Test 2, 2004

João Tabarra (1966) es uno de los artistas emergentes del arte portugués. Ahora presenta el trabajo Apparent Phenomena (estudio 1), producido por el Centro de Arte Santa Mónica, que consiste en una proyección de diapositivas: en un espacio fabril con diferentes iluminaciones, un personaje alimenta una hoguera en un gesto sin fin y repetitivo. El comisario, Miguel von Hafe Pérez, lo interpreta como un "un acto de resistencia contra el paso de tiempo, contra la oscuridad, contra la falta de impacto o de riesgo en todo aquello que el artista produce". No lo sé. ¿Porque no interpretarlo en un sentido simétricamente opuesto y desde un punto de vista, incluso si cabe, más pretencioso? Algo así como la tontería y frivolidad del arte contemporáneo, el consumo desenfrenado de subvenciones, el sinsentido de las instituciones culturales... O más: como un festejo de San Juan, una verbena o un divertimento. Una imagen -o una serie de imágenes- descontextualidazas pueden sugerir muchas cosas. Cuando la imagen se presenta como un estímulo sin más, ésta puede entenderse como uno quiera. Entre una valla publicitaria y este tipo de imágenes no hay una especial diferencia. Tengo la convicción que la imagen es algo más, que implica un recorrido, un contexto, una interacción, unas lecturas... si no, las imágenes son autistas. Uno puede hacerlas hablar, pero me temo que será a pesar de ellas. Intuyo que luego lo que se parlotea no es tanto de lo que las imágenes nos pueden decir, sino del vacío, de su propio vacío y de quien se dirige a ellas.