Exposiciones

Hara en el ruedo hispánico

Contranatura

29 junio, 2006 02:00

Castrillo de Murcia, 1999

Comisario: Roberto Turégano. Canal de Isabel II. Santa Engracia, 125. Madrid. Hasta el 3 de septiembre

PHotoEspaña rinde homenaje a Cristóbal Hara (Madrid, 1946) en esta retrospectiva, con más de cien imágenes desde 1990 hasta hoy, centrada en su visión de la España rural. Una mirada ni tópica ni exótica, a contracorriente del folclorismo, y afincada en lo que el fotógrafo denomina el "momento emocional", fruto de largas esperas y experiencias vividas, cuyo enfoque subjetivo y empático, pero en absoluto ingenuo, conecta directamente con el espectador. Lo que está provocando que ésta sea una de las muestras más visitadas del festival.

Pues ya, de entrada, lo español, debatido con tan aburrida ramplonería en el ruedo político hoy en día, es trasunto identitario que interesa a propios y extraños, también a los que se ocupan de la dialéctica local/global y a aquellos que desde la reflexión teórica de la creación artística vuelven a plantear el alcance en el escenario internacional de la obra entroncada en tradiciones autóctonas. Lo que bien puede explicar que a menudo Hara haya sido más apreciado en Europa que aquí (nadie es profeta en su tierra). Además, quizá sólo un perfil biográfico como el suyo, que con diez años ya había dado dos vueltas al mundo, hablaba varios idiomas y pasó años en Hamburgo y Londres, pueda desembocar en tal dedicación y constancia en la representación de la vida en España: de su fiesta y sus ritos, la continuidad en su iconoclastia y la arbitrariedad vital de sus cambios y deseos de renovación.

La exposición abarca todo su trabajo en color. Comprende una selección de las series que componen los libros Lances de Aldea (1992), Vanitas (1998) -premio al mejor libro de fotografía en PHotoEspaña’99- y An Imaginary Spaniard (2004), que es el primer volumen de una trilogía cuya segunda parte está prevista para el próximo año pero del que ya podemos acceder aquí a algunas de sus imágenes. Porque la aportación más personal de Hara, identificado a principios de los años 80 con el documentalismo de los llamados "Jinetes del Apocalipsis" (junto a Cristina García Rodero) y patente en su libro con fotografías en blanco y negro 4 cosas de España, arranca de un giro radical a mediados de esa década, cuando decide apropiarse de las posibilidades técnicas del "nuevo color", convencido de poder llevar a cabo con lo español la misma asimilación de la tradición pictórica autóctona (desde Goya) que estaban llevando a cabo los fotógrafos norteamericanos, reflejando con naturalidad la luz de Edward Hopper.

Las imágenes de Hara atraen por la luminosidad de su cromatismo. Son espectaculares sus instantáneas de las "Rapa das Bestas" gallegas, donde literalmente nos mete en el marcado de caballos salvajes. Así como magistral la dirección del vídeo documental El hombre que quería robar la virgen (2003, para la cadena franco-alema "arte"), en el que niños y jóvenes de Baza y Guadix, recubiertos de greda, exclaman "oe, oe, oeee…", actualizando el rito de iniciación de la vieja leyenda. Pero, sobre todo, Hara, con sus fotografías de pueblos solitarios, cercas improvisadas y socavones en las carreteras comarcales, gracias a su mirada de impecable formación abstracta, nos devuelve más bella la España que reconocemos (y amamos).