Image: CA2M, diez años de pícnics, cápsulas y pistas de baile

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Arte

CA2M, diez años de pícnics, cápsulas y pistas de baile

27 abril, 2018 02:00

Jeremy Deller: Sacrilegio, 2015

Ha pasado una década desde que el 2 de mayo de 2008 abría sus puertas el CA2M con dos exposiciones. Desde entonces van ya 70. En su primer año recibieron 40.000 visitantes, la mitad de los que les llegan hoy. Hacemos un repaso de lo que han dado de sí estos diez años acompañados por sus dos directores, Ferran Barenblit y Manuel Segade, y por diez comisarios y artistas que han trabajado allí y seleccionan para El Cultural sus momentos favoritos.

Cuenta Carlos Urroz, asesor de Artes Plásticas de la Comunidad de Madrid cuando el CA2M, abría sus puertas en Móstoles, que la idea era crear un museo que albergara la colección de la Comunidad de Madrid, alimentarla y tenerla más accesible, pues hasta el momento había estado depositada en los sótanos de la Sala Alcalá 31 y en un almacén externo. Se inauguraba con una exposición de sus fondos, Levantamiento, que celebraba el bicentenario del 2 de mayo de 1808 con piezas de Marina Abramovic, Ibon Aranberri, Alberto García-Alix, y Juan Hidalgo, entre otros, y con una sala de proyectos que estrenaba el colectivo Discoteca Flaming Star bajo el comisariado de Juan Antonio Álvarez Reyes, que todavía hoy recuerda las sorpresas "no siempre agradables" con las que se topaban en cada nueva visita al edificio mientras preparaban el proyecto.

Esta primera propuesta tenía, sin saberlo, mucha relación con lo que vendría después, presentaba la performance ligada, de alguna manera, a lo musical. En septiembre de ese mismo año, Virginia Torrente aireaba las obras en vídeo de la colección combinadas con préstamos privados en Gustos, colecciones y cintas de vídeo (con obras de artistas como Fiona Tan, Allora & Calzadilla, Isaac Julien, o Christian Marclay) y se incorporaba por concurso público el primer director de la institución, Ferran Barenblit, que permanecería al mando hasta el 2015 y daría forma al centro que conocemos hoy.

¿Qué hueco cubría el Centro de Arte Dos de Mayo? Manuel Segade, su actual director, lanza una comparación muy ilustrativa: "Madrid tenía su Centro Pompidou -el Museo Reina Sofía- pero no tenía su Palais de Tokyo". Era necesario, en definitiva, un espacio de dimensiones medias que pudiera proponer otro tipo de programación para otras audiencias (más jóvenes ambas) y que atesorara y estudiara la colección de la Comunidad de Madrid. Y así fue. Se instaló en la ciudad de Móstoles siguiendo la idea de descentralizar la cultura, "no se puede concentrar toda la propuesta en un único punto, el km. 0 -defiende Barenblit- y estamos hablando de áreas metropolitanas inmensas". Eran varios los retos que el equipo tenía por delante: crear una línea programática, integrarse en el tejido social, darse a conocer fuera de España. Y lo consiguieron. Se consolidó un modelo en el que convivían exposiciones de artistas de media carrera españoles y latinoamericanos como Cristina Lucas, Fernando Sánchez Castillo, Wilfredo Prieto o Lara Almarcegui; primeras exposiciones en España de figuras internacionales de peso como Jeremy Deller, Halil Altindere o Raqs Media Collective; exposiciones colectivas de tema; y revisiones de la colección.

Ferran Barenblit describe su línea de trabajo como una " discusión de la realidad, del conflicto, desde un posicionamiento político". La importancia de la cultura popular y en particular de la música fue la protagonista de la trilogía Sonic Youth etc.: Sensational Fix (2010), Pop Politics: activismos a 33 revoluciones (2010) y Punk. Sus rastros en el arte contemporáneo (2015). Comisariadas por Roland Groenenboom, Iván López Munuera y David G. Torres, respectivamente, "mostraban cómo muchas veces la música va por delante marcando la pauta del trabajo en el arte contemporáneo".

En estos años la colección también ha sido visitada y revisitada. En la era Barenblit con exposiciones temporales y, ahora, con Segade, a través de las cápsulas que introducen obras fuera de las salas de exposiciones, invitando a artistas a intervenir las obras de la colección (Oriol Vilanova) y reforzando los textos sobre ella con el DIDDCC, un equipo que investiga acerca del formato del libro y reflexiona sobre cómo hacer un catálogo de una colección en continuo crecimiento. Tiene un presupuesto anual de casi 170.000 €, una cifra por la que muchos otros museos matarían. Además, la Colección ARCO, en depósito desde 2013, aporta una mirada más internacional. Juntas suman 2.162 piezas, algunas de ellas fruto de producciones del museo, como Cuba libre, del artista cubano Wilfredo Prieto, uno de los highlights de Barenblit ("una pieza inmaterial, sólo unas instrucciones para hacerla, que describe muy bien su trabajo, sutilmente político, y genera muchas cuestiones a los espectadores") o recientes incorporaciones como el tiovivo de Jacobo Castellano (Sin título, 2005), o piezas de Pepe Espaliú con las que Manuel Segade está completando los "vacíos" que había en la colección.

