El arquitecto valenciano Santiago Calatrava recibirá el próximo viernes el Premio Príncipe de Asturias de las Artes. En esta entrevista concedida a EL CULTURAL se declara un profundo admirador de la obra y la vida de Picasso, denuncia la situación "de supervivencia" en la que se encuentran algunas ciudades y considera la periferia la asignatura pendiente del urbanismo contemporáneo. "Hacer ciudad" es una de sus máximas aspiraciones. Calatrava, que reparte su tiempo entre Zúrich, París y Valencia, no ve inconveniente en ser encasillado como un "arquitecto de puentes" porque entiende estas edificaciones como un símbolo de la historia del hombre.

A su profundo conocimiento de las relaciones entre el hombre y su medio, Santiago Calatrava (Benimámet, 1951) añade una enorme capacidad para crear nuevos lenguajes y conseguir un corpus coherente. Así lo ha demostrado en trabajos como el puente del Alamillo de Sevilla, la torre de comunicaciones de Montjuic o el planetario de la Ciudad de las Artes y de las Ciencias de Valencia.

-Una de las cuestiones que más me interesan en mi trabajo es hacer ciudad, convertir el medio en el que vivo en una obra total, imperecedera. La arquitectura debe ser algo dinámico que ha de tener coherencia interior y exterior.

Parece llevar esta máxima estética al plano existencial. Calatrava se encuentra constantemente viajando entre Valencia, París y Zúrich. "Me gusta estar cerca de mis obras. Pensar sobre los proyectos en los que me encuentro trabajando e inspirarme en todo cuanto me rodea. Vivimos en una época de grandes comunicaciones, de modo que esta diversificación resulta mucho más fácil". Su éxito internacional, uno de los motivos principales que ha reconocido el jurado del Premio Príncipe de Asturias, no parece pesarle demasiado. "Trabajo con la misma ilusión sobre el Museo de Milwokee que sobre la estación de alta velocidad de Bélgica". Y todavía le queda tiempo para proyectar una de sus principales especialidades: los puentes. En estos momentos se cuentra trabajando sobre proyectos en Irlanda, Estados Unidos y Holanda.

Valencia y París

"No me molesta ser encasillado como un arquitecto de puentes -señala-. Creo que el puente es una obra con una alta significación en nuestra cultura. No hay más que ver ciudades como Valencia o París para darse cuenta de la importancia que tienen en su desarrollo urbanístico. Su historia, el devenir de sus gentes, puede reconocerse fácilmente a través de los puentes que comunican la ciudad. Su presencia es definitiva en el paisaje. Estas ciudades no se podrían entender sin el sentido histórico de cada uno de sus puentes."

Para trascender esta "etiqueta", que en muchos casos ha dado personalidad y carácter a muchas de sus intervenciones urbanísticas, Calatrava se refiere a la Ciudad de las Artes y las Ciencias, un proyecto en el que trabaja con especial dedicación y al que entrega buena parte de su tiempo.

"Sobre este trabajo -dice- tengo una satisfacción particular. Lo interesante es que está compuesto por un complejo de edificios en torno a los cuales hay que articular paseos, jardines, etc. Todo ello termina consolidando un tejido urbanístico fascinante que lo convierten en una obra integral. Esto, para cualquier arquitecto, es un gran reto al que merece la pena enfrentarse de una manera decidida."

Habla sobre la Ciudad como si estuviese realizando un inmenso homenaje a Valencia, un tributo que comenzó con L´Hemisferic y que desarrolla progresivamente.

"Para un profesional es una oportunidad extraordinaria. Existen muchos aspectos sobre los que trabajar. Ofrece infinitas posibilidades de intervención. Tenga en cuenta que Valencia es una ciudad muy especial que ha seguido unas pautas muy fragmentarias en su evolución urbanística. Piense en el trayecto del río Turia y las sucesivas transformaciones que ha recibido a lo largo de su historia."

La ciudad, por tanto, y sus mecanismos de desarrollo, es una de sus principales fuentes de reflexión. ¿Es posible transformar nuestro entorno? ¿Cual es su idea de ciudad?

