Elba Benítez, Rebeca Blanchard y Pati Lara, tres generaciones de galeristas guerreras
Hablamos con ellas sobre mercado, vocación y políticas culturales, de una profesión de riesgo que depende de las fluctuaciones del mercado.
9 marzo, 2024 01:46En España las galeristas son las reinas del mercado del arte: Juana de Aizpuru, Soledad Lorenzo o Helga de Alvear han labrado trayectorias meteóricas y su camino está indiscutiblemente unido al éxito de nuestros artistas más internacionales.
Nuevas generaciones de mujeres se abren paso en un sector que no para de crecer facturando alrededor de 400 millones de euros en épocas precovid (según el informe de 2020 de la Fundación ”la Caixa”), cifras que se esperan volver a alcanzar en los próximos años.
Pero ¿cómo se llega a ser galerista? Los inicios de las tres están marcados por la casualidad. Elba Benítez (Las Palmas de Gran Canaria, 1952) inaugura su galería en 1990: “Estudié Políticas y pensé que mi vida iba a ir hacia la diplomacia, como no tenía una titulación artística creía que no podría trabajar en este sector, aunque siempre me interesó el arte, era mi hobby. Mi pareja entonces me hizo creer que era capaz y me ayudó a descubrir una vocación con la que sigo entusiasmada después de 34 años”.
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Rebeca Blanchard (Londres, 1977) inaugura su galería Nogueras Blanchard –recién fusionada con Joan Prats– en 2004: “Estudié historia del arte en Londres, siempre me ha apasionado. Después de un par de años de prácticas como asistente curatorial en Nueva York, Alex Nogueras a quien había conocido en Barcelona me llamó para decirme que abría una galería, que volviera para empezar este proyecto juntos”.
Pati Lara (Barcelona, 1988), que pertenece a la generación más joven de galeristas, inaugura su galería en 2014 y le debe su vocación al escritor surrealista Louis Aragon, por el que decidió abandonar sus estudios de literatura y adentrarse en el mundo del arte.
Tras esta decisión se mudó a Londres para estudiar un máster en teoría del arte. “Comencé a realizar prácticas en galerías y a entender que ese era el mundo que me interesaba.Un día, por casualidad, encontré un espacio que no era más que un garaje. Así que con 26 años y sin tener mucha idea de lo que estaba haciendo inicié The RYDER Projects”.
Una vez se da el paso lo más importante es elegir bien a los artistas, una decisión crucial que marcará la identidad de la galería. Para Benítez es, sin duda, “una decisión meditada. Lo pienso muy bien porque no es solo tener buenos artistas sino saber si la galería es capaz de cumplir sus expectativas: en el caso de los jóvenes, poder situarlos en un nivel internacional, y, con los ya consolidados, poder continuar su carrera”.
Blanchard afirma que juega primero “la intuición, a la que le sigue una decisión meditada”, y Lara, en cambio, consensúa sus decisiones con su socio desde 2019, Rafael Barber: “Debo creer en el trabajo; no sólo importa la calidad sino el esfuerzo diario y la conexión personal. También busco que tenga un bagaje institucional y si colabora con alguna otra galería internacional, mejor. El pálpito es importante, pero al final ese pálpito debe meditarse”.
Aunque la intuición raramente se equivoca es inevitable cometer errores. Rebeca Blanchard y Pati Lara coinciden en que su participación en determinadas ferias internacionales ha sido un error, aunque eso forme parte de su aprendizaje.
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Benítez lamenta no haber tenido un equipo permanente: “He formado a mucha gente, pero no he tenido un equipo que a lo largo de los años me acompañara, y eso ha exigido mucho de mi”, pero también cuentan los aciertos, que son muchos. “Dejarme guiar por mi intuición me ha llevado siempre al buen camino, además me enorgullezco de la relación que he establecido con los artistas y con el equipo. He intentado formar familias y afectividades”.
Pati Lara destaca sus comienzos en Londres: “Empezar mi trabajo fuera de España fue un acierto ya que me permitió ver el mundo del arte desde otra perspectiva, pero también fue una buena decisión volver y entrar en un mercado familiar”. Y Blanchard, la diversidad de localizaciones: “Abrir un segundo espacio en Madrid el 2012, impulsar el distrito cultural de L’Hospitalet y asociarnos con la galería Joan Prats”.
Innovar en esta profesión parece difícil, pero hay nuevos caminos. “Se siguen modelos de galería del siglo XIX que ya aparecían en las novelas de Flaubert”, cuenta Elba Benítez, pero afirma rotunda que es posible innovar. “Una galería es una empresa que tiene que adaptarse a la sociedad. A nivel artístico aún hay muchas ideas que se pueden hacer, más allá de lo mercantil, y que personalmente ya tengo en la recámara”.
Un ejemplo son las fusiones, como la que ha llevado a cabo recientemente Nogueras Blanchard. “Colaboramos desde el año 2013 con la galería Joan Prats. En el 2021 lanzamos un proyecto colaborativo en el Ampurdán en los meses de verano, también junto con la galería Bombón con la finalidad de activar nuevos contextos y ganar públicos. Asociarnos nos hace más fuertes y nos permitirá hacer más proyectos y trabajar mejor. Creemos que estaremos más preparadas para los desafíos a los que se enfrentan las galerías medianas, como la capacidad de apoyar a nuestros artistas a pesar de las fluctuaciones del mercado”.
Lara está de acuerdo: “Mi experiencia trabajando en otros mercados me ha demostrado lo importante que es este factor”. Al ministro le pediría un cambio en el IVA y una activación de la Ley de Mecenazgo, dos cosas que ayudarían al sector cultural de todo el país.
Blanchard incide en la instrumentalización de la cultura por parte de la política. “Los políticos instrumentalizan el arte más que fomentar su desarrollo. La reducción del IVA es fundamental para que podamos seguir existiendo en un marco de competitividad en un mercado global. Llevamos más de 20 años tras una Ley de Mecenazgo como en Francia, también es necesario suprimir la reducción de presupuestos a las instituciones culturales. La actividad cultural española necesita ser impulsada, no machacada”.
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Sobre sus objetivos a medio o largo plazo la respuesta es común. “Seguir. Por supuesto. Hasta que me funcione la cabeza”, afirma sonriendo Benítez. “Mantenernos”, asegura rotunda Rebeca Blanchard. Lara concreta más: “Seguir ampliando la presencia de The RYDER en ferias internacionales, ya participamos en ARCO (Madrid), en Liste (Basel) y en Material (CDMX). Espero que esta lista siga aumentando. Por otro lado, también me interesa traer nuevos artistas de fuera de España a Madrid”.
Para finalizar una mirada al pasado. Les preguntamos por una galerista que les haya servido de inspiración y el nombre de Juana de Aizpuru resuena con fuerza. “Desde el principio ha sido Juana. Siempre fue mi modelo, quise aprender de ella, deseaba llegar a tener esa presencia en la escena”, confiesa Elba Benítez.
También para Pati Lara ha sido referente: “Me llama la atención la capacidad de Juana de Aizpuru para armar un evento como ARCO, creo que tenemos mucha suerte de vivir en un país en el que los mayores referentes del mundo galerístico son mujeres fuertes e independientes que supieron llevar adelante un proyecto tan sacrificado como es una galería de arte”. Y así sigue siendo.