Abrió sus puertas un 19 de octubre de hace 15 años. Fue una inauguración para recordar. Después de las costosas obras de un edificio monumental proyectado por Frank Gehry que cambiaba por completo el paisaje de la ría de Bilbao, llegaba para quedarse este otro hijo de la poderosa Fundación Guggenheim. Su apertura desencadenó un importante debate sobre museos-continentes y contenidos y todavía hoy se habla del efecto Guggenheim. Lo cierto es que en estos 15 años el nuevo museo ha desarrollado una programación centrada en los grandes nombres o movimientos, muchos internacionales procedentes de la sede neoyorquina, y otros, como Chillida y Oteiza, para reivindicar (o mejor, reafirmar) figuras locales.

Cómo no recordar también aquellas impresionantes Harley-Davidson por primera vez en un museo o aquella otra en la que los diseños de Giorgio Armani lo iluminaban todo. Y, por supuesto, la colocación en 1999 de Maman, la araña gigante de Louise Bourgeois, en el exterior del centro y la compra y entrada en el museo de La materia y el tiempo, la gran serie de Richard Serra que acompañan desde 2005 a la Serpiente en una de las más grandes e impactantes salas del museo. Pero hoy hemos querido que sea el responsable del Museo Guggenheim Bilbao, Juan Ignacio Vidarte, director desde su inauguración en 1997, quien seleccione para elcultural.com las que para él han sido las mejores exposiciones en la historia, breve pero intensa y no exenta de polémica, de este centro. Con 25 millones de euros en 2012 y más de un millón de visitantes anuales, el Guggenheim mira ya hacia el futuro que quizá esté en Urdaibai.

1998: China: 5000 años

Fue una ocasión excepcional para adentrarnos en la historia del gigante asiático cuando aún no se vislumbraba el poderío que luego iba a alcanzar. 5.000 años en 500 obras desde el Neolítico hasta nuestros días. Procedentes de 17 regiones de China, en la exposición colaboraron más de 50 entidades e instituciones del país. Descubrimientos arqueológicos daban paso a pintura paisajista, esculturas religiosas, artículos de lujo y el arte moderno. "Un hito en el desarrollo en el programa internacional de los museos Guggenheim", declaró el entonces director de la Solomon R. Guggenheim Foundation, Thomas Krens.

1999: Eduardo Chillida: 1948-1998

En la primavera de 1999 se inaugura la segunda exposición dedicada a un artista vasco en el museo (la primera fue Cristina iglesias que ocupó el museo unos meses antes). El elegido esta vez fue, como no podía ser de otra manera, Eduardo Chillida, y la retrospectiva coincidía con el 75 cumpleaños del escultor. Coproducida con el Museo Reina Sofía, el comisario encargado de organizarla fue Kosme de Barañano, gran conocedor de su obra, quien añadió a la muestra de Bilbao 100 obras sobre papel y algunas esculturas. Era la primera de esta magnitud que se dedicaba a Chillida en un museo: 200 piezas de entre 1946 y 1996.

2000: Amazonas de la vanguardia

Fueron seis mujeres extraordinarias cuya obra documentó la historia estética de la pintura en la vanguardia rusa: Alexandra Exter, Natalia Goncharova, Liubov Popova, Olga Rozanova, Varvara Stepanova y Nadezhda Udaltsova. Su contribución al desarrollo del arte moderno durante las dos primeras décadas del siglo XX está fuera de duda. Fueron 70 pinturas y obras sobre papel las que mostró el Museo Guggenheim en aquella ocasión para mostrar la evolución del arte moderno ruso del neoprimitivismo, el cubofuturismo y el rayonismo hasta el suprematismo y constructivismo. Organizada originariamente para el Deutsche Guggenheim de Berlín, la itinerancia incluía la Royal Academy de Londres y la muestra viajó a los cuatro museos Guggenheim.

2001: Los mundos de Nam June Paik

Primera retrospectiva dedicada este pionero del multimedia en Europa desde 1982. Padre del videoarte y uno de los artistas más influyentes entre los creadores de vanguardia. Televisiones, vídeos, instalaciones y performances, todo para representar la trayectoria vital de un artista que basó su trabajo en las nuevas tecnologías antes de tiempo. "La televisión es una fuente de inspiración para mi trabajo artístico", dijo en la entrevista que le hizo para la ocasión Elena Vozmediano. Sin duda un acontecimiento del que también escribió Guillermo Solana: "Desde sus primeras composiciones musicales, performances y vídeos hasta sus últimas instalaciones, Paik aparece en esta inmensa exposición retrospectiva como un creador inteligente y sutil".

2002: París capital de las artes: 1900-1968

Esta exposición recorría los avances más significativos de pintura y escultura que tuvieron lugar en París durante las siete primeras décadas del siglo XX y refleja los acontecimientos históricos y políticos que cambiaron la ciudad en aquellos años. Dividida en los cuatro distritos artísticos de la capital francesa, de Montmartre al Barrio latino, en la muestra encontramos nombres desde Renoir, Picasso o Braque a Duchamp o Christo, pasando por Magritte o Chagall.

2003: Calder, la gravedad y la gracia

La arquitectura de Frank Gehry no pudo sino rendirse a la sutileza de Calder. Ha sido uno de los montajes que no podremos olvidar. Esos Nenúfares rojos volando en el atrio de entrada del museo es una de las imágenes que nos quedarán siempre. Comisariada por Carmen Giménez, la exposición, con más de 65 esculturas creadas a lo largo de 50 años, "resulta, así, una sucesión movida y luminosa de variados espacios de fiesta visual (lo que subraya el montaje de Juan Ariño), poblados de emblemas", escribía José Marín-Medina.

