Anunciación de Javier Velázquez Cabrero
La suerte es para quien la encuentra
3 octubre, 2014 02:00Panel de control de las performances del artista
Ignoraba que era uno de los "objetivos" de este proyecto auto-promocional de Javier Velázquez Cabrero (Madrid, 1990) porque no llegó a contactarme. Me había interesado antes por su obra en algunas colectivas de jóvenes artistas y como jurado de un par de convocatorias de ayudas, y él lo sabía. Pero llego a la galería y encuentro mi foto, destacada (¿casualidad?), en la mesa situada ante el panel estratégico en el que se identifica a conocidos artistas, críticos, comisarios o coleccionistas y se anotan datos para mejor abordarlos.La meta de este conjunto de acciones callejeras y encuentros grabados con cámara oculta es hacerse notar en el mundo del arte, lo que, como demuestra su caso (acaba de licenciarse), no es un imposible para los artistas más jóvenes. Unos comerciales a sus órdenes utilizan supuestas técnicas de marketing para que retengamos su nombre y nos acerquemos a su obra. Mas es todo tan torpe... El artista, que se entrena en un vídeo con un coacher para hablar con convicción, quiere poner aquí a prueba los conceptos de seducción y persuasión pero las performances (un mariachi y un predicador que lo anuncian, un corredor que reparte tarjetas...) son chuscas y, sobre todo, los comerciales son unos plastas inoportunos que no atinan a decir nada persuasivo. Los "objetivos" se los quitan de encima educadamente en minuto y medio.
Esto no funciona así. Claro que hay una mercadotecnia del arte y artistas-empresarios pero la realidad es que se sobrevalora el peso de las relaciones personales en el éxito artístico y no abundan los profesionales que se dejen seducir por triquiñuelas tan poco elaboradas. Quiero creer que Javier Velázquez no se ha tomado en serio el empeño y espero que esclarezca en él la intención irónica evidente en otras obras suyas más contextuales que autorreferenciales. Dicho esto y al margen de este episodio, seguiré atenta a su incipiente trayectoria.