Image: Siempre nos quedará Venecia

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Exposiciones

Siempre nos quedará Venecia

XII Bienal de Arquitectura de Venecia

10 septiembre, 2010 02:00

Proyecto del venezolano Christian Kerez

Varias sedes. Venecia. Hasta el 21 de noviembre.

People meet in architecture. Este es el lema de la recién inaugurada XII Bienal de Arquitectura de Venecia, dirigida por primera vez por una mujer, Kazuyo Sejima, el último premio Pritzker junto a Ryue Nishizawa. Son 53 naciones distribuidas en los pabellones históricos en Giardini, en las salas del Arsenale y en varias localizaciones repartidas por la ciudad de Venecia hasta el 21 de noviembre. El León de Oro ha sido este año para el holandés Rem Koolhaas. El único español en participar de la bienal es Antón García-Abril, que explica su proyecto en una entrevista.

En una exposición como la Bienal de Venecia el visitante selecciona lo que quiere ver, pero también está abierto a la sorpresa. Y aunque aquí ciertas cosas sorprenden, podría mejor resumirse como la "bienal de la pluralidad": muchos invitados, cada uno con espacio propio y libertad absoluta para plantear su contenido, una suma de individualidades bajo un epígrafe común, figuras emergentes junto a otras ya consagradas, arquitectos junto a artistas. Hay espacio también para realizar encuentros y debates con los directores de pasadas ediciones, arquitectos de prestigio y diseñadores, reunidos cada sábado en el ciclo los Sabati dell' Architettura, una buena iniciativa en la que participará, como único arquitecto español invitado, Luis Fernández-Galiano. Y por primera vez exponen Albania, Malasia, Irán, Ruanda, Tailandia y Bahrain -que se estrena con el León de Oro a la mejor participación nacional-. Además del reconocimiento para Rem Koolhaas por toda su trayectoria, el japonés Kazuo Shinohara, recibió el León de Orom in memoriam.

La presencia española en esta Bienal está encabezada por Antón García-Abril & Ensamble Estudio que, en la tercera sala del Arsenale, una de las más grandes, despliega sus "juegos de equilibrio" en varias maquetas de los proyectos en los que está trabajando recientemente el estudio. La más espectacular, a escala 1:1, está formada por dos vigas cruzadas a diferente altura entre las columnas de la sala que mantienen su equilibrio gracias a la introducción de un peso en un extremo y un muelle en el otro. Con esta intervención, García-Abril activa el espacio de la sala, transformándolo por completo en su percepción, escala y dimensiones.

En este sentido, destacarían dos instalaciones por ser, sin duda, las más arquitectónicas al proponer una transformación radical del espacio en el que se encuentran: la primera, de Transsolar/Tetsui Kondo Architects, es un recorrido por el espacio a través de una espiral en una sala en la que se recrea una nube que se expande lentamente; la segunda, la instalación de agua en movimiento que puede ser atravesada por la gente del siempre sorprendente Olafur Eliasson.

El resto de la participación española está formada por el estudio AMID-CERO9, que presenta el Centro de Convenciones del Cerezo en el Valle del Jerte, mediante una pequeña maqueta sobre un pedestal de flores acompañada de los planos y documentos que explican con precisión el proyecto, algo que se agradece. Se trata de un edificio escultórico posado en el paisaje del valle, que se perfora en varios puntos para permitir la entrada de luz en su interior. Un edificio en el que no sólo es dudoso su uso -como reconocen sus autores, que lo definen como un "hibrido extraño" que relacionan con Ronchamp o la Sainte Chapelle-, sino que también presenta dudas en su contacto con el terreno, la manipulación del mismo y la manera en la que se produce su acceso, situación que recuerda mucho a la fallida, en estos aspectos, Casa da Música de Oporto, de Koolhaas. El arquitecto Andrés Jaque presenta una preciosa y sofisticada pieza de decoración, envuelta en el ya conocido discurso arquitectónicamente poco convincente al que este arquitecto nos tiene acostumbrados. Muy divertido. El estudio Selgas-Cano, en un espacio mínimo de transición, ha instalado una cortina de plástico a la que llaman Vacuum-packing que contiene objetos de su estudio envasados al vacío. Muy interesante.

Pero es sin duda la propuesta del Pabellón de España, organizada por el Ministerio de Vivienda, la más decepcionante: utilizando medio Pabellón se exponen algunas de las maquetas de la competición universitaria Solar Decathlon Europe que tuvo lugar en Madrid el pasado mes de junio. Otra oportunidad perdida.

Termino con dos imágenes muy explícitas que creo resumen muy bien esta Bienal de las personas que se encuentran en y con la arquitectura. La primera, simpática y entrañable: Kazuyo Sejima y Rue Nishizawa recorriendo en segway el espectacular Centro Rolex de Laussane por ellos diseñado, en la magnífica película en 3D Si los edificios hablaran del director de cine alemán Wim Wenders. La segunda, multitud de personas arrancando con ansia y furor -¡las quiero todas, todas!- las hojas de unos cuadernos pegados en las paredes de la instalación de OMA / Rem Koolhaas, con algunos de sus proyectos que serán acto de fe para multitud de arquitectos y estudiantes hasta que un nuevo proyecto del holandés los desbanque de las portadas de las revistas y se convierta en nuevo protagonista del circo arquitectónico. Y mientras esto sucedía, a escasos metros, Sir Norman Foster escuchaba atento las explicaciones del mismísimo Rem que se convirtió, por un instante, en espectador atónito de su propia mentira.

La Bienal está en marcha y con ella las utopías de unos arquitectos y las certezas de otros. Y todo seguirá en su natural curso, las fotos seguirán llenando revistas, los comentarios anónimos de tanto erudito que cree ver arquitectura donde no la hay seguirán colapsando los blogs y así, hasta el final de la Bienal, en un ciclo que se repite. Es entonces cuando, en el vaporetto de vuelta, quizás nos demos cuenta de que, al menos, siempre nos quedará Venecia.