Jeremy Deller: Punk. Sus rastros en el arte contemporáneo, 2015

En todos estos años el programa de actividades iniciado por Pablo Martínez se ha convertido en su seña de identidad. Desde las Picnic Sessions hasta el Festival Autoplacer, pasando por programas educativos como Las Lindes y el curso Pero... ¿esto es arte? A todo ello Segade ha sumado otra manera de trabajar en la que las actividades contaminan, todavía más, las exposiciones, con herramientas como la escuelita. "Si Ferran hizo Per/form. Cómo hacer cosas con [sin] palabras, con documentación de las grandes performances de la historia, con Elements of Vogue hemos planteado una exposición que es sólo performance". También ha puesto el punto de mira en la historia del arte local reconstruyendo momentos y exposiciones antiguas (Miguel Trillo, Allan Kaprow, Espacio P…). Trabajan con cuestiones de la realidad social más directa (raza, clase social y género) y continúan las exposiciones individuales de artistas de media carrera nacionales e internacionales (Julia Spínola, Cabello/Carceller). Todo ello con un presupuesto público anual de 1.150.000 € que se completa con cerca de 50.000 de otros patrocinios.

Micropúblicos cuidados

Hay otro elemento distintivo del CA2M, que tiene que ver con su manera de hacer -dice Barenblit- "el CA2M mostró la importancia del cómo. Cómo te relacionas dentro de un equipo, cómo con la Administración, con la audiencia, con los artistas, con la crítica de arte, o los estudiantes universitarios y cómo todo eso se va tejiendo y acaba construyendo museo". ¿Un ejemplo? desde un huerto en la azotea hasta mujeres tejiendo en la cafetería del museo que acabaron enseñando a coser al equipo y haciendo un toldo para cubrir el huerto, que hasta entonces no había sobrevivido ningún verano. "El arte contemporáneo es una herramienta de transformación social que aquí se hace evidente sobre todo en los micropúblicos, no en los de los grandes eventos, que un museo como el nuestro puede cuidar. Tiene un perfil de baja institucionalidad que le permite absorber todas estas cosas. No hay seguridad en la entrada, es un lugar público y gratuito", añade Segade.

El aniversario se celebrará el 2 de mayo con un concierto de Afrojuice y "lo gordo" llegará en otoño, cuando se terminen los pequeños ejercicios de acupuntura que está haciendo por fases Andrés Jaque en el edificio, transformando los espacios de acuerdo a los usos que se han hecho de ellos hasta ahora. Ha pintado la fachada de azul turquesa, tirado la Casona original y prepara una transformación del hall de entrada que permitirá ver el interior del museo desde fuera, haciéndolo más accesible. Diseña también un mobiliario de metacrilato y unas gradas y Dora García es la autora de la nueva señalética del museo (que es una pieza de la artista).

En octubre la exposición Querer para ser noche ocupará todo el museo. Una selección de Beatriz Alonso y Carlos Fernández-Pello de los nombres que han aparecido en escena en los últimos diez años. "Reflejará lo que se está haciendo en Madrid ahora. Nos interesa celebrar mirando hacia el futuro y dar visibilidad y oportunidades a artistas jóvenes". La esperamos con ganas. Que cumplas muchos más, CA2M.

@LuisaEspino4

10 protagonistas eligen 10 momentos

1. Sergio Rubira, subdirector del IVAM: Picnic Sessions (desde 2009)

2. Wilfredo Prieto, artista: Marc Vives / David Bestué. Cisnes y ratas (2009)

3. Juan Antonio Álvarez Reyes, director del CAAC, Sevilla: Sonic Youth etc.: Sensational Fix (2010)

4. Virginia Torrente, comisaria: Gregor Schneider. Punto muerto (2011 - 2012)

5. Cristina Lucas, artista: Per/Form. Cómo hacer cosas con (sin) palabras (2014)

6. Iván López Munuera, comisario: Jeremy Deller. El ideal infinitamente variable de lo popular (2015)

7. Cuauhtémoc Medina, director artístico del MUAC, México: Fernando Sánchez Castillo. Más allá (2016)

8. Julia Spínola, artista: Patricia Equivias. A veces decorado (2016)

9. Estrella de Diego, catedrática de Arte Contemporáneo y comisaria: La réplica infiel (2016)

10. Nuria Enguita, directora de Bombas Gens, Valencia: Elements of Vogue (2017 - 2018)