Image: Paisajes de Hendrix y Blanco

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Exposiciones

Paisajes de Hendrix y Blanco

Botánica

17 febrero, 2005 01:00

M. Á. Blanco: Libro Nº 797. Yagul, 2001

Calcografía nacional. alcalá, 13. madrid. hasta el 24 de abril

Organizada por la Calcografía española y el Museo Nacional de la Estampa de México, en el marco del advenimiento mexicano en ARCO, esta exposición no es (como otras) una iniciativa burocrática, sino la expresión de la amistad y las profundas afinidades creativas entre dos artistas, el español Miguel ángel Blanco (Madrid, 1958) y el holandés aclimatado en México Jan Hendrix (Maasbree, Holanda, 1949). La colaboración entre ellos, iniciada en el año 2000, no ha hecho sino acentuar una sintonía espontánea. En esta exposición, los dos trabajan con técnicas de grabado (principalmente la serigrafía). Los dos extraen su inspiración de la naturaleza. El título de la exposición, Botánica, alude a la Naturaleza concebida como sistema; cada herbario sería un ensayo en busca del Orden supremo. La obsesión por el orden clasificatorio está en el centro de la experiencia de ambos artistas, creadores-coleccionistas que construyen su obra a lo largo del tiempo como una Wunderkammer o gabinete de maravillas: Blanco, su Biblioteca del Bosque, en la que viene trabajando desde hace casi veinte años, y Hendrix, su Archivo de imágenes. El marco cuadrangular y la retícula dominan tanto las veintitantas piezas o "libros", de Blanco expuestos aquí como la gran pieza de Hendrix que cubre las paredes (Script, 1996-2003) y que es como un diario cuadriculado, un mosaico integrado por una miríada de momentos y visiones fragmentarias de la naturaleza.

Tanto en Blanco como en Hendrix se respira un cierto aire de Extremo oriente. Los paisajes contrastados de Hendrix evocan los paisajes chinos y los biombos japoneses (lamentablemente, algunas de sus piezas más sugerentes no están expuestas aquí). Las cajas de Miguel ángel Blanco tienen algo de diminutos jardines Zen y de delicadas composiciones de Ikebana. La idea dominante es la inanidad de la escala, la equivalencia entre lo grande y lo pequeño. Hendrix lo expresa muy bien en el título de una obra (no incluida en esta exposición): Un árbol es un paisaje para una hoja. Esas correspondencias nos abren a lo que Blanco llama "el lenguaje secreto del cosmoxs", el misterio encerrado en "una hebra de helecho o una gota de resina".

De distintas maneras, ambos artistas se proponen reconducir los materiales y técnicas que usan a sus orígenes elementales. En la elección y tratamiento del papel, subrayan la sustancia vegetal de este soporte, con sus fibras y células. En cuanto al dibujo y el grabado, se trata de mostrar que las más sofisticadas técnicas artísticas pueden retrotraerse a las huellas espontáneas que se encuentran en la naturaleza, como dice muy expresivamente Blanco: "Grabar-crear es aprender de los rastros que vemos en la naturaleza primigenia. Huellas fósiles de las gotas de lluvia en el barro, granitos gráficos, maderas quemadas, la cristalización del hielo, la geometrización perfecta de las telarañas, los caracteres de la venación en las alas de las libélulas...". La Naturaleza posee su propia escritura, que el artista recrea con una minuciosa, casi religiosa reverencia.