Image: Gabriel Díaz

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Exposiciones

Gabriel Díaz

“No quiero mostrar el paisaje del Camino, sino el Camino en sí”

20 julio, 2010 02:00

Gabriel Díaz

El artista inaugura la última etapa de Los caminos de Santiago en el Camino de Santiago

Cinco años de trabajo; 5.000 kilómetros recorridos; más de 30 horas de vídeo; 3,5 fotografías por segundo; 6 pantallas formando una gran instalación en 6 sedes diferentes a lo largo del Camino. Son las cifras del último trabajo de Gabriel Díaz (Pamplona, 1968) que llega mañana al Museo de las Peregrinaciones de Santiago de Compostela, después de haberse inaugurado en Pamplona, Burgos, Salamanca, Oviedo, León, en una exposición simultánea que, organizada por la Fundación ARQ ART (Arquitectura / Arte), muestra el peregrinar de un artista interesado por la naturaleza y por lo sagrado.

PREGUNTA.- ¿Cómo surge el proyecto Los caminos de Santiago en el Camino de Santiago?
RESPUESTA.- Siempre me ha interesado documentar lugares especiales y eso me llevó al Tibet. Fue allí donde comencé esa búsqueda de lugares que, casualmente, siempre eran lugares de peregrinación y siempre circunvalaciones, lo que me llevó a estudiar las diferencias con respecto al peregrinar en otras culturas, esta vez occidentales, donde el caminar es siempre lineal. Entonces me centré en el Camino de Santiago, la principal peregrinación de la cultura occidental.

P.- Y creo que sus obligaciones como profesor de escultura le han obligado a hacerlo por partes: ¿cuándo empezó el Camino y qué ha significado para usted?
R.- Empecé por el camino francés, hace cinco años. Entonces no conocía nada de los caminos de Santiago y me fui enterando poco a poco. Ha sido una experiencia genial y me ha sabido a poco. Mis obras son un intento de mostrar lo que es el camino en sí, lo que es ese tránsito continuo que es, en realidad, algo inasible. Un camino no es lugar, es el espacio entre dos sitios; algo indefinido que, cuando pasa, se olvida porque normalmente con lo que te quedas es con los monumentos, las ciudades o el destino final. Pero a mí lo que me interesa es, precisamente, ese recorrido.

P.- El proyecto en vídeo se completa, en el DA2 de Salamanca, con una exposición: ¿allí vemos los orígenes del proyecto?
R.- En parte sí. Allí se recogen otras peregrinaciones tibetanas y varios vídeos: sobre el Monte Kailash y el Templo del Jokhang y la trilogía Las puertas del cielo, un proyecto que documenta lo que son las "puertas del cielo" para diferentes culturas: para los tibetanos, los budistas y los cristianos.

P.- Lo sagrado tiene mucha importancia en su obra, ¿se considera una persona religiosa?
R.- Religioso como seguidor de una religión, no. Me considero un buscador de algo que puede haber detrás de las cosas.

P.- Su trabajo tiene mucho de land art, ¿ha encontrado referentes en este movimiento?
R.- Al principio estuve muy influenciado por el land art pero luego me encaminé hacia otros derroteros y éste trabajo es más mío, me baso más en mi propia evolución y deja de interesarme lo que hacen lo demás. Ahora pienso más hacia donde quiero ir e intento aunar trabajos con intereses personales.

P.- ¿Tiene relación con otros artistas caminantes también por el Camino, como Hamish Fulton?
R.- Mi trabajo no tiene nada que ver. Sus fotos muestran cómo se ha formado el Camino a través de los pasos de muchísima gente; lo mío es un recorrido casi completo de todo el trayecto.

P.- ¿Qué vemos en las imágenes, son sólo paisaje o hay algo más?
R.- Es el recorrido, el camino como protagonista, no hay monumentos que es lo suele ocupar las guías o los libros, a mí me interesaba el camino, no el paisaje que se ve desde el camino, sino el propio recorrido.

P.- ¿Cuántas fotos ha realizado y cómo las ha montado luego en vídeo?
R.- He realizado una media de una fotografía cada 11 pasos. Luego he montado unas 3 fotos y media por segundo de vídeo y son seis vídeos de entre 4 y 8 horas...

P.- ¿Qué ha sido lo mejor y lo peor de este viaje?
R.- Lo mejor: estar en contacto continuo con la naturaleza y la limpieza que esto produce. Lo peor: algún día de mal tiempo de eso que hechas juramentos, pero que luego se recuerdan bien.

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