Image: Hitchcock,  lo bello y lo siniestro

Image: Hitchcock, lo bello y lo siniestro

Exposiciones

Hitchcock, lo bello y lo siniestro

3 octubre, 2001 02:00

FUNDACIÓN "LA CAIXA-. AVENIDA BLONDEL, 3. LÉRIDA. HASTA EL 11i DE NOVIEMBRE

Encadenados: Alfred Hitchcock y el arte contemporáneo es una exposición itinerante, en circulación desde 1999, y producida por el Museum of Modem Art de Oxford. Ahora se presenta en Lleida coincidiendo con la clausura de otra exposición sobre Hitchcock en el centro Georges Pompidou de París. Con todo, las exposiciones de Lleida y París son muy diferentes. La de París se ha calificado como una especie de parque de atracciones de contenido dudoso. La de Lleida, mucho más modesta, se presenta como una muestra en la que trece creadores contemporáneos se inspiran en la obra de Hitchcock con medios y lenguajes variados, desde el vídeo a la pintura: John Baldessari, Judith Barry, Cindy Bernard, Victor Burgin, Atom Egoyan, Christoph Girardet, Douglas Gordon, Pierre Huyghe, Christian Marclay, Chris Marker, Matthias Möller, David Reed y Cindy Sherman.

¿Qué aporta la exposición de Lleida? Es difícil hacer una valoración global de estos trece artistas tan distintos entre sí; sin embargo la exposición posee unas obras clave que articulan un itinerario, una visión sobre Hitchcock. Una de estas obras es la de Girardet y Möller, que presentan conjuntamente una serie, de vídeos, Las cintas de Phoenix, realizados ex profeso para la ocasión. Estos dos creadores escogen y ensamblan fragmentos de las películas del cineasta para mostrar con carácter didáctico las obsesiones y el universo de Hitchcock. Así, el vídeo titulado ¿Porqué no me amas? plantea un concentrado espeluznante de las neuróticas relaciones madre-hijo/a que asoman en sus filmes. Otra obra importante en el contexto de la exposición es 24 horas de Psicosis, de Gordon, una proyección lentísima de 24 horas de duración de la conocida película; su intención es mostrarnos aquellos detalles -u otra dimensión que escapan en un visionado normal. También es muy sugestiva la instalación de Reed en la que sus pinturas abstractas quieren plasmar o absorber la tensión de los personajes de una película del autor: la pintura como una suerte de doble del drama que viven los personajes.

¿Adónde nos lleva todo esto? Estos artistas nos revelan que la condición del arte es algo satánico e inmoral; que lo que nos atrae, no sólo en Hitchcock sino en el arte en general, es ese mundo oscuro y subterráneo que intuimos bajo la superficie de las cosas. Tenemos muchas dificultades para explicar el efecto estético, el porqué ciertas imágenes nos fascinan. Trabajando sobre Hitchcock, estos creadores nos hacen tomar consciencia de que, como apunta Eugenio Trías en uno de sus conocidos libros, lo bello y lo siniestro están relacionados y que es precisamente lo malévolo lo que nos impulsa a las imágenes. Algo muy pérfido habita en las obras de arte, aunque este algo sea percibido vagamente, sin ser revelado nunca de todo. Hitchcock lo sabía, aunque fuera intuitivamente. Las obras mencionadas nos hacen tomar consciencia de uno de los secretos de la percepción, de nuestra relación con las imágenes.