación Antonio Pérez, ubicada en el antiguo Convento de las Carmelitas Descalzas, es otra parada reglamentaria.

En Toledo, en el Museo de Santa Cruz aguarda su colección con piezas de todas las épocas, desde la prehistoria hasta las vanguardias, con especial presencia del escultor toledano Alberto Sánchez, sin desmerecer al Greco, por supuesto.

Y, a falta de mayor implicación pública, hay que destacar la callada labor del galerista Norberto Doctor que desde Fúcares-Almagro trata de que el arte más contemporáneo tenga cierta presencia en la región. Este verano, con la obra del malagueño David Escalona.