2004: Jorge Oteiza

Se trató de la más amplia retrospectiva dedicada a la obra del escultor Jorge Oteiza en los últimos quince años. El Museo Guggenheim Bilbao logró reunir unas 140 esculturas del genial y polémico artista vasco, además de 43 dibujos y collages procedentes de la Fundación Oteiza y nunca antes expuestos al público. Margit Rowell, prestigiosa conservadora de arte moderno y contemporáneo, y el artista Txomin Badiola, conocedor y gran admirador de la obra de Oteiza, fueron los comisarios de esta gran exposición. Ramón Esparza fue el autor de un concienzudo análisis del artista, la exposición y sus circunstancias. "En Oteiza la materia es la desocupación del espacio; no el vacío", diría.

2005: El imperio azteca

Casi 600 piezas, tesoros del Imperio Azteca que, la mayoría por primera vez, llegaban entonces a España. Una gran exposición que pretendía acercar sin tópicos la grandeza de una sociedad a la que puso fin la conquista europea. Maite Garbayo, una de las pocas especialistas en cultura azteca en nuestro país, escribió en El Cultural: "El artista azteca era el encargado de materializar plásticamente una cosmovisión que impregnaba todos los ámbitos de la vida cotidiana de un pueblo que no escindió lo sagrado de lo profano".

2006: ¡Rusia!

Fue la muestra de arte ruso cronológicamente más amplia exhibida fuera de aquel país. Con más de 250 objetos presentó obras maestras del arte ruso desde el siglo XIII hasta el presente. Iconos, retratos desde el siglo XVIII hasta el XX, el realismo crítico del siglo XIX y el Realismo Socialista en la era comunista, todo estaba representado en esta magna exposición. Con el valor añadido de que muchas de las obras salían de Rusia por primera vez. Nada desdeñable tampoco la selección de trabajos realizados por artista occidentales como Van Dyck, Rubens, Gauguin y Picasso entre otros, cuadros procedentes de las colecciones imperiales.

2007: Anselm Kiefer

"Kiefer es un artista difícil, que sobrecoge por su monumentalidad, por la reiterada alusión a lo cósmico, lo trascendente... y lo alemán", escribía Ramón Esparza en su crítica de esta exposición comisariada por Germano Celant y centrada, como la mayor parte de la obra de este artista, en la historia y el olvido. Con más de 100 obras de la última década de Kiefer, la muestra reunía todo el universo creativo de uno de los artistas más importantes de nuestro tiempo entre las que se encontraba una pintura de escala monumental creada específicamente para el atrio del museo. La exposición formaba además parte de la programación que celebraba los diez años del museo.

2008: Cy Twombly

Twombly cumplía 80 años y el Guggenheim de Bilbao lo celebraba con esta gran muestra de más de 100 piezas. Organizada con la Tate Modern de Londres en ella pudimos ver pinturas esculturas y dibujos de uno de los artistas más influyentes de la segunda mitad del siglo XX, a caballo entre el expresionismo abstracto y el surrealismo. Fue la monográfica más importante dedicada al artista en España hasta el momento.

2009: Cai Guo-Qiang: quiero creer

"La violencia juega un papel central en la obra de Cai. Quiero creer, la exposición que presenta en el Guggenheim, muestra su fascinación por la pólvora y los diferentes modos en que la utiliza como materia prima de sus creaciones".  Así presentaba Ramón Esparza la exposición de Cai Guo-Qiang, la primera que el museo de Bilbao dedicada a un artista nacido en China. Dibujos con pólvora, proyectos de explosión, instalaciones a gran escala y proyectos sociales nos permitieron entrar en la obra de uno de los artistas chinos más internacionales.

2010: Anish Kapoor

Anish Kapoor (Bombay, 1954) fue el primer artista vivo en llenar con sus grandes esculturas las salas de la Royal Academy londinense, poco después llevó a Bilbao parte de aquella colosal exposición. Es uno de los creadores más influyentes en el mundo del arte, uno de los grandes de la escultura británica, mostró en el Guggenheim piezas creadas a lo largo de 30 años, entre las que destacaba sin duda Disparos en el rincón en la que un cañón dispara proyectiles de cera roja contra la pared de una sala. Pudimos hablar con él: "Soy un artista abstracto y gracias a la abstracción llego al origen de las cosas", le dijo a Pilar Ribal.

2011: Brancusi-Serra

Procedente de la Fundación Beyeler de Basilea, en otoño del pasado año se inauguraba este duelo de titanes. Dos de los escultores más relevantes del siglo XX, Constantin Brancusi y Richard Serra, se encontraban en las salas del museo de Bilbao. Cincuenta piezas que venían a entablar "un diálogo de categorías contrapuestas de dos idearios escultóricos, en el que la arquitectura de Gehry interviene como una tercera voz", como escribió entonces Mariano Navarro.

2012: David Hockney: una visión más amplia

David Hockney ha sido el último de los grandes en llegar al museo bilbaíno. Como un verdadero huracán mediático y abogando por las nuevas tecnologías también para pintar, el artista británico, uno de los más valorados e influyentes, mostró 190 piezas entre las que se incluyeron sus famosos dibujos realizados con iPad. También sus paisajes de Yorkshire y varias películas digitales. "El iPad es como un papel interminable que recoge a la perfección mi sentimiento de que la pintura debe ser grande", nos dijo en la entrevista que publicamos. También fue nuestra portada.