Image: Luc Tuymans

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Arte internacional

Luc Tuymans

Arte en el mundo

1 julio, 2004 02:00

Tate Modern. Londres. UK. Hasta el 26 de septiembrewww.tate.org.uk/modern/default.htm

Tras la inauguración de la exposición de Edward Hopper, la Tate Modern presenta ahora la obra de otro gran pintor figurativo: Luc Tuymans

Esta exposición del belga Luc Tuymans pretende ser un complemento a la muestra de Hopper. El pintor belga, nacido en Amberes en 1958 es unos de los grandes referentes de la pintura contemporánea. Su obra es una respuesta clara a los que han denostado la pintura a lo largo de toda la segunda mitad del siglo XX, una respuesta al permanente cuestionamiento sobre su capacidad narrativa y expresiva. Tuymans comenzó a pintar bien entrados los años setenta pero a comienzos de los ochenta, cansado de los pocos resultados que conseguía con la pintura, se pasó al lenguaje cinematográfico. Esta apuesta fue certera y decididamente próspera. ¡para su pintura!! El regreso de Tuymans a la pintura está caracterizado por la inclusión del vocabulario que había aprendido en el cine, "close-ups", secuencialidad... En suma, los elementos que le han convertido en uno de los artistas más importantes de la actualidad.

La exposición que presenta la Tate Modern londinense, comisariada por Emma Dexter es una coproducción entre la institución británica y la K21 de Dusseldorf, uno de los centros más activos de Europa (hace pocas semanas comentábamos en este sitio una magnífica exposición de Thomas Shötte. La muestra está compuesta estrictamente por pinturas. Esto puede parecer, en principio, algo extraño si tenemos en cuenta que Tuymans trabaja con dibujos preparatorios así como con recortes de revistas, periódicos, fotografías, "frames" de películas, polaroids, diapositivas... La comisaria ha decidido aislar la pintura de todas sus fuentes. Encontramos en las salas una suerte de "desinformación", un cuerpo de trabajo que aparece inmerso en nebulosa. Sin embargo, ese es el juego de Tuymans. El artista belga presta la misma importancia a lo que se ve y al lo que permanece oculto, invisible ante nuestros ojos. Lo que no vemos tiene un grandísimo significado.

La obra de Tuymans tiene narrativas diversas. Puede hablar de política y de historia (su presencia en la última Documenta y en la Bienal de Venecia de 2001 estaba sustentada en una mirada de carácter crítico hacia temas relacionados con la historia colonial de su país), pero puede también hablar de lo más absurdo y banal. Son conocidas sus fachadas de casas, su mirada a telas y tapices pero si algo caracteriza su trabajo es la frialdad de su postura con respecto a los motivos. Como han dicho muchos críticos, no es difícil imaginar a Tuymans en su estudio pintando completamente desganado. Su paleta es despreocupada, como si el cuadro en cuestión, le fuera totalmente indiferente. Pintadas en pequeño formato, sus obras parecen sutiles reverberaciones que, pese a la indiferencia de la que hablamos, produce en el espectador un cierto sentimiento de tensión, un pequeño desgarro del que no es fácil aislarse, pese a la aparente banalidad del tema, a su frialdad, a su distancia. Una exposición para no perderse, una itinerancia a la que bien podría sumarse alguna institución española. ¿Se imaginan a Tuymans en el Palacio de Velázquez?