Image: Neal Tait

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Arte internacional

Neal Tait

Arte en el mundo

26 junio, 2003 02:00

White Cube, Londres. Hasta el 5 de juliowww.whitecube.com

Segunda exposición de Neal Tait en el espacio londinense de Jay Joplin tras su interesante muestra de retratos de 2000


Neal Tait es uno de esos pintores cuyo trabajo ha de insertarse en la investigación sobre la imagen, en el proceso creativo y en la atención a las posibilidades narrativas de su medio. En el invierno de 2000 ya realizó en White Cube una sugerente exposición individual que ponía el acento en el género del retrato, práctica que no parece haber abandonado en su muestra actual. La obra de Neal Tait debe asimismo entroncar con una tendencia pictórica, entre cuyos representantes podemos citar a Luc Tuymans, Marlene Dumas, Elizabeth Peyton o Lucy McKenzie, que pretende analizar la viabilidad de la pintura como soporte, indagando en aspectos inherentes a la propia pintura, como las sempiternas consideraciones de fondo y figura o el cromatismo, pero también adentrándose en territorios de carácter político, social, religioso o tendentes, en muchos casos, a lo cruel y lo violento.

La mayoría de estos pintores, pienso especialmente en Tuymans, juegan con el sujeto a través de un proceso de ocultación y revelación, negando y afirmando la imagen. La cruzada entre figura y fondo, la falta de expresividad y la constante inclinación hacia los colores apagados propician una atmósfera misteriosa e inquietante. Si recordamos los retratos de Tait de hace tres años muchos de ellos miran al espectador. Sin embargo, y pese a su apariencia icónica, ninguno de ellos logra mostrar un ápice de expresividad, escondiéndose tras rostros impersonales, como si de caretas se trataran, evitando todo contacto con el espectador. Los cuadros actuales siguen mostrando ese carácter enigmático. El artista ha pasado una larga temporada en Roma. De este hecho deriva el talante esteticista de algunas de sus obras, un aire complaciente que se materializa en arquitecturas intuidas, de colores devaidos, con fondos que delatan un profundo sentir poético.

Hay miradas atentas al fragmento, como captadas a través de un zoom (algo muy característico de Tuymans), escenas que en su aparente banalidad y normalidad, una camiseta, una sombrilla, etc., esconden significados escabrosos. Tait obliga al espectador a una contemplación certera, a un intenso diálogo con la pintura que le permita discernir una imagen hermética que huye de nuestra percepción habitual. Tait, como los pintores mencionados más arriba, utiliza como fuente fotografías recortadas de periódicos y revistas a través de las que inicia su investigación sobre las particularidades de la imagen. Distorsiones en la escala y el cromatismo y contornos vaporosos trasladan a ésta a un nivel mucho más cercano a lo mental que a lo tangible. Referencias que se disuelven en el propio soporte convirtiéndose en trazos evanescentes de una realidad difusa.