Image: Patricia Phelps de Cisneros

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Arte

Patricia Phelps de Cisneros

"Hay que respetar al artista sin importar cuántos ceros tenga el cheque"

18 enero, 2013 01:00

Patricia Phelps de Cisneros

El Museo Reina Sofía presenta el próximo lunes La invención concreta, la primera exposición en Europa de su colección de arte latinoamericano con la abstracción como eje

Empezó a coleccionar arte hace más de 25 años junto a su marido, Gustavo Cisneros, uno de los hombres más ricos de Latinoamérica, y sin duda el empresario más poderoso de Venezuela, con negocios, sobre todo, en el sector de las telecomunicaciones. Ahora, exposiciones, préstamos, publicaciones, becas de investigación y de producción artística han convertido a Patricia Phelps de Cisneros en una de las personas más influyentes en el mundo del arte (ocupa el puesto 27 del top 100 de la revista Art Review).

Es miembro del Consejo directivo del MoMA desde 1992, del comité para adquisiciones de América Latina en la Tate y del comité de amigos americanos de la Fundación Beyeler de Basilea. Añadió hace poco el Museo Reina Sofía a sus cargos como patrona de la nueva Fundación del centro. Su objetivo, siempre: mostrar el arte y la cultura latinoamericana al mundo. Su principal herramienta: una colección dedicada al arte latinoamericano en todas sus facetas, desde el arte del Orinoco al arte contemporáneo pasando por el arte colonial.

-¿Cómo le convenció Manuel Borja-Villel para que se uniera a su proyecto en el Reina Sofía?
-Manolo y yo somos amigos desde hace más de 20 años y siempre noté que sentíamos la misma admiración por la cultura latinoamericana y teníamos los mismos proyectos en mente. En los últimos años y después de varias conversaciones se fue gestando esta idea de la Fundación Reina Sofía y los Museos del Sur, con museos e instituciones privadas de arte. Creemos en lo mismo.

Reconoce que esto marca una nueva etapa para la CPPC. Es la primera vez que se organiza una exposición de esta envergadura en Europa y entran por la puerta grande: "el Reina Sofía es uno de los 10 mejores museos del mundo, uno de los 5, si hablamos de contemporáneo".

-¿Cuál es su papel en la nueva Fundación del Reina?
-Tengo el honor de ser patrona fundadora y mi labor es colaborar en todo lo que podamos y ofrecer la colección para que esté a disposición del público español. Además, estamos haciendo el catálogo en conjunto y también he donado una obra temprana de Juan Muñoz. Cuando acabe esta exposición, a mediados de septiembre, vamos a dejar algunas obras en la colección del Reina Sofía para lo que hemos firmado un préstamo de cinco años.

Entre el exotismo y la abstracción

-La invención concreta se centra en la abstracción geométrica latinoamericana de entre los años 30 y 70 del siglo XX, ¿por qué han elegido este periodo para su puesta de largo en Europa?
-Bueno, el modernismo en Latinoamérica es muy importante. Caracas fue un gran centro, Brasil y Uruguay también. Yo me crie en Caracas en los años 50 cuando eso era la estética dominante y creo que por eso mi ojo se va hacia ese tipo de arte, sofisticado, ordenado, geométrico. Yendo a la escuela veía los murales de estos artistas... es mi estética. Recién casados compramos una pieza de Jesús Soto cuando a nadie le interesaba la abstracción. Me gusta romper estereotipos y uno de ellos era que el arte latinoamericano tenía que ser exótico, colorido, trágico, con sandías y demás. Somos mucho más que eso. En el arte abstracto hay un nivel de sofisticación grande. No quería menospreciar la figuración pero la abstracción era un movimiento igualmente importante que nadie tenía en cuenta y decidimos ir al rescate.

Carlos Cruz Díez: Proyecto para un muro exterior, 1954-65


-¿Diría que ha cambiado nuestra forma de mirar el arte latinoamericano? ¿Lo exótico es un concepto ya caduco?
-No creo que caduco, la figuración es válida, hay artistas figurativos extraordinarios. Lo que reivindicamos es que se le dé la misma importancia a un Oticica que a un Tamayo. Nuestra misión durante 30 años ha sido introducir el concepto de la abstracción latinoamericana en el mundo y consideramos que es una misión cumplida. Ya hay personas que lo están coleccionando y que lo están mostrando por lo que es una batalla ganada. Ahora vamos hacia otros horizontes.

