Ciencia

Pedro Álvarez, Director General de Grantecan

“La observación astronómica con el GTC tiene que ser explosiva”

5 julio, 2007 02:00

Pedro Álvarez ante la cúpula del GTC en el observatorio del Roque de los muchachos (La Palma)

Estudios extragalácticos y búsqueda de planetas serán dos de los ejes de investigación del Gran Telescopio de Canarias, en cuyas instalaciones tendrá lugar el próximo día 13 su Primera Luz. A partir de entonces, comenzarán varios meses de rodaje y puesta a punto de uno de los proyectos científicos más importantes del mundo. Su director general, Pedro álvarez, ha hablado con El Cultural sobre sus futuras líneas de trabajo, sobre el lugar que ocupa el GTC entre los grandes telescopios y su papel dentro de los organismos internacionales.

E l 13 de julio el GTC "verá" su primera luz. A partir de esa fecha, estará exclusivamente dedicado a su puesta a punto, tanto del telescopio como de los dos instrumentos científicos con que empezará a trabajar. Hasta este momento, tras la fabricación, se habían venido verificando y poniendo a punto cada uno de los diferentes elementos que forman el telescopio: sus motores y codificadores, los mecanismos de los espejos, etc. A partir de ahora, viene la verificación y ajuste del sistema completo, del telescopio en su conjunto. Y todo esto, el equipo que lo integra lo hará de noche, trabajando sobre el cielo y utilizando las estrellas como referencia. Tras el año de puesta a punto, se iniciará la explotación regular del telescopio por parte de la comunidad astronómica.

"Si hacemos un símil con un prototipo de Formula 1, ahora es cuando empieza a rodar sobre circuitos para ir calibrando cada uno de sus ajustes hasta que dé las máximas prestaciones posibles -señala Pedro álvarez-. Será entonces, una vez afinados todos sus ajustes, cuando se le exija competir y ganar carreras; en el caso del telescopio, será entonces cuando empiece a hacer la ciencia más competitiva que le va a exigir la comunidad astronómica".

-¿Qué diferencia al GTC de otros telescopios del mismo rango?
-Siempre se ha hablado de los telescopios de 8 a 10 metros como una generación de telescopios. El GTC será el mayor de todos ellos con sus 10,4 metros de diámetro equivalente. Le seguirán los dos Keck americanos con 10 metros cada uno y, ya entre los de 8 metros, se encuentran los cuatro VLT europeos, los dos Gemini anglo-americanos, y el Subaru japonés. Aún en construcción se encuentra el LBT americano-italo-alemán con dos espejos de 8 metros. Pero no será su diámetro quien sólo marque la diferencia entre todos estos. Con seguridad esa diferencia la marcarán los instrumentos científicos con que estará equipado. Primero serán OSIRIS y CANARICAM, y luego vendrán otros: CIRCE, EMIR, FRIDA, y muchos más en el futuro. Son estos instrumentos los que definen la especialización del telescopio y todos ellos tienen características que los hacen únicos. Esa combinación: el mayor telescopio del mundo con esos instrumentos únicos tiene que ser "explosiva" para la observación astronómica.

-¿Qué imágenes registrará durante sus primeros trabajos?
-Ahora, en la Primera Luz y durante los primeros meses de esta puesta a punto, los objetos astronómicos serán utilizados como fuentes de referencia para los ajustes del telescopio. Serán estrellas simples, utilizadas como fuentes puntuales, para poder ajustar los movimientos del telescopio, para poder calcular sus deformaciones y hacer un mapa o modelo del mismo. Para poder estudiar el comportamiento de los espejos y hacer los ajustes pertinentes que aseguren la estabilidad necesaria. Serán, por tanto, imágenes sin ningún objetivo e interés científico. Podrían tacharse de aburridas: simples puntos brillantes en una pantalla, pero de una tremenda utilidad para hacer del telescopio la herramienta casi perfecta que pretendemos que sea. Más adelante, cuando comiencen las pruebas de los instrumentos científicos, las imágenes que se capten ya serán imágenes con claro interés astronómico, con las que poder verificar las capacidades de hacer las observaciones que se pretenden con esos instrumentos.