"Me preocupan varias cosas pero una de las más importantes es la periferia. Se ha pensado mucho sobre el centro y se ha trabajado sobre él con una gran dedicación, pero creo que es en la periferia donde se encuentra el problema actual. Existen zonas inconexas a las que habría que dar una respuesta seria. Creo que hay que cambiar las condiciones en las que evoluciona el urbanismo contemporáneo. Es necesario transformar radicalmente una geografía en la que vive una gran parte de la población. Por otra parte, está la masificación de algunas ciudades. Es el caso de núcleos como México D.F. o Calcuta. Ese es otro problema que habría que solucionar de una manera inmediata. Las condiciones en estas urbes es de auténtica supervivencia. Millones de personas hacinadas... Comprenda que esta es una gran cuestión para un arquitecto. Pensar cómo resolver el problema y dar soluciones. En muchos de estos casos la arquitectura se ve completamente desarmada. El reto del nuevo milenio debería consistir en dar respuesta a estas macropoblaciones. La ciudad debe ser algo abierto donde se pueda vivir con comodidad."

Mirando el nuevo siglo

Pese a todo, su diagnóstico para el siglo que se avecina es optimista. Al menos en lo que se refiere al reconocimiento de una labor que durante años ha sido menospreciada por los algunos sectores artísticos. "Cada vez existe un mayor entendimiento entre arte y arquitectura, que debe ser entendida a su vez como un arte al servicio de la Humanidad. Yo la pondría al mismo nivel que la pintura, la escultura o la poesía y en eso creo que ejercen un papel importantísimo los premios como el Príncipe de Asturias, del que me siento muy orgulloso en primer lugar por estar ligado a la figura de Su Alteza Real Don Felipe de Borbón."

Sobre la expectación levantada en torno al nuevo milenio, Santiago Calatrava se considera un arquitecto que se inspira en el pasado pero con vocación de futuro: "En este sentido le diría que prefiero ser visto como un arquitecto del siglo XXI. Me gusta pensar en la tradición, en las formas y en los materiales, pero proyectar esos conocimientos hacia nuevas formas, nuevos lenguajes hasta llegar a un vocabulario propio cargado de resonancias y de la mayor innovación posible."

De esa tradición Santiago Calatrava rescata nombres y obras de gran envergadura. Ha tomado buena nota de sus predecesores y recuerda una "escuela española" de la que se siente profundamente deudor: "Quien mayor impacto me ha proporcionado ha sido Picasso. Todos los géneros por los que transitó son de un gran interés. El entendimiento picassiano de la vida, su manera de enfrentarse a cuanto le rodeaba, me fascina por completo. Era profundamente español y sin embargo creó buena parte de su obra fuera. Yo me identifico plenamente con esto. Me declaro seguidor de una escuela española que, además, incluye a Goya, Velázquez y Julio González.".

Wright y Saarinen

Dentro de su ámbito, Calatrava encuentra referentes muy claros en las obras de Wright y Saarinen, nombres en los que surge la inspiración y en algunos casos la continuidad.

"Realmente son nombres muy familiares para mí. Algunas de las obras que he realizado son una evidente extensión de sus trabajos. Pero le diría que también hay otros artistas que me interesan, como es el caso de Gaudí. Su obra me emociona muchísimo."

El próximo viernes 22 de octubre, Santiago Calatrava recibirá en el Teatro Campoamor de Oviedo el Premio Príncipe de Asturias de las Artes 1999 que reconoce, entre otras cosas, su "original entendimiento del volumen y el empleo de nuevos materiales y tecnologías en la búsqueda de una estética innovadora". Son unas cualidades a las que Calatrava parece haber llegado por una justa combinación de talento, trabajo e indagación.
"Mi parte de escultor me hace buscar en las formas, estar atento a los tamaños con los que trabajo constantemente. Me obsesiona que en esta búsqueda surga algo personal, mínimamente coherente. Me preocupan de manera especial los cambios de forma, el lenguaje, la transformación... Los materiales son muy usuales como el acero o el hormigón. Pero además de esta indagación es necesario realizar una gran actividad todos los días de taller a través de dibujos, bocetos y otros estudios."