Lynne Cohen
L. Cohen: Hospital, 2001
Laboratorios clínicos, salas de espera, piscinas, balnearios y cámaras de tiro, entre otros, son los espacios a través de los que la artista norteamericana residente en Canadá, Lynne Cohen (1944), rastrea la ausencia del ser humano. Bajo el título No Man’s Land, una serie impresionante de fotografías fechadas entre 1971 y 2002 descubren lo coherente su trayectoria. Estas obras plantean el seguimiento de un ser humano que está sin ser visto. Recurriendo a un variado catálogo de espacios que no son sino parte de un mismo hábitat en el que todo parece homologado, Cohen habla de unos silencios que tan pronto buscan cobijo en la quietud como se mueven sigilosamente para dejar oír apenas sus pasos. Tras la aparente frialdad que congela cualquier rincón, en estos espacios surgen sin embargo pequeños motivos de calidez. Y, aun cuando todo parece mostrarse distante, más allá de la asepsia y pulcritud con la que el objetivo fotográfico se detiene en los lugares, algo resulta familiar y reconocible por todos.