ESPAI LUCAS. JOFRENS, 6. VALENCIA. HASTA FINALES DE OCTUBRE. DE 100.000 A 980.000 PTAS
Con el sugerente título de Leche, cacao, avellanas y azúcar.., Chelo Matesanz hace las delicias del espectador invitado a una exposición concebida como una festiva merendola. Quien se manifestara como fille terible del arte español con el jasp de ARCO sigue maniobrando unos portentos no siempre bien vistos. En esta exposición presenta tres grupos de obras. El goloso, un gran lienzo en el que ha expandido un mantel blanco, muestra sus impurezas salpicado de chocolate. La action painting de este espléndido lienzo tiene su réplica en un vídeo, en el que la mano de la artista acciona con frenesí un muñeco hasta hacerlo derramar aguas menores. Si en estas obras, entre Pollock y Warhol, se expresa el gesto más festivo, en Trabajos manuales artísticos. El pájaro volador se revela la severa compostura de los conceptos work-in process en un irreverente guiño duchampiano. En esta espléndida obra, un inocente lienzo de vistosos colores muestra el proceso de creación de un pájaro loco materializado después en una escultura. Con ello Matesanz manifiesta su buen hacer y un sentido del humor escaso entre tanto arte penitente.