Osiris y Canaricam
-¿Para cuando podrá tener una rutina científica al cien por cien? ¿Qué líneas de trabajo serán prioritarias?
-La fase de operación científica del GTC, o de realización de una rutina de observaciones científicas, se iniciará a mediados del próximo año, una vez hayamos concluido esta puesta a punto de la que antes hablamos. Las líneas de trabajo vienen marcadas por las capacidades de los dos instrumentos que tendrá entonces el telescopio: OSIRIS y CANARICAM. Con seguridad serán estudios extragalácticos a altos desplazamientos al rojo, y la búsqueda de planetas y sistemas protoplanetarios alrededor de otras estrellas. Ambos, campos de trabajo de gran actualidad, de moda en la investigación astronómica actual e imprescindibles para el entendimiento de la evolución de las galaxias y la formación de planetas.

-¿Puede hablarse de un proyecto completamente español?
-Sin pretender desmerecer a nuestros socios de México y de Florida, por supuesto que puede hablarse de un proyecto español. El GTC ha sido concebido, diseñado, liderado, gestionado, instalado en España y por España. La industria española, en abierta competencia internacional, ha ejecutado el 70% del proyecto en términos económicos. Y el 90% del tiempo de uso del telescopio es para la comunidad astronómica española. Y esto es así porque, si hubiésemos esperado a tener socios extranjeros para empezar el proyecto, nunca lo hubiésemos abordado dada la nula credibilidad exterior en las capacidades nacionales para abordar un proyecto como este y el tibio apoyo interno. Ante este panorama hay que agradecer a nuestros colegas de México y de Florida la confianza tenida de la que ahora ven sus frutos.

-¿Cómo ha afectado al proyecto la entrada de España en el Observatorio Europeo Austral (ESO)?
-No le ha afectado al proyecto en ningún sentido. Al contrario, creo que la entrada de España en ESO se ha visto favorecida por el proyecto del GTC. Con el GTC nuestro país es más atractivo para la organización ESO. El GTC demuestra el grado de madurez de nuestra comunidad astronómica y nos dota de unas capacidades y experiencias únicas en el continente. También, es una herramienta envidiada que marca un diferencial con nuestros colegas europeos. Ahora, con el GTC, y ante el futuro desarrollo del E-ELT, España se hacía imprescindible en el consorcio europeo ESO.

Asignaturas pendientes
-¿Cómo influye la constante evolución tecnológica en el mantenimiento y puesta al día de un Telescopio de estas características?
-La evolución tecnológica obliga a actualizar ciertas partes del telescopio a lo largo de su vida útil. Pero es la continua renovación de la instrumentación científica la forma de mantener el telescopio científicamente competitivo. Si esta instrumentación no se renovase el telescopio dejaría en pocos años de ser científicamente útil.

-¿Es el desarrollo de instrumentación la asignatura pendiente de la astronomía española?
-Cada vez menos. Ya hacemos instrumentación espacial desde hace bastantes años. Ahora hemos hecho el GTC y muchos de sus instrumentos. Y estamos en consorcios de instrumentos para las grandes instalaciones del futuro como ALMA o E-ELT. Nos falta organización, consciencia de que hacer instrumentos es también una forma de hacer ciencia y tecnología. Nos falta solera en este terreno. Pero todo esto se resuelve con tiempo y con voluntad de allanar los obstáculos del camino. Creo que las administraciones son conscientes de todo esto - el GTC ha ayudado a ello- y que se están dando pasos decididos a que, en breve, dejemos de hablar de "la asignatura pendiente".

El CGT, en datos

El Gran Telescopio de Canarias está situado a una altitud de 2.400 metros sobre el nivel del mar y ocupa una superficie de 5.000 metros cuadrados. Su espejo primario mide el equivalente a un espejo circular de 10,4 m. de diámetro y pesa cerca de 17 toneladas. Cada uno de sus 36 segmentos vitrocerámicos de forma hexagonal mide 1,90 m. entre vértices, tiene 8 cm. de grosor y pesa 470 kg. La montura del telescopio es una superestructura que soporta 300 toneladas de peso. Por su parte, la cúpula tiene forma de casquete esférico, un diámetro de 34 m. y una altura máxima de casi 26, equivalente a un edificio de ocho pisos. El sistema de control está compuesto por una red de 35 computadores, 15 estaciones de trabajo y servidores unidos por varios kilómetros de fibra óptica.