Damaris Pan, ganadora del 39.º Premio de Pintura BMW: "La imposibilidad de pintar es lo que hace posible pintar"
- La artista vizcaína ha obtenido uno de los galardones de pintura más longevos y prestigiosos del país.
- Más información: Damaris Pan gana el 39 Premio BMW de Pintura con una obra que conecta lo monstruoso y lo humano
Su nombre, de resonancias bíblicas, remite a las deidades griegas sin ser ella nada de eso. Nacida en una pequeña aldea de mil habitantes de Vizcaya, comenzó a dibujar de pequeña porque se le agotó el pueblo pronto, dice.
También cuenta que sus recuerdos de la intensidad de dibujar de entonces, de insistir en busca de algo que no sabía a ciencia cierta qué era, son muy parecidos a los de ahora.
Damaris Pan (Mallavia, Vizcaya, 1983) se aferra al suelo cuestionándose las taxonomías, sospechando de cualquier etiqueta impuesta. Esa indefinición es el terreno fluído en que se mueve su pintura, sólida como un cubo de alabastro, pero ligera y rítmica como una ágil pieza musical.
Pregunta. ¿Cómo le va a cambiar la vida el Premio BMW de Pintura?
Respuesta. No lo he pensado y no tengo ni idea de cómo va a repercutir, tampoco me preocupa. Trabajo lo suficiente y estoy satisfecha. Estoy muy acostumbrada a no ganar.
P. Háblenos de la obra ganadora, All monsters are human II.
R. Me parecía que tenía unas cualidades rotundas para generar un golpe de vista inmediato, pero que, a su vez, a nivel matérico, tiene una complejidad y una riqueza que podía destacar en un concurso con un poder de convocatoria tan alto [1.700 piezas presentadas en ambas categorías].
P. Su pintura tiene volumen, textura y es bastante matérica. ¿Cuánto de escultura hay en ella?
R. En mi formación ha tenido mucho peso la escultura. Estuve en las clases de Ángel Bados que para mí ha sido la influencia más importante: la manera de entender la forma, los pesos, las relaciones de la materia y sus tensiones, aunque ha habido un cambio en el Museo Patio Herreriano.
P. Esta es su primera exposición institucional. ¿Qué podemos ver allí?
R. Tenía ganas de empezar con algo exento a la pared, llevaba tiempo recopilando materiales en el estudio, y empecé a trabajar con eso. Hay piernas que son peanas y una columna con la que tengo una relación muy afectiva. El trabajo que he desarrollado durante más de un año es mi manera de pintar, a cabezazos con la pintura, a base de cambios hasta que voy encontrando una imagen. No hay una idea o un proyecto como tal, sino que es una evolución constante.
P. ¿Qué significa el título Oalddilal V?
R. Es un anagrama de las letras de Valladolid. Remite a algo que podría ser un personaje, un rey, una palabra cotidiana transformada. Me interesa aplicar eso en mi metodología, en mi trabajo, que las cosas se hayan desplazado de donde las esperas, que haya tensiones en los lugares incómodos.
P. ¿Se siente pintora o escultora?
R. No me interesa verme como nada. No me gustan las etiquetas. Cuando me llaman artista mujer, digo: “no soy mujer”. Cuando dicen pintora respondo: “no soy pintora”. Me muevo de manera orgánica.
P. ¿Qué arte le interesa?
R. ¡El mejor! (risas) El que se interroga a sí mismo, el que no pretende representar algo sin tenerse en cuenta. Me interesa la pintura como un medio que debe cuestionarse.
P. ¿Qué artistas le inspiran?
R. Filósofos como Christoph Menke y Theodor Adorno.
P. ¿Qué busca en su trabajo?
R. Investigo sobre todo la construcción de sentido desde lo material. Mi preocupación esencial está en la estética.
P. Entonces, ¿no quiere contar ningún relato? ¿Es, simplemente, un ejercicio plástico?
R. No simplemente, diría más bien complejamente.
P. ¿Cómo es su proceso?
R. Como un motor constante. Siempre hay cosas en marcha en el estudio. De todo aquello que voy haciendo se van generando restos que son el comienzo de otra cosa. Trabajo en óleo y los tiempos de secado son lentos, lo que me permite desvincularme. También me gusta mucho dibujar a lápiz, algo más ligero que supone menos pelea, porque la pintura a veces es una pelea dura.
P. ¿Una pelea?
R. La imposibilidad de pintar es lo que hace posible pintar. Es la manera en la que yo la vivo, de un modo intenso, como una pelea a nivel intelectual y físico: dar con los tonos, con las relaciones de color exactas para que vibren, con las tensiones que tiene que haber en el cuadro. La pintura me ha hecho cuestionarme muchas cosas que a su vez vuelven a cuestionar la pintura misma. Es algo que disfruto por la exigencia que supone, pero reconozco que también es agotador.
P. Es profesora de pintura en la Universidad del País Vasco. ¿Se siente continuadora de la Escuela Vasca?
R. El contexto vasco es muy exigente. Han sido mis referentes, pero nunca me he sentido aceptada en esa familia, y no lo digo como queja. Me he sentido parte, pero no me han hecho parte. Las mayores oportunidades me han llegado de fuera. Siempre me he sentido muy al margen. Es una familia cerrada, no todo entra.
P. Hizo su tesis sobre la anomalía como fundamento artístico. ¿Cómo le ha influido?
R. Sobre todo me permitió leer mucha Estética. Me la dirigió Fito Ramírez Escudero, que ha sido un gran apoyo y un referente para mí. Falleció el año pasado y no se le ha hecho ningún reconocimiento. Ha apoyado a artistas jóvenes, subvencionando talleres con su dinero, por ejemplo, con una galería sin ánimo de lucro. Me he acordado mucho de él durante la gala del Premio BMW.
P. ¿Cree que lo digital ha cambiado nuestra relación con lo visual, con la imagen?
R. Evidentemente, la inmediatez tiene que ver con esa idea de insistencia de la que hablaba al principio.
P. ¿Dónde la podremos ver?
R. En ARCO. Tendré un solo en la galería Fermay de Palma de Mallorca, en la sección Opening.
Hechizo en el multiverso
Entre el videoarte, el videojuego y el diseño 3D emergen atmósferas distópicas y nuevas narrativas como ensoñaciones del futuro, entre ellas la de Serafín Álvarez (León, 1985). Spell, la obra ganadora del Premio BMW en la categoría de Arte Digital transita entre lo atávico y lo contemporáneo, con heterogéneos acercamientos a la ciencia ficción y al tecnochamanismo. Conjuros virtuales que evocan prácticas ancestrales.