Image: Walt Disney, la filmografía de los sueños

Image: Walt Disney, la filmografía de los sueños

Cine

Walt Disney, la filmografía de los sueños

5 diciembre, 2001 01:00

Fotograma de Blancanieves y los siete enanitos (1937)

Blancanieves y los siete enanitos (1937), de David Hand

Primer largometraje animado de la historia del cine. El sello artístico de Albert Hurter está presente en cada secuencia del filme y la poderosa y reconocible banda sonora, todavía hoy, resulta tremendamente popular. Ojo a la escena en la que Blancanieves ordena la casa con la ayuda de animalitos. Imitada años después en La cenicienta, recoge, en sólo tres minutos, la esencia del mejor cine Disney: perfecta combinación entre música e imagen al servicio del gag y de la moraleja educativa. Durante el estreno, se comprobó cómo por primera vez el espectador lloraba con unos dibujos animados. El toque humano del filme no ha sido superado ni siquiera por las últimas producciones de la Casa Disney.


Pinocho (1940), de David Hand

El tratado moral sobre la conducta infantil que escribiera Carlo Collodi cumplía todas las condiciones para una película Disney, si bien los guionistas tuvieron dificultades tratando de reducir el material original. La versión animada se basó principalmente en el potencial de los personajes secundarios, que llevan la acción de la historia cuando el personaje central, un Pinocho muy manipulable, es incapaz de hacerlo. Leigh Harline, encargada de la banda sonora, ganó el Oscar, así como el tema When You Wish Upon a Star. El conflicto bélico europeo y la posible intervención de EEUU en él influyeron para que el público norteamericano no tuviera interés por un cuento de hadas moralizante.


Fantasía (1940), de varios artistas

Crisol de dibujos, imágenes y cortas narraciones que la música de varios compositores -Stokowski, Chaikowski, Dukas, Stravinski, Beethoven, Ponchielli, Moussorgski, Schubert- inspiró a la imaginación de un grupo de artistas. El filme surgió como un vehículo para relanzar a Mickey Mouse. Al tratarse de una película prácticamente anarrativa, Fantasía ofreció mucha libertad a sus creadores, que pudieron experimentar con formas, colores, música, etc. y así lograr efectos de animación completamente revolucionarios en su época. Por cierto, en el baño de las centaurettes se encuentra el único desnudo frontal de una película Disney.


Bambi (1942), de David Hand

Basada en la obra de Felix Salten, la primera película de Disney en plena campaña bélica exigía un tratamiento mucho más serio que los anteriores filmes. Por primera vez, no había ningún personaje humano, todos eran animales, y la cinta se vendió como una "grandiosa historia de amor". Más bien era un documental sobre la vida en los bosques -con una descripción visual muy realista-, dotada de altas dosis de tragedia y muy contadas escenas de humor. Al haber poco diálogo entre los personajes, la música de Frank Churchill y Edward Plumb adquiere un gran protagonismo.


La Cenicienta (1950), de Clyde Geronimi, Hamilton Luske y Wilfred Jackson

Con las mismas cualidades que Blancanieves, el personaje de La Cenicienta era un valor seguro para el éxito. Se probó un nuevo sistema de realización, que consistía en filmar las secuencias con actores reales para luego dibujar la animación por encima. Como suele ocurrir en las producciones Disney, son los personajes secundarios -en este caso dos ratoncitos- los que llevan el hilo conductor de la historia y, a la postre, los más recordados por el público.


Alicia en el País de las Maravillas (1951)

Alicia en el País de las Maravillas (1951), de Clyde Geronimi, Hamilton Luske y Wilfred Jackson

Hicieron falta trece guionistas, cinco millones de dólares y cinco años de trabajo para realizar esta compleja adaptación del texto de Lewis Carroll. Hoy se comprende que existió un error de base: la historia tiene un alto interés intelectual, pero ningún nivel emotivo. Aunque Disney tratara por todos los medios de captar la atención de los niños, el estudio matemático, la digresión onírica y la demoledora crítica política que representa la obra original era un mundo demasiado distante del que esperan encontrar los niños (y los adultos) en una película Disney.


Peter Pan (1953), de Clyde Geronimi, Hamilton Luske y Wilfred Jackson

"Sólo tienes que torcer por la segunda estrella a la derecha y después todo recto hasta mañana". Esta es la forma de llegar al País de Nunca Jamás, aunque los Estudios Disney necesitaron casi veinte años para conseguirlo. Se mantiene aún hoy la leyenda de que para el diseño de Campanilla, el mito más sexy y coqueto de Disney antes de que llegara Jesicca Rabbit, se tuvo como modelo a Marylin Monroe. Destaca una banda sonora magistral -con música de Sammy Fain y letras de Sammy Chan-, perfectamente acoplada a las imágenes y a los diálogos, pues incluso los personajes, especialmente los niños, hablan con ritmo musical. La representación gráfica de Londres, ciudad que sobrevuelan los personajes, resulta sublime por su realismo.


20.000 leguas de viaje submarino (1954), de Richard Fleischer

Cuestionando el papel de los avances tecnológicos en nuestras vidas y mostrando las consecuencias de las utopías, Walt Disney produjo esta grandiosa adaptación del clásico de Julio Verne en una producción con actores reales. Para ello, enfrentó a los legendarios Kirk Douglas (como Ned Land) y James Mason (como el Capitán Nemo). El filme es una perfecta y mágica combinación de aventura, música, humor y valores morales envuelto en un diseño de producción espectacular por su barroquismo y atrevida puesta en escena. La escenas submarinas -especialmente la del pulpo- forman parte de la mejor imaginería cinematográfica.


