El origen de la fotografía, cuando en las expediciones viajaban artistas
El Museo Universidad de Navarra muestra 900 piezas de su colección en las que se vislumbra los inicios de la fotografía.
8 diciembre, 2023 01:43El Museo Universidad de Navarra tiene entre sus misiones principales el estudio de la fotografía desde sus orígenes, el desarrollo de la misma en su colección y la divulgación. Un programa de exposiciones avala esos propósitos con una pasión encomiable sostenida por los directores artísticos Rafael Levenfeld y Valentín Vallhonrat, quienes han comisariado la muestra Una tierra prometida. Del Siglo de las Luces al nacimiento de la fotografía. El fallecimiento de Levenfeld, a las pocas semanas de la inauguración, convierte a la exposición en un acto de homenaje a la valiosa contribución que legó al museo.
La muestra ofrece un apabullante despliegue mediante 900 piezas organizadas en tres grandes ejes: 1) Una colección de álbumes de dibujos y grabados desde mediados del s. XVIII a mediados del s. XIX que refieren una parte del conocimiento en esos momentos en ámbitos como la flora y la fauna, la arqueología y las antigüedades, Oriente Próximo, Egipto, Latinoamérica y Europa. 2) La edición imperial original de la Description de l’Égypte: los célebres álbumes napoleónicos de la ocupación de Egipto en 1798. 3) Una selección de las primeras fotografías de Oriente y España: daguerrotipos, papeles a la sal, albúminas y fotograbados.
De ese modo asistimos a un viaje en varias direcciones conectadas: la de la historia del origen de la fotografía y de su función auxiliar de la ciencia y del arte; la de la expansión colonial por el Oriente Próximo, y la de la génesis del imaginario orientalista que fue tomando forma a través de artistas, escritores y científicos.
Un asombro estético recorre esta muestra que no está ausente de una mirada crítica
Y ese viaje suscita también juicios críticos sobre el etnocentrismo europeo que, como zona de sombra, emerge a la vez con el movimiento de la Ilustración. D’Alembert en la Enciclopedia proclamaba en 1751 “la buena nueva de la luz” para conocer el mundo. Y también Condorcet unos años después. La muestra en el MUN nos permite recorrer las páginas de la Enciclopedia de Diderot y D’Alembert que, con sus destellos ilustrados y estéticos, sintetizaba buena parte del conocimiento de la época.
Todo ello acontece en la visita cuando merodeamos por los álbumes de dibujos y grabados de Vivant Denon, Alexander von Humboldt, Georg Dionysius Ehret, David Roberts, Jean-François Champollion, Giovanni Battista Piranesi, Genaro Pérez Villaamil, y los daguerrotipos, calotipos y albúminas de Girault de Prangey, Noël Lerebours, Maxime Du Camp, Félix Teynard, Auguste Salzmann, Francis Frith, Antonio Beato, Louis DeClerq, Félix Bonfils, Adelphoi Zangaki, Gustave Beaucorps y Alphonse Delaunay, entre otros.
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Una sala destacable es la que presenta los álbumes de grabados del proyecto Description de l’Égypte, de finales del siglo XVIII. Napoleón Bonaparte invade Egipto en su tentativa de colonizar Oriente Medio y lleva consigo, junto a su ejército, una comisión científica integrada por 167 sabios –ingenieros, científicos, arquitectos, matemáticos, químicos, médicos, pintores, botánicos y otros expertos– para documentar científicamente y registrar con imágenes los territorios, la cultura y el mundo biológico. En aquella tentativa tuvo un antecedente relevante la emergencia de la Arqueología como disciplina científica.
Otras salas prosiguen en su muestrario de dibujos, grabados y fotografías a lo largo del siglo XIX. Especialmente sugestivos y encantadores son los dibujos y grabados de botánica, por un lado, y los paisajes monumentales que registraron con las primeras técnicas fotográficas. Esos paisajes conformaron el universo exótico y costumbrista del imaginario orientalista, que alentaron otros viajes de artistas, escritores y viajeros europeos de diversa índole para confrontar la otredad y mistificar ese imaginario.
Otro apartado relevante muestra cómo el viaje a Oriente se expandió al sur de España, cuando franceses e ingleses, principalmente, generaron una imagen distorsionada mediante tópicos y estereotipos de la otredad próxima, la española, en la propia Europa. En este apartado sobresalen las tipologías creadas por Delaunay, Beaucorps, Napper y otros. Todo ello ofrece una muestra que en su afán divulgativo no está ausente de una mirada crítica. Un asombro estético la recorre y tendrá continuidad en otra muestra que prolonga ese programa sobre los orígenes de la fotografía y sus metamorfosis en el acontecer histórico y social. Asimismo, una serie de publicaciones completarán ese propósito del MUN.
Vik Muniz y su 'Flora Industrialis'
El artista brasileño Vik Muniz (São Paulo, 1961) propone un diálogo con la muestra Una tierra prometida mediante un juego de apropiación de algunos grabados y dibujos de los álbumes de flora latinoamericana del siglo XIX de la Colección Museo Universidad de Navarra, dentro del marco de un proyecto del programa de residencias artísticas Tender Puentes del museo. Como artista interesado en las fronteras entre el arte artesanal y la reproducción mecánica, entre el arte más sublime y la cultura popular, entre lo efímero y lo perdurable, entre lo natural y lo artificial, entre la idea y la materia, muestra un bello catálogo imaginario que titula Flora Industrialis.
Hay ironía en ese inventario que disuelve las analogías con la herencia moderna representada en las ilustraciones de botánica que vendrían a clasificar ese patrimonio natural. Diríase que nos invita a una recepción visual de esas imágenes de un modo que se problematice el estatuto de verdad de esa singular Flora. En realidad, es una cuestión que recorre toda la historia de la fotografía, sus modos de representación icónica o indicial. La verdad es una construcción que no siempre se corresponde con una realidad natural: Muniz propone una verdad poética de revelación y no de adecuación entre la imagen y el mundo. Interpreta y reconfigura lo que existe, pero establece una cesura, una enigmática tensión entre la imagen nueva y el referente. Convierte un puñado de flores artificiales en un encantador catálogo botánico capaz de evocar las mismas experiencias estéticas que las que motivaron su proyecto.