Image: En el laberinto de Borges

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Exposiciones

En el laberinto de Borges

14 noviembre, 2002 01:00

Xul Solar: Ciudá Lagui, 1939

Cosmópolis. CCCB. Montalegre, 5. Barcelona. Hasta el 16 de febrero

¿Qué se espera de una exposición que trate, como la presente, la figura de un escritor? Esta muestra aporta muchas cosas, cosas que no están en los libros. Contextualiza el ambiente cultural en que se originó y desenvolvió Borges, sitúa sus referencias, fobias y afinidades, aborda los aspectos más desconocidos de su ciclo creativo y su biografía, estudia aspectos de su escritura, explica su proyección... y además con erudición y con una gran cantidad de documentos de todo tipo.

Sin embargo, hay un aspecto que me interesa subrayar: la muestra es una interpretación en clave visual de Borges. Más aún, la línea expositiva es una recreación poética del escritor. La penumbra que envuelve todo el recorrido, la semitransparencia de los paneles de exposición, los desenfoques que provocan los cristales de las vitrinas, las frases exhibidas en dioramas como si fueran imágenes, los prismas que deforman imágenes y letras, las bandas sonoras, las sorpresas y guiños de ojo que aguardan al espectador en su itinerario... Todo esto es un mundo de poesía, porque la exposición es un caleidoscopio que inspira sugerencias y evocaciones. Y aquí se encuentra el mensaje de la muestra: Borges como la imaginación que crea un universo. Hay muchas maneras de contar las cosas; la poesía es una de ellas. Al decir poesía quiero decir un contar no lineal para provocar la asociación, una chispa que ilumina el sentido. Para quien, como yo, no es un especialista en el tema, sino un simple lector de Borges, la exposición es un laberinto de fragmentos y citas. Pero el fragmento, como la cita, desencadena la imaginación.

El título de la exposición, Cosmópolis, es susceptible de interpretaciones. Yo lo veo como aquel relato del mismo Borges titulado Tlün, Uqbat, Orbis Tertius: en un principio parece que se descubre un país hasta entonces desconocido, pero luego se observa que no se trata sólo de un continente, sino que, en realidad, se trata de un universo muy complejo que acabará por denominarse Tlün. Este universo posee sus lenguas, sus religiones, su literatura, sus enciclopedias y sus ciencias propias.... Resulta que este universo acabará por invadir o devorar la realidad, de manera que en un futuro todo acabará siendo Tlün. Así es Borges, quien, desplazado y fugitivo, crea un espacio literario propio y funda, por extensión, una ciudad -que en un principio parece ser Buenos Aires-, y luego uno se percata de que es un universo donde el escritor coloca sus fantasmas, sus laberintos, sus bibliotecas.... La exposición es una metáfora de esta construcción, una suerte de doble del propio Borges. Cuando uno inicia el trayecto de la muestra se encuentra con imágenes, citas, signos desconcertantes.... yo diría que es la mirada de Borges; una mirada subjetiva. Esta mirada que observa las cosas desenfocadas es el punto de partida de Borges, donde se articula la llave de su proceso: el estímulo de la imaginación que abrirá Cosmópolis.

Quiero terminar con una cita de la exposición que hago mía: "Yo sé de un laberinto griego que es una línea recta. En esta línea se han perdido tantos filósofos que bien puede perderse un detective". Invito a perderse a filósofos y transeúntes en la poesía de Cosmópolis, una aproximación emocional y poética a Borges.