Museo Municipal de Málaga. Paseo de Reding, 1. Málaga. Hasta el 30 de abril
Cordobés de nacimiento, sevillano de formación e inmerso en los registros avanzados de la plástica malagueña más inmediata, José María Córdoba se enfrenta con una importante exposición que revisa un esclarecedor trabajo donde muchas de las ofertas de la contem-poraneidad han mostrado su particular posición. Desde un inicial expresionismo figurativo -con tintes de monumentalidad y deformación consciente de los elementos- hasta una leve incursión en los postulados esenciales de lo abstracto, el artista nos sitúan ante una inquietante obra que ha puesto en evidencia los múltiples episodios de un arte contemporáneo a los que ha accedido con las alforjas bien repletas de técnica artística y a los que ha sometido al juego ambiguo de sus múltiples circunstancias. Pasando por los bellos desenlaces estéticos de sus estamentos metafísicos -donde se pone de manifiesto una perfecta adecuación técnica a las imposiciones conceptuales-; las reflexivas participaciones en las circunstancias más novedosas del arte; la búsqueda incesante de caminos por donde circular de la mano expectante de una figura a la que se le dota de infinitas posiciones plástica y estéticas y, sobre todo, el interés por la deconstrucción, por la superposición de gestos, por el cuestionamiento de la imagen, por abrir horizontes y dejar en suspenso la línea argumental de un contexto. En la obra de José María Córdoba encontramos la utilización de elementos contrarios, en una yuxtaposición de intereses formales a la búsqueda de un final lleno de referencias.