El arte y la conciencia de crisis
Sin realidad no hay utopía
22 abril, 2011 02:00Zhou Xiaohu: The Crowd of Bystanders, 2003-05
¿Qué hay detrás del título Sin realidad no hay utopía? Dos pensadores de distinto significado y calado: Jean Baudrillard y Andreas Huyssen y tres comisarios que trasladan a las salas de Centro Andaluz de Arte Contemporáneo de Sevilla una reflexión sobre eso que, actualmente, llamamos "crisis".
Tres reconocidos críticos de arte -Alicia Murría, Mariano Navarro y Juan Antonio Álvarez Reyes- han comisariado esta exposición reflexiva, de vocación ética, compacta y de gran formato -reúne más de 200 piezas de una treintena de artistas internacionales y españoles de generaciones diferentes-, y han estructurado su proyecto en dos grandes apartados. Uno se centra en la Descripción de la mentira, o sea, en analizar ese fenómeno contemporáneo que consiste en sustituir la realidad por el simulacro, controlando y manipulando la información y fabricando verdades a medias, lo algunos sociólogos denominan storytelling -o máquina de inventar historias-. El otro gran apartado, titulado Colapsos, trata de los cambios ideológicos y programáticos que, desde la caída del muro de Berlín, se vienen sucediendo en cuatro ámbitos: el fin de la Unión Soviética; las irresponsabilidades más graves del capitalismo de hoy; las rebeliones populares que ahora se extienden por el Magreb y el Próximo Oriente -reprimidas con violencia por los tiranos y desatendidas por los países desarrollados, sus viejos colonizadores- y los signos coercitivos y el retroceso en los sistemas políticos de derechos y libertades que se evidencian en las democracias, las cuales esgrimen como coartadas contra "el otro" el terrorismo y la inmigración.
La exposición se desarrolla visualmente entre dos fuegos cruzados: secuencias formidables de imágenes en movimiento -casi todas ellas videográficas- y un conjunto abrumador de materiales de documentación -sobre todo, collages de recortes de prensa, carteles, grafiti, impresiones digitales, fotografía y dibujo-. Sin que falten instalaciones, pintura, escultura, cine de animación y gráfica original. Exposición rotunda y con imagen propia.
¿Qué destacar aquí? Globalmente, lo más impactante quizá sea el conjunto montado en la iglesia y zona monumental de la Cartuja: la instalación de 111 dibujos de Fernando Bryce, Kolonial Post, reproduciendo documentos olvidados relativos a prácticas coloniales de Estados Unidos y países europeos en Asia y en África; la serie fotográfica documental tomada por el joven colombiano Carlos Motta sobre Grafitis ideológicos populares escritos en muros de 12 capitales de Latinoamérica en 2005-2008; las banderolas coloristas para manifestaciones diversas, que pinta y borda últimamente el viejo arquitecto inglés Ed Hall; la fastuosa videoinstalación Democracias, del polaco Artur Zmijewski, documentando concentraciones humanas diversas -deportivas, militares, funerales- celebradas en urbes europeas en 2009; Listados, un revelador archivo de letrismos elaborado por Ignasi Aballí para analizar las ciudades del mundo más citadas en titulares de prensa durante el 2009; y el temible vídeo El banquero anarquista, de J. P. Hammer, que reproduce un talk show entre un locutor de televisión y un financiero que, hablando de la crisis de 2008, coloca al individualismo como máxima del comportamiento humano.
Pero a muchos seducirán las sorpresas "que no cesan" en el otro ámbito expositivo, el más habitual del CAAC. Por ejemplo: los murales vivos sobre la Perestroika, del joven grupo ruso Chto Delat?; la suite de viñetas crueles y tiernas de El Roto; el diálogo sublime de collages entre Tillmans, RirkritTiravanija y Pello Irazu, sobre la mentira; y la lectura conmovedora que W. Burroughs hizo del texto de Bertolt Brecht ¿Qué mantiene viva a la humanidad?