Image: Jean-Michel Basquiat

Image: Jean-Michel Basquiat

Arte internacional

Jean-Michel Basquiat

Arte en el mundo

1 septiembre, 2005 02:00

MOCA Los Ángeles. Hasta el 10 de octubre. www.moca.org

Jean-Michel Basquiat (1960-1988) es uno de los grandes nombres de aquella tremenda explosión que tuvo lugar en los Estados Unidos durante la década de los ochenta, los años del boom de la pintura y del mercado, los años de Reagan, los años en definitiva, en que la pintura volvía a pertenecer a los pintores y no sólo en Estados Unidos, sino también en Europa, fundamentalmente en Alemania y en Italia, pero también, quizá en menor medida, en España. Conviene recordar que Basquiat era esencialmente un grafitero pero un grafitero con verdaderas ambiciones artísticas. Su quehacer artístico trascendía la mera disposición de spray-painting sobre muros sino que miró también hacia algunos de los grandes pintores norteamericanos del expresionismo abstracto e incluso más lejos en el tiempo: a los grandes europeos Matisse y Picasso y a su fascinación por el arte y la escultura negros. Basquiat conocía perfectamente las pinturas de Pollock, Kline, De Kooning y Twombly. De este modo, su creación contenía habitualmente una marcada gestualidad. No hemos de olvidar, tampoco, las propias raíces caribeñas del artista.

Esta exposición que presenta el Museum of Contemporary Art de Los ángeles está compuesta por más de 100 piezas, entre pinturas y trabajos sobre papel, que muestran claramente no sólo la habilidad técnica del artista sino también un pleno conocimiento de los postulados pictóricos de la época: la vuelta al gesto, los mensajes textuales, la alegría del color…voces todas tan presentes en el neoexpresionismo de estos años. Y no sólo en lo técnico sino también en las temáticas utilizadas. El lenguaje pictórico de Basquiat se caracteriza precisamente por eso, por su lenguaje, por el persistente empleo de signos (la esencia del graffiti), a menudo crípticos e incomprensibles, que se definían como lo que se ha dado en llamar palabras-conceptos. No cabe duda de que Basquiat también miró a artistas como David Salle o Julian Schnabel, artistas fundamentales para comprender los ochenta norteamericanos, por diferentes motivos. Schnabel es pintor gestual, muy interesado en la figura y muy tendente al gigantismo. Salle, por su parte, muestra evidente inclinación a la apropiación de figuras y signos, todo tipo de dialécticas que se vierten en un mismo contexto, ofreciendo un marcado juego de tensiones. De ambos pintores bebió Jean-Michel Basquiat, un artista que generó polémicas entre los puristas norteamericanos (por otra parte junto a todos sus compañeros del neoexpresionismo, es necesario decir), por verse felizmente inmersos en un contexto de mercado absolutamente desproporcionado y cambiante.