Este verano abundan las representaciones de obras clásicas y de hechos épicos por habitantes de los pueblos en las que estas obras se escenifican y con los que los títulos suelen guardar relación. Ayer y antes de ayer tuvo lugar  El Misteri d' Elx (El Misterio de Elche), una de estas representaciones, de las más originales que tienen lugar en nuestro país. Del 22 al 26 de agosto los de Fuente Obejuna (Córdoba) pondrán en pie la obra de título homónimo (Fuenteovejuna) de Lope de Vega. Hace una semana 200 vecinos de Olmedo representaron en la plaza de toros El caballero de Olmedo, también de Lope.  Y el pasado mes de julio, en Garray, el pueblo más próximo a las ruinas de Numancia, sus lugareños, así como vecinos de otras villas aledañas, revivieron las batallas de la resistencia celtíbera y las hazañas del célebre general romano Manzino.

[caption id="attachment_76" width="450"] El misteri d'Elx[/caption]

Estos ejemplos son algunos de los más populares en esta época, pero estas representaciones son bastante comunes en la geografía española, especialmente durante la Navidad y Semana Santa, y entre las que destaca la célebre Pasión que se representa en Cervera. Si pensamos también en las procesiones, podemos convenir que somos un pueblo ceremonioso, harto en ritos sagrados y espectáculos en vivo, lo que pone el listón muy alto a los profesionales del drama y la performance.

Que una comunidad afiance su identidad en torno a una obra clásica ambientada o inspirada en ella o en la recreación de un episodio religioso o de su Historia está en el mismo origen del teatro. Los vecinos viven el espectáculo como una fiesta en la que son protagonistas y como una experiencia colectiva que les permite descubrir vínculos con su pasado. Tiene también ventajas para la localidad, que lo incorpora a su patrimonio artístico y le sirve como reclamo turístico. Sin olvidar la divulgación que gana la obra y el reconocimiento popular del autor, si lo hay.

Así lo ha visto, por ejemplo, el Ayuntamiento de Fuente Obejuna (Córdoba), que desde hace años viene financiando la representación  junto con la Diputación con 200.000 euros y que este año, además, ha contratado a un profesional como Manuel Canseco para dirigirla. Unos 300 actores y figurantes participan en ella, que la escenifican en la plaza donde se supone ocurrieron parte de los hechos que se cuentan.  Desde el gobierno local se cree que este tipo de iniciativas incentiva el turismo y da a conocer la villa que en tiempos de los Reyes Católicos se rebeló contra el Comendador Mayor de la Orden de Calatrava, su gobernador entonces,  hechos que dramatizó el Fénix en una de sus comedias más celebradas.

Me gusta más la idea de las escenificaciones en las que no participan profesionales, o en las que a lo sumo hay una comedida intervención de profesionales. Así se ha hecho en la producción de El caballero de Olmedo, donde los vecinos por segundo año consecutivo se han ocupado personalmente de la elaboracion del atrezzo y del vestuario. O en la representación del mito de Numancia, que promueve la Asociacion Tierraquemada, cuyo texto es supervisado por historiadores, pero que está representada por actores no profesionales.

De todas las citas la más singular es la de El Misteri d'Elx (El Misterio de Elche), un originalísimo drama lírico y religioso que se representa en la ciudad alicantina este mes, el 14 (Vespra, "víspera" en catalán) y el 15, día de la Asunción de la Virgen (Fiesta), en la Basílica de Santa María. Es uno de los dramas más antiguos de nuestro país, pues se viene haciendo ininterrumpidamente desde el siglo XV.

El Misteri se canta en valenciano antiguo y cuenta la Dormición, Asunción y Coronación de la Virgen María. Únicamente actúan varones y niños, que son seleccionados a principios de cada temporada por sus voces de entre la gente que vive en Elche.  Los niños juegan un papel muy importante en la representacion, interpretan a los ángeles que suben y bajan del suelo a la cúpula de la basílica gracias a una tramoya curiosísima. Hoy es una de los grandes atractivos de Elche y cuenta con el apoyo de todas las instancias administrativas. Este apoyo permite que los cantantes ensayen todo el año con el director musical. De su organización y producción se ocupa El Patronato del Misteri, que vela por su protección y mantenimiento. La Unesco la ha declarado Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad.

El elevado número de personas que participan en estas representaciones trae el recuerdo de las producciones megalómanas de los estudios de cine Bronston (55 días en Pekín, El Cid...), en las que participaban miles de figurantes que eran reclutados de entre los habitantes de los pueblos donde se hacían los rodajes. O las obras que José Tamayo hacía para el Festival de Mérida, incorporando a los habitantes de la ciudad, a quienes se les llamaba popularmente "pecholatas" porque generalmente hacían de soldados romanos con armadura.

Hay evidentes diferencias entre estos rodajes y estas escenificaciones populares y una es que en estas representaciones teatrales hay un nivel de amateurismo total, la participación suele ser voluntaria, hay una entrega desinteresada. Y es que  el "pueblo" actúa cuando encuentra argumentos que le afectan, especialmente si se refieren a su identidad.