Image: El Duque de Osuna vuelve a Madrid

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Arte

El Duque de Osuna vuelve a Madrid

18 enero, 2016 01:00

Don Pedro de Alcántara Téllez-Girón y Pacheco, IX duque de Osuna en las salas del Prado

El óleo de Goya, Don Pedro de Alcántara Téllez-Girón y Pacheco, IX duque de Osuna, procedente de la Frick Collection de Nueva York, podrá verse en el Museo del Prado hasta el 24 de abril.

Durante tres meses el visitante del Museo del Prado podrá disfrutar del retrato de Don Pedro de Alcántara Téllez-Girón y Pacheco, IX duque de Osuna realizado por Goya, una de las pinturas más interesantes del maestro aragonés de entre las conservadas en la Frick Collection de Nueva York. El préstamo de esta obra, que se exhibirá en la sala 34 del edificio Villanueva, se inscribe en el programa La obra invitada, una actividad patrocinada por la Fundación Amigos del Museo del Prado desde 2010 para enriquecer la visita al Museo y establecer un término de comparación que permita reflexionar sobre las propias pinturas del Prado.

Don Pedro de Alcántara Téllez-Girón y Pacheco, IX duque de Osuna (1755-1807) fue uno de los primeros y más eminentes patronos de Goya desde mediados del decenio de 1780. Después de su muerte, el artista trabajaría para su mujer y sus hijos hasta 1817. El Prado conserva varias obras pintadas por Goya para los Osuna como el retrato de la familia al completo realizado en 1785, el de la marquesa de Santa Cruz (1805) y el de la duquesa de Abrantes (1816), así como el especial Vuelo de brujas, uno de los "asuntos de brujas" de la serie que Goya vendió al duque en 1798.

En este retrato el duque parece exhibir su personalidad sensible y entusiasta que hizo de él una figura popular entre los intelectuales de su época. Las medidas de la obra, similares a las del retrato de la duquesa de 1786 (perteneciente a la colección Marita March), así como la posición del duque y la dirección de su mirada, podrían sugerir que Goya lo pintó probablemente a partir de una miniatura para que fuera utilizado como pareja de la dama.

El óleo de Goya ha sido recientemente limpiado y restaurado en el Metropolitan Museum de Nueva York, lo que ha revelado ciertos detalles que platean interrogantes sobre su datación. Tradicionalmente fechada en torno a 1798, los recientes trabajos han puesto de manifiesto una riqueza de la técnica y del colorido que bien podrían situarla en un período más tardío, incluso después de la muerte de don Pedro en 1807.

Aunque la moda que viste es de fines del decenio de 1790, la tonalidad oscura y la ejecución de la casaca o de las manos acercan su realización a los tiempos de la guerra de la Independencia Española, hipótesis que se ve refrendada por la ausencia de la obra en los registros de la casa de Osuna, donde se anotaron rigurosamente las compras efectuadas a finales del siglo XVIII. Sin embargo sí figura en la venta de la colección Osuna efectuada en 1896, por lo que es posible que la obra sea el retrato que se cita en un inventario de la misma cercano a 1834 como un cuadro al óleo "de medio cuerpo del duque de Osuna, abuelo".

Estos hechos parecen evidenciar que la obra fue encargada en un período agitado, tal vez cuando, tras la muerte del duque y ante la invasión francesa, la familia Osuna se trasladó a Cádiz.