Stanislavblog por Liz Perales

El Cervantino, el gran festival americano

16 mayo, 2014 12:42

[caption id="attachment_441" width="250"] El escritor Jorge Volpi, director del Festival Cervantino que se celebra en Guanajuato (México).[/caption]

Los festivales siguen sin ser rentables económicamente, pero las instituciones públicas los promueven por  el acicate que supone para las industrias culturales y turísticas del país o el  territorio que los acoge. Esta semana se han dado cita en Madrid algunos de los responsables de los festivales internacionales más destacados, quienes han tenido la ocasión de ver una selección de producciones madrileñas que, quizá, compren. Estaré atenta a las contrataciones que han animado esta nueva iniciativa denominada La Ventana del Teatro impulsada por la Comunidad de Madrid, dentro del Festival Surge, pues permitirá hacerse una idea del valor e interés que suscita nuestro teatro en el extranjero.

De los programadores invitados ha habido una presencia mayoritaria de los festivales latinoamericanos.  Además de los lazos que nos unen y del idioma que compartimos, algunos países americanos gozan en estos momentos de un desarrollo económico que contrasta con la recesión que viven los europeos y que se hace evidente en la capacidad de contratación.

Junto a representantes de los festivales de Edimburgo o Jerusalén, han comparecido los de los festivales de Buenos Aires, México, Miami o Nueva York y se ha echado en falta a los de Bogotá y Santiago de Chile, dos citas importantes. Pero de todos los presentes me voy a referir al Festival Cervantino de Guanajuato (México), el más antiguo de América, que este año cumple 42 años, y cuya celebración es un motor importante para la cultura y la economía mexicana. El Cervantino acumula una gran experiencia y ha puesto en marcha iniciativas interesantes, como su Departamento de Giras, destinada a que las compañías internacionales invitadas hagan el mayor número de funciones posibles por el país, de forma que amorticen su viaje.

El escritor Jorge Volpi lo dirige en la actualidad. Se celebra en Guanajuato, ciudad situada al norte de México DF que debe su esplendor a las minas de plata que comenzaron a explotar los españoles en el siglo XVI. Esta riqueza permitió levantar un bella arquitectura civil de estilo colonial que todavía conserva.  Aprovechando  la fisonomía de la ciudad, en 1953 el dramaturgo y director Enrique Ruelas (ligado a la Universidad de Guanajuato) comenzó a representar los Entremeses de Cervantes por calles y plazas, funciones que se prolongaron durante 20 años. De ahí el nombre que recibió cuando en 1972 se decidió transformarlo en Festival Internacional.

[caption id="attachment_445" width="492"] Durante el festival, se representan obras de Cervantes por calles y plazas.[/caption]

Hoy el Cervantino es una gran empresa pública que emplea a unos mil trabajadores durante su celebración, en el mes de octubre. Y es, junto con la Feria del Libro de Guadalajara, la cita cultural internacional más importante de México, ya que en él convergen unas 200 compañías y orquestas de todo el mundo.  Según explica Marcela Díez, directora de Programación del Cervantino, la repercusión que tiene en términos económicos para la ciudad (hoteles, restaurantes…) “representa una derrama equivalente a cinco Navidades”.  Tiene un presupuesto importante,  sobre 80 millones de pesos  (uno cuatro millones y medio de euros), que financian sus organizadores: el Estado Federal a través de sus departamentos de Cultura y Turismo, el Estado y la Universidad de Guanajuato,  pero también los gobiernos extranjeros. ¿Cómo implican a estos últimos? La programación tiene en cada edición un país invitado (este año será Japón) que cubre los costes de las compañías seleccionadas.

Unos 175 espectáculos participan en cada edición, de los que la mitad son extranjeros. Se trata de una programación multidisciplinar con espectáculos de música clásica y contemporánea en un 50 por ciento, y el resto de danza y  teatro.  Hay también talleres y una programación académica paralela. El teatro mexicano se potencia a través del Proyecto Ruelas, residencias para artistas que intentan vincular a estos con proyectos sociales, una iniciativa impulsada precisamente por Volpi.

Además del país invitado, el Cervantino invita también cada año a uno de los 32 estados que compone la República de México (en esta edición será Nuevo León). Y hay dos ejes más que vertebran la programación del Festival. Uno de ellos está vinculado a una efeméride: Shakespeare para este año, en el que se cumplen los 450 años de su nacimiento. Y el otro eje pretende dar al Festival un argumento sobre el que reflexionar:  en esta edición es el concepto de “frontera”.

Respecto a la forma que siguen para seleccionar los espectáculo, Marcela Díez confesó: “Nos llegan muchísimas  propuestas de dentro y de fuera del país, en las que por supuesto valoramos la calidad y la trayectoria de los equipos, pero la regla que seguimos es que no programamos nada que no hayamos visto”.  Y  del Departamento de Giras antes citado, la directora explicó que  desde él se intenta que” las compañías invitadas extranjeras consigan actuar en otros Estados de México y, por lo general, conseguimos que hagan como mínimo tres o cuatro funciones más de las que ofrecen en el Festival”.

Image: Chelo Matesanz, costura disidente

Chelo Matesanz, costura disidente

Anterior
Image: Los tiempos del relato

Los tiempos del relato

Siguiente