Los jóvenes y la educación

Toda su energía la dirige ahora hacia la educación, programas de becas y apoyos a los artistas jóvenes, emergentes y preemergentes: "Ahora nos gusta ayudar a los artistas más que coleccionar en sí", asegura. Y se confiesa fascinada por todo lo digital: "ebooks, aplicaciones… Esta exposición tendrá su propia página web actualizada diariamente y app gratuíta y estamos editando el primer libro de arte concebido especialmente para el IPad dedicado a Gyula Kosice".

-¿Qué le lleva a apostar por un artista emergente?
-No es fácil. Sofía Hernández Chong, comisaria de la CPPC de arte contemporáneo, viaja y pasa temporadas en Colombia, Perú o Argentina, visitando a los artistas. Nos trae sus obras y dossiers y los discutimos. Tenemos reuniones de días y días. Le damos igual importancia a comprar a una obra de un joven que a una de palabras mayores. Y así hemos descubiertos a artistas muy interesantes. Apostamos, por ejemplo, por Jorge Pineda y ahora expone en el Hunter College de Nueva York, en una sala para él sólo.

-¿Y no ha pensado nunca en una sede fija para su colección?
-En absoluto. Toda nuestra labor es dar a conocer la cultura latinoamericana en el exterior, crear puentes de entendimiento entre Norteamérica, Europa, Japón, y lo que hicimos fue establecer una agresiva política de préstamos. Sólo el año pasado estuvieron viajando más de 650 de nuestras obras. Si un museo en Finlandia está interesado en alguna de nuestras piezas, pues estupendo porque cuántos finlandeses van a viajar a Latinoamérica y visitar un museo… Para la misión que nos habíamos trazado tener una sede no venía al caso. No digo que en un futuro pueda pasar, pero hasta ahora hemos querido funcionar así.

Willys de Castro: detalle de Composición modulada, 1954


Arte latinoamericano dentro y fuera

-¿Está el arte latinoamericano suficientemente representado en los museos europeos?
-Desde que se fundó el MACBA ha habido una muy estrecha colaboración con ellos, le hemos prestado mucho y allí el arte latinoamericano fluye sin nacionalidad, con naturalidad. También en la Bienal de Pontevedra es habitual y en la colección del MUSAC tiene una presencia importante...

-¿Pero fuera de España?
-Hay más de lo que creemos. En Londres, la Tate tiene un programa de adquisiciones muy bueno del que soy miembro; en el Pompidou cuando se inauguró hace ya 35 años, la pieza central en ese atrio enorme fue una bola gigante de Jesús Soto... Y creo que están ávidos por saber más.

Hablar del arte latinoamericano nos lleva a compararlo con la producción de otros países y aquí interviene el director de la colección CPPC, Gabriél Pérez-Barreiro, que ha estado presente durante toda la entrevista: "A veces se confunde la mejor representación de una región con el chauvinismo, y es todo lo contrario, la idea es ampliar las referencias. Se trata de hacer un modelo histórico más completo y por eso el desafío hoy ha cambiado, no es tanto la visibilidad como el dialogo, una comprensión más matizada y más compleja del arte moderno. El año pasado el MoMA reunió en una de sus salas puso a Mondrian con Alejandro Otero, con Max Bill, con Albers... una lectura de la abstracción geométrica en toda su complejidad y eso ha sido un antes y un después".

Terminamos con el coleccionista ideal. Para Phelps de Cisneros, alguien que vaya más allá de la adquisición de la obra. "Que respete al artista sin importarle cuántos ceros tenga el cheque; que tenga en cuenta la conservación de la obra, que si se van de vacaciones y apagan el aire acondicionado durante tres meses va a afectar a la obra; que tuviera una relación estrecha con su museo local y que pusiera a disposición de los otros lo que a ellos les atrae. Al joven coleccionista le recomiendo ver y ver y ver y nunca cansarte de ver".