Yves Klein
Arte en el mundo
14 octubre, 2004 02:00Gran retrospectiva de la obra de Yves Klein, autor de un conjunto de trabajo de gran originalidad e influencia para generaciones venideras
Yves Klein construyó su particular universo en tan solo siete años. En ese tiempo fue capaz de marcar el camino para los artistas del happening y la performance, el land art y el body art. Klein trabajaba para transgredir todos los límites posibles. Con su famoso "Salto al vacío", una fotografía de 1960 en el que aparece suspendido en el aire, el artista quiso desafiar a la gravedad. Probablemente no sería consciente de todo lo que esa obra implicaría, su influencia en generaciones futuras, no ya solo en fotografía sino también en otras ramas de la creación artística contemporánea. La gran personalidad de Yves Klein le llevó a situar su obra en muy diferentes planos, desde la concentración y atenta focalización en un tema hasta la total ausencia de fronteras. No en vano, el artista realizó obras que han de encuadrarse, en principio, en conceptos antitéticos. Sirva como anécdota el hecho de que Klein no se interesara en principio por el arte, a pesar de haber nacido en un ambiente familiar artístico, y sí por el judo. En su juventud, Klein se interesaría mucho por este arte marcial asociado al zen. Durante su corta vida estuvo vinculado a este tipo de experiencias orientales relacionadas siempre con la inmaterialidad y el vacío.La primera aparición pública de Yves Klein tuvo lugar en 1955 cuando presentó un cuadro en el Salón des Réalités Nouvelles. El cuadro, un monocromo naranja, fue rechazado justificando que no era válido el trabajar con un solo color para construir una composición. Esa obra estará expuesta en la primera planta de la Shirn Kunsthalle junto con otros monocromos realizados en la misma época. La muestra también incluye, lógicamente, sus monocromos azules, color que el artista consideraba perfecto para representar lo intangible y la naturaleza visible. Klein patentó el International Klein Blue, un azul ultramarino de gran intensidad que creo con la ayuda de un químico. Este azul se convirtió en una obsesión para Klein hasta el punto de ofrecer cócteles de color azul en las inauguraciones de sus exposiciones, organizar el lanzamiento de miles de globos azules y la intención utópica de convertir todo Francia en una superficie pictórica. En la exposición no faltan las famosas Antropometrías, obras realizadas utilizando el cuerpo femenino como pincel con lo que se introducía el concepto de pintura en el espacio.