Mónica van Asperen
Fernando Pradilla
2 marzo, 2006 01:00Mónica Van Asperen: Espectro sonoro, 2004
No hace mucho tiempo, la artista argentina Mónica van Asperen (1962) trabajaba con globos que ella misma inflaba para componer estructuras cercanas a una cierta idea de lo escultórico. No he empleado la palabra "componer" gratuitamente. Van Asperen estudió música y matemáticas antes de dedicarse a la creación artística, dos fuentes que son indispensables para entender su quehacer actual. Este proceso de inflar globos, de fuertes raíces performativas, derivó más tarde en la utilización de un nuevo material, el vídrio, con el que ha montado la escultura-instalación Espectro sonoro en su segunda individual en esta galería. En esta obra, que la artista sitúa significativamente en el contexto de sus partituras, se condensa todo el universo estético de Van Asperen. La cualidad del ritmo y la secuencia de esa especie de pentagrama que se extiende a lo largo y ancho del muro, la sutil variación cromática, la frágil musicalidad, la paradójica rotundidad de lo leve... Su trabajo con vídrío es de una naturaleza orgánica y tiende a la ondulación. Esta es la pieza más notable de cuantas presenta aquí porque el resto es un conjunto irregular de trabajos de diferentes etapas de su trayectoria. La artista ha virado el sentido de su trabajo hacia la fotografía, en la que insiste en los planteamientos performativos ya habituales y con la que se adentra en la escenografía. Son imágenes limpias que nacen de una dualidad, una confrontación entre personajes que aparecen unidos por algo parecido a"cadenas" hechos a veces con globos o con trozos de plástico. También en las fotografías Van Asperen admite un interés por lo escultórico pero corre el riesgo de caer en el efectismo.