Image: Matthew Barney
Matthew Barney
Arte en el mundo
5 diciembre, 2002 01:00
Surrealismo y fantasía se dan cita en el ARC con el ciclo completo de "Cremaster", obra maestra de Matthew Barney, con un espectacular montaje con esculturas y dibujos.
Matthew Barney (1967), figura destacada dentro del panorama del videoarte de los años noventa, presenta por primera vez en Francia, en el ARC de París, la serie completa de "Cremaster". Comisariada por Nancy Spector, es una producción del Museo Guggenheim de Nueva York en colaboración con el ARC y el Museo Ludwig de Colonia.
"Cremaster" es un compendio de videoarte y escultura y versa sobre una exploración en profundidad de la identidad masculina. A finales de los años ochenta, Barney realizaba un tipo de videoarte centrado en la representación del cuerpo y su diálogo con el espacio. "Cremaster" implica, pues, una marcada ruptura al girar hacia una estética de carácter surrealista donde hadas, sátiros y demás personajes se reservan el protagonismo. Partiendo del interés del artista por el tema de los fluidos del cuerpo y la anatomía masculina, las imágenes enlazan a su vez con temas relacionados con el deporte (Barney fue atleta en su juventud) o la alquimia alcanzando, en la mayoría de los tramos, escenarios realmente barrocos aderezados con maquillajes y prótesis inverosímiles, vestuarios y máscaras que acentúan el carácter épico de una "obra de arte total", con evidentes resonancias mitológicas.
Matthew Barney (1967), figura destacada dentro del panorama del videoarte de los años noventa, presenta por primera vez en Francia, en el ARC de París, la serie completa de "Cremaster". Comisariada por Nancy Spector, es una producción del Museo Guggenheim de Nueva York en colaboración con el ARC y el Museo Ludwig de Colonia.
"Cremaster" es un compendio de videoarte y escultura y versa sobre una exploración en profundidad de la identidad masculina. A finales de los años ochenta, Barney realizaba un tipo de videoarte centrado en la representación del cuerpo y su diálogo con el espacio. "Cremaster" implica, pues, una marcada ruptura al girar hacia una estética de carácter surrealista donde hadas, sátiros y demás personajes se reservan el protagonismo. Partiendo del interés del artista por el tema de los fluidos del cuerpo y la anatomía masculina, las imágenes enlazan a su vez con temas relacionados con el deporte (Barney fue atleta en su juventud) o la alquimia alcanzando, en la mayoría de los tramos, escenarios realmente barrocos aderezados con maquillajes y prótesis inverosímiles, vestuarios y máscaras que acentúan el carácter épico de una "obra de arte total", con evidentes resonancias mitológicas.
