Image: Contundencia de Luis Frangella

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Exposiciones

Contundencia de Luis Frangella

27 septiembre, 2000 02:00

Brain damage, 1985. Óleo sobre lienzo, 152 x 183

Galería Buades. Gran Vía, 16. Madrid. Hasta el 19 de octubre. De 75.000 a 4.000.000 pesetas

Con motivo del décimo aniversario de su muerte, la que fuera su galería madrileña, Buades, dedica una retrospectiva al pintor argentino Luis Frangella (Buenos Aires, 1944 - Nueva York, 1990), esforzándose por mantener vivo su recuerdo y su presencia con una muestra de verdadero interés.
A primera vista llama la atención el colosalismo de sus cuadros. No es que sean grandes, es que lo pintado tiene una contundencia abrumadora, que recuerda a la escultura ciclópea. Cráneos, velas, bolas: figuras solitarias, concentradas, pintadas poderosamente. Hay algo muy antiguo y muy reciente en estos lienzos, una combinación de tradición y transgresión, como ya señalara alguno de sus críticos americanos. El resultado es una especie de expresionismo mudo, carente de sentimentalismo, que otorga a sus representaciones una tremenda intensidad y las convierte en iconos despojados de toda contingencia. Junto a esta pintura de masas y colores, vemos también una obra de tipo escultórico que atiende al dibujo en el espacio y valora el vacío. Deliberada voluntad experimental aliada a una certera visión espacial. Sorprende que la obra pictórica y la escultórica de Frangella, siendo tan distintas, revelen finalmente una coherencia que se basa en una idéntica preocupación por el volumen y la esencialidad de la representación.
La iconografía de Frangella es tan simple como perturbadora. Cráneos y ratas están tratados con una ternura que nos invita a acercarnos a ellos. Sus cuadros destilan una familiaridad con la muerte que convierte muchos de ellos en vánitas melancólicos que nos reconcilian con el fin. Junto a los cráneos podríamos poner alguno de Zurbarán, Picasso o Luis Fernández, es decir, los de Frangella están entre los mejores que un pintor ha sabido plasmar. También podríamos colocar, junto a sus esculturas, alguna de Pepe Espaliú. Arte, pues, cuyo componente ascético lo desnuda pero no lo debilita. La obra de un clásico que se murió demasiado pronto. Ojalá haya alguna institución que dedique a Frangella la gran exposición que le robó su marcha intempestiva.