Image: Dónde estamos y quiénes somos

Image: Dónde estamos y quiénes somos

Exposiciones

Dónde estamos y quiénes somos

Maria Thereza Alves: el largo camino a Xico (1991-2014)

27 marzo, 2015 01:00

Vista de la instalación The Return of a Lake en el CAAC, que la artista ideó para Documenta 13 en 2002

CAAC. Avda. Américo Vespucio, 2. Sevilla. Hasta el 31 de mayo.

En los últimos años, el trabajo de Maria Thereza Alves (São Paulo, 1961) se ha mostrado en los principales centros de arte y en las bienales más destacadas, como en la última Documenta 13, donde vimos la compleja instalación El largo camino a Xico. El Centro Andaluz de Arte Contemporáneo presenta ahora su primera individual en España, con casi una veintena de piezas a modo de selecta retrospectiva de media carrera, remontándose a algunos de sus trabajos de mediados de los años 90.

Fue entonces cuando Alves, formada en Nueva York (a raíz del exilio familiar motivado por la dictadura en Brasil), engarza directamente con la crítica poscolonial que en ese momento se afianza en la teoría de la cultura. Después, la artista fue una de las fundadoras del Partido Verde en su país, y extendió su cuestionamiento a otras etnias y países, convirtiéndose en una analista mordaz de las sociedades occidentales. La conciencia ecologista y la atención al lenguaje como medio de transmisión cultural se entrelazan en una investigación con la que esta artista debate "qué sabemos y quién pensamos que somos", para intentar responder "dónde estamos y quiénes somos en este momento".

La conciencia ecologista y el lenguaje como medio de transmisión cultural se entrelazan en la obra de la artista

Que la sombra de la herencia colonial es alargada se ve desde el inicio de la muestra con la instalación Ningún lugar (1991), donde la artista sobrepone los proyectos de célebres arquitectos modernistas al paisaje de la Amazonía, recordando que ya desde el siglo XVI con la Utopía de Tomás Moro en Europa comenzó a considerarse América como el destino de una sociedad ideal, a la que "se invitaría a participar a los pueblos indígenas y si no quisieran, entonces se les mataría".

De manera cíclica, la artista cuestiona los presupuestos de los medios en la tradición artística en Occidente, por ejemplo, la exposición de indígenas disecados en nuestros museos de etnología (frente a lo que propone un intercambio, con donación de cabezas), o bien, evidenciando la mirada colonialista de los pintores franceses en el siglo XIX, como hace en el vídeo Más allá de la pintura, donde se asume también una crítica desde la perspectiva de género que está presente en otros vídeos más directos, a menudo irónicos y en ocasiones paródicos.

Frame del vídeo El retorno de un lago, 2012

Es muy interesante Oculésica: Una investigación del contacto visual intercultural, donde se contraponen las miradas de dos hombres, uno de aspecto caucásico y otro más moreno, para explicar los roles de dominación y sumisión, que tópicamente se habrían plasmado en el binomio masculino/femenino. Y francamente divertida es la entrevista, a modo de encuesta, de una investigación antropológica a un hombre occidental sobre por qué y en qué ocasiones se toca la entrepierna, realizada por Shirley Krenak, habitual protagonista en los trabajos de Alves y cuyo apellido denota una etnia indígena de Brasil en peligro de extinción para la que la artista tradujo un diccionario de finales del siglo XIX krenak-alemán a krenak-portugués convencida de que la aculturación es irreversible con la pérdida del idioma propio.

En esta línea, Alves ha subrayado la incapacidad de los conquistadores europeos para determinar la variedad de frutos autóctonos (Esto no es un albaricoque, 2009), así como nuestra ignorancia actual, al desconocer que la mayoría de frutas y verduras hoy corrientes en Europa proceden de otros continentes (¿De qué color es una rosa alemana?, 2005). Es un proyecto que también ha desarrollado de manera colaborativa con vecinos dispuestos a reconocer y cultivar plantas traídas en las migraciones de esclavos a los puertos europeos. En estos viajes de ida y vuelta, se enmarca la instalación sobre el lago Xalco, en la localidad de Xico, a cuarenta kilómetros de México. Sobre su historia, protagonizada por Iñigo Noriega Laso y la comunidad actual, intenta recuperar todo lo que arrasó la avaricia del indiano español.