Arte internacional

The Painted World

Arte en el mundo

3 noviembre, 2005 01:00

PS1, Queens, NYC. PS1, Queens, NYC. Hasta el 30 de enero. www.ps1.org

The Painted World es una exposición dedicada a la abstracción. Un intento de mostrar cómo la pintura trasciende la propia visualidad a partir de los trabajos de 23 artistas.

Bob Nickas, curator del PS1, ha elegido a 23 artistas de tres generaciones para plantear una tesis centrada en la asimilación del entorno a partir de lo sensorial y no de lo estrictamente visual. De este modo, las salas del centro neoyorquino están pobladas de referencias a lo orgánico, a la naturaleza y a una percepción de la arquitectura que se aleja de la mera representación de líneas y volúmenes para hacernos sentir el espacio en el que nos encontramos. The Painted World es un mundo de sugerencias en el que prima la levedad y lo evanescente.

De una generación que podríamos denominar como más clásica, destaca la figura de Yayoi Kusama. Los que hayan podido visitar la exposición salmantina de Barrocos y Neobarrocos, darán fe del acierto que supone la selección de este artista para esta exposición. En el Domus Artium, Kusama propone un ambiente, un lugar grato que nos afecta emocionalmente. La contribución del artista a esta exposición del antiguo colegio de Queens es, por tanto, decididamente apropiada.

De la generación intermedia tenemos a Phillip Taafee, artista estadounidense que bien podría ser otro de los referentes de la exposición. Taafee pertenece a la generación de artistas que renovaron la pintura americana en los años ochenta junto a otros creadores como Ross Bleckner. Son estos dos artistas, dos de lo máximos exponentes de una pintura muy visual que en muchas ocasiones ha sido criticada por sus excesos decorativos. La pintura de Taafee es decorativa, de eso no hay ninguna duda, pero es, al tiempo enormemente sugestiva en su trato de la forma y el color, como se pudo comprobar en aquella exposición que le dedicó el IVAM en el año 2000.

Lo más interesante de la exposición es la aportación de la generación más joven, en la que encontramos artistas que han dejado ya de ser promesas y que forman parte de las programaciones habituales de las galerías más importantes de Nueva York y de los Estados Unidos. Es el caso de Chuck Webster, que pertenece a la galería neoyorquina Zieher Smith y que practica una pintura de línea sensual y formas sencillas de carácter orgánico con una pincelada próxima a la de Phillip Guston; John Tremblay, que trabaja con Paula Cooper y que realiza formas geométricas que destacan por su fragilidad y por su apariencia endeble, como al borde de la evanescencia, o Mark Grotjahn, que trabaja con la galería Stephen Friedmann en Londres y con Antón Kern en Nueva York. Su trabajo en esta exposición es aparentemente monocromo pero, tras una mirada atenta, descubrimos todo un mundo de gradaciones.