La dama y el vagabundo (1955)

La dama y el vagabundo (1955), de Clyde Geronimi, Hamilton Luske y Wilfred Jackson

Primer filme de Walt Disney en cinemascope porque permitía experimentar con un mayor número de personajes en el mismo plano. Se trata de la primera cinta del estudio que no es una comedia y fue acusada de excesivamente idealista y clasista. Sin embargo, quizá debido a su perfección gráfica, es uno de los títulos más solicitados para su reposición.


101 dálmatas (1961), de Clyde Geronimi, Hamilton Luske y Wilfred Jackson

Primer largometraje Disney con un tema contemporáneo, basado en la obra de Dodie Smith. Aunque hubo 300 personas involucradas, el verdadero padre fue Bill Peet, que dibujó todo el storyboard. Los títulos de crédito al estilo Saul Bass ya anuncian un cambio en el estilo gráfico del Estudio, más estilizado y elegante. La historia aglutina los ingredientes básicos para el éxito: humor, fantasía, aventura y sentimentalismo.


Mary Poppins (1961), de Robert Stevenson

El clásico musical de Disney, con un Technicolor glorioso, que obtuvo cinco galardones de la Academia. La historia de una niñera mágica que cambia los estrictas costumbres de los niños a su cuidado -siempre para hacer lo correcto, claro- es realmente una excusa para desplegar una prodigiosa imaginación coreográfica en los números musicales, muchos de ellos inigualables hoy en día. El filme combina imágenes reales con animación.


El libro de la selva (1967)

El libro de la selva (1967), de Wolfgang Reitherman

Última película de animación en la que Walt Disney intervino personalmente y uno de los mayores éxitos del Estudio. Al ritmo de jazz y bajo la influencia pictórica de Paul Gaugin -especialmente en los fondos de la jungla-, la novela de Rudyard Kippling adquiere un relieve muy especial, al ser la película más adulta del Estudio. El mensaje del filme ha recibido diversas críticas, entre ellas la acusación de ser racista al tratar de inculcar la idea de que cada uno tiene que vivir con los suyos, con su especie o con su raza.

Walt Disney: Chicago, 1901 - Hollywood, 1966

1901. Walt Elías Disney nace en Chicago, Illinois, el 5 de diciembre. Biografías no oficiales sitúan su nacimiento un año antes en Mojácar, Almería, hijo de José Guirao e Isabel Zamora.

1918. Se enrola como voluntario en la Cruz Roja y es enviado a Francia durante la Gran Guerra.

1923. Se traslada a Hollywood con su hermano Roy con una cámara de animación de tercera mano. Consigue un contrato como dibujante para el distribuidor M. J. Winkler para realizar los cortos Alice Cartoons.

1924. El éxito de los cortos le lleva a fundar Walt Disney Productions.

1925. Se casa con una empleada suya, Lillian Bounds, y abandona su carrera de dibujante para centrarse en la de productor.

1928. En un tren camino de Los Angeles, nació de su mano -aunque algunos lo atribuyen a la pluma de Ubbe Iwerks- Mickey Mouse, inspirado en un ratón que encontró en su estudio de Kansas City. Había nacido la llave mágica que abriría la puerta del éxito.

1929. Comienza a plasmar todas sus experiencias en una serie de cortos titulado Sinfonías tontas, fábulas de animales y plantas narradas con humor y construidas alrededor de una pieza musical.

1930. Columbia empieza a distribuir sus filmes y el Estudio crea a Pluto. Obtiene su primer Oscar por un filme de Mickey y alcanza popularidad mundial con Los tres cerditos.

1934. Nace en los Estudios, de la mano de Dick Lundy, el simpático Pato Donald.

1937. Se estrena Blancanieves y los siete enanitos, que inaugura una nueva era en el cine de animación. Walt Disney cambia de distribuidora y se pasa a la RKO.

1940. Se estrenan Pinocho y Fantasía, cuyos estrepitosos fracasos dejan a la compañía endeudada. A ello se suma una huelga de empleados durante nueve semanas, convocada por diferencias de salarios.

1941. El éxito de Dumbo, una ganga de producción comparada con las anteriores, vuelve a ponerle en primera línea y salva a la compañía de la quema. The Recluctant Dragon inaugura los filmes basados en la combinación de imagen real y animación.

1942. Estreno de Bambi, el más trágico, poético y sentimental de los filmes Disney.

1950. La cenicienta da paso a una nueva era. Disney se interesa por el cine convencional y produce el clásico La isla del tesoro.

1951. Alicia en el País de las Maravillas seduce a la crítica pero no al público.

1953. El estreno de Peter Pan devuelve a los Estudios la estabilidad económica.

1954. Estrena el título más destacado de su filmografía de cine no animado, 20.000 leguas de viaje submarino.

1955. Se inaugura el parque temático Walt Disney, en Anaheim, al sur de Los ángeles. Estrena La dama y el vagabundo, su primer filme en cinemascope.

1959. La cenicienta marca el final de la segunda era de los Estudios Disney.

1961. Los Estudios se atreven por primera vez con una historia contemporánea en 101 dálmatas.

1964. Grandioso éxito de Mary Poppins, dirigida por Robert Stevenson pero controlado férreamente por Walt Disney.

1966. El cáncer acaba con la vida de Walt Disney el 15 de diciembre. Estaba trabajando en El libro de la selva, que no pudo ver.