Image: Carlos Amorales, un dibujo cargado de futuro

Image: Carlos Amorales, un dibujo cargado de futuro

Exposiciones

Carlos Amorales, un dibujo cargado de futuro

Why to fear the future?

17 febrero, 2005 01:00

Fotograma del vídeo Dark Mirror, 2005

Casa de América. Paseo de Recoletos, 2. Madrid. Hasta el 27 de marzo

Decía Degas que el dibujo no es la forma, sino la manera que cada artista tiene de ver la forma. Entre los artistas de la última generación, vuelve a correr un interés vivo por el dibujo y por sus misiones. Entre nosotros se celebró el año pasado, en la Fundación ICO en Madrid, una exposición de las que no pasan en vano, Arte termita contra elefante blanco, sobre comportamientos actuales del dibujo. Allí se podía comprobar cómo para muchos emergentes el dibujo constituye su práctica principal, si no exclusiva. También en ARCO ‘05 el dibujo ha estado presente con fuerza, en especial en las zonas de arte joven. Y una de las obras dibujadas de mayor impacto mediático en esta última feria ha sido el mural de calaveras de Carlos Amorales (México D.F., 1970), que también presenta ahora su primera monográfica en España, en la madrileña Casa de América, precisamente el mismo lugar en que dio a conocer aquí su trabajo dentro de la colectiva Territorios ausentes, el año 2000.

El joven Carlos Amorales es un artista cosmopolita, que trabaja en Amsterdam y en México D.F., siendo bien conocido en el circuito europeo. Sus trabajos están centralizados en el dibujo, que constituye la materia base de la que van surgiendo luego fotografías, vídeos, pinturas, instalaciones… Amorales dice que le interesa el dibujo como plasmación básica de conceptos, y que la misión de su obra consiste en "retar los límites preconcebidos del dibujo como medio, reconsiderar el paradigma del sentido del dibujo, poniendo énfasis en su análisis, no sólo en algo que observar, provocando una respuesta emocional y poética en el público a través de este medio". Su creación se plantea sobre el uso interactivo de disciplinas diversas, presentando sus imágenes en soportes diferentes, que configuran contextos inesperados, haciendo que las salas de exposición se conviertan en escenarios y en espectáculos imprevistos: un ring de lucha libre, una fábrica de maquila, un cine…

En esta ocasión la muestra, titulada Why to Fear the Future? (¿Por qué tener miedo al futuro?), se transforma en un gabinete de cartomancia. En efecto, la primera sala de la exposición se ha configurado como un lugar de actuación, como un escenario dedicado a la lectura adivinatoria de los naipes: espacio cerrado, discretamente iluminado, de paredes tapizadas en blanco y negro con un dibujo "confuso" de bandadas de pájaros que se entrecruzan, espacio en el que un biombo delimita un reservado para la mesa del cartomántico, sobre la que se han extendido de manera aleatoria las cartas de una baraja. La baraja ha sido creada por Amorales para esta exposición, y la han editado Casa de América y Artium.

Las figuras de los naipes están tomadas del archivo de dibujos en que el artista ha trabajado entre 1999 y 2004. Este archivo de imágenes propias o enciclopedia de símbolos personales (428 fotografías de dibujos vectoriales) se muestra en la siguiente sala de la exposición, desarrollándose sus series en un luminoso, sistemático y enigmático mural. En su mayor parte son dibujos de silueta (representando figuras antropomorfas y de animales, iconos eróticos, máscaras, cabelleras, calaveras y símbolos de una mitología individual), pero hay también muy precisos dibujos a línea (redes, manipulaciones de papiroflexia) y dibujos a trazo (destacando el sintético y enérgico abecedario).

El tercer espacio lo ocupa la sala de proyección de un vídeo sobre dos pantallas paralelas, en las que se alternan imágenes de animación (sobre una vertiginosa mezcla de naipes) e imágenes documentales (sobre las manos y declaraciones de los cartománticos que han aceptado colaborar en el proyecto, asignando inventivamente un significado a cada uno de los diferentes dibujos, estableciendo combinaciones entre las cartas y revelando la carga metafórica oculta en los iconos). Resultará curioso al espectador contrastar su personal intuición sobre el sentido de los iconos de Carlos Amorales, con la interpretación que de ellos hacen estos profesionales del arte de las cartas. Como dicen estos cartománticos, el artista habla aquí muchas veces de dudas a superar, de confusión, de violencia, de ingenuidad, de voluntad de ir hacia delante con fuerza y con malicia, sabiendo a lo que te enfrentas. Artista, adivinadores y espectadores colaboramos en el mismo proyecto de inventar el significado de unas imágenes, estableciendo relaciones entre ideas y dibujos, al tiempo que decidimos las reglas con las que manejar este juego, para hacer frente a lo que sucede.