Un comisario ante el abismo en CaixaForum Barcelona
La exposición En caída libre, comisariada por el lisboeta João Laia a partir de los fondos de “la Caixa” y el MACBA, utiliza la imagen de la caída como metáfora de los tiempos de transformación acelerada en la que vivimos
9 octubre, 2019 16:32Vivimos tiempos de transformación acelerada. Muchos valores que funcionaban como puntales de la sociedad se han derrumbado. Todo ello provoca una sensación de abismo, de caída, que, por un lado, puede ser angustiosa, pero, por el otro, abre hipótesis diversas de cara al futuro. La nueva exposición de CaixaForum Barcelona, En caída libre, utiliza la imagen de la caída como metáfora de ese cambio profundo a través de trece obras de arte contemporáneo de once artistas, que ilustran y reflexionan acerca de este momento de crisis estructural. La muestra está comisariada por el lisboeta João Laia (1981), conservador jefe de las exposiciones del museo de arte contemporáneo Kiasma de Helsinki, que ha sido uno de los tres ganadores de la nueva convocatoria de comisariado del Programa de Apoyo a la Creación Artística de ”la Caixa” para proyectos expositivos basados en los fondos de ”la Caixa” y del MACBA.
La muestra incluye 13 obras que van desde 1969 hasta la actualidad, de disciplinas diferentes como la instalación, la pintura, la escultura, el vídeo, la fotografía y una pieza sonora. El proyecto parte del hecho histórico del abandono de los acuerdos de Bretton Woods en 1971 —que habían regulado la economía del mundo occidental desde la Segunda Guerra Mundial— y la consiguiente pérdida del carácter físico de las transacciones económicas como acontecimiento decisivo del periodo. Las implicaciones sociales, políticas, ecológicas, antropológicas y psicológicas de aquel hecho condujeron a una sensación generalizada de inestabilidad y desorientación, una sensación de estar abocados al abismo, que dura hasta nuestros días.
João Laia ha elegido la gran instalación Laberint [Laberinto] (1969-1974) de Àngels Ribé, perteneciente a la Colección MACBA, como eje central de la exposición, puesto que, por su forma en espiral, ejemplifica la posición de precipicio del que habla el proyecto. Este laberinto, de diez metros de diámetro con paredes de plástico amarillo transparente, permite que el público pueda transitar por dentro. El hecho de que la pieza sea como un obstáculo físico alude a la actual idea de territorio como fuente de conflictos. La obra es la reconstrucción del trabajo que la artista presentó en 1969 en el castillo de Verderonne.
A partir de aquí, la exposición tiene un carácter circular, definido por el laberinto de Ribé, que se convierte en una referencia de bucle, como síntoma de la condición contemporánea. Las once obras restantes muestran las transformaciones que se han producido en las últimas décadas en los ámbitos de la ciencia, la ecología, la economía, la geografía, la identidad, la política y la representación.
En la entrada de la exposición, un vídeo de Dara Birnbaum y Dan Graham de 1980 analiza la retórica de los informativos televisivos, que conecta con el contexto actual marcado por las fake news y los «hechos alternativos». La película en 16 mm de Runa Islam, Assault [Asalto], de 2008, protagonizada por un personaje andrógino, actúa como una alucinación-espejo que representa y estimula emociones del malestar psicológico.
Las dos fotografías de Andreas Gursky que están presentes en la muestra analizan aspectos de la estructura socioeconómica actual, como el sistema financiero y los efectos del turismo de masas, a través de la imagen nocturna y a media altura de un rascacielos de la sede de un banco de Hong Kong y de una perspectiva aérea de las ruinas de Tebas, en Egipto. El vídeo The Radiant [El radiante], de 2012, de The Otolith Group, toma como partida el desastre nuclear de Fukushima para mostrar la interdependencia de la ecología y la economía. La obra de Iman Issa, por otra parte, desestructura la idea de monumento conmemorativo, con una vitrina de objetos cotidianos de un economista cuyo nombre llevan ahora la calle y las plazas que frecuentaba.
Elaborada con tejido de lana, Rosemarie Trockel utiliza en su obra de 1985-1988 dos logotipos icónicos, el de Pura Lana y el de Playboy, para criticar dos concepciones antagónicas que históricamente se han impuesto a la mujer: ama de casa y objeto de deseo sexual. Del mismo modo, la pintura Schwarze Mutter mit schwarzem Kind [Madre negra con niño negro] (1985), de Georg Baselitz, muestra la condición humana múltiple de mujer, madre y negra. Las dos esculturas de June Crespo, ambas fechadas ese mismo año, Instrumentos y fetiches y Helmets (VII), reflexionan acerca de los modelos contemporáneos de representación de la condición femenina.
Por último, The Audience [El público] (2010), de Pedro Barateiro, se despide de los visitantes con una instalación formada por una serie de esculturas que aluden a diferentes tipos de producción y recepción del discurso en el espacio público y la fragmentación de esta plataforma de debate colectivo. Aquí el visitante escuchará de nuevo los comentarios del vídeo de Dara Birnbaum y Dan Graham, situado al inicio de la muestra.
Además, ocho piezas sonoras seleccionadas por el poeta Eduard Escoffet (Barcelona, 1979) y reunidas bajo el nombre de Ones gravitacionals [Ondas gravitacionales] (2019), dialogan con las obras expuestas. El proyecto ha sido ideado en el marco del ciclo Esto no es una visita, que propone visitar una exposición desde la mirada particular de un creador contemporáneo convertido en guía para un día. Para ello, el visitante tendrá que utilizar una audioguía.
La novedad de esta cuarta convocatoria del Programa de Apoyo a la Creación Artística de la institución es que se ha ampliado su alcance territorial a Portugal. Los demás comisarios seleccionados para esta temporada son la alicantina Diana Guijarro, con la exposición Dónde estamos, dónde podríamos estar, que se inaugurará en marzo de 2020, y el equipo residente en Barcelona y formado por Beatriz Escudero y Francesco Giaveri, con So lazy. Elogio del derroche, que abrirá en julio de 2020.