Pedro Masó
El cine de ahora es una batalla campal
19 junio, 2003 02:00Pedro Masó. Foto: M.R.
Productor, guionista y director, Pedro Masó define en sí mismo un pedazo de nuestra historia cinematográfica. Su nombre está detrás de iconos del cine español como La gran familia o Atraco a las tres. Ahora que cumple sesenta años de dedicación al cine, ha escrito y producido una nueva comedia: Atraco a las tres... y media, que se estrena el 20 de junio.
-¿Cómo ha evolucionado la comedia española en estos 40 años?
-Lo que ha cambiado es el lenguaje, mucho más realista, y sobre todo la imagen, que es más atrevida. Al menos se puede hablar como se habla en la calle, y no como antes, que teníamos una censura muy estricta. Había que hacer filigranas para concebir lo inconcebible. Por ejemplo, en el guión de Experiencia matrimonial cambié "Alejandra comienza a desnudarse" por "Alejandra comienza a vestirse", para que colara. Pero el desnudo se rodó de todos modos. Era así de ridículo el asunto. Nuestro gran problema es que jugábamos con el equívoco permanente. Sin embargo, ahora escribo con absoluta libertad, pero no por ello escribo más rápido que antes. Lo de ahora es otro tipo de censura, porque hay mucha competencia.
La ilusión perdida
-¿Qué es lo que más echa en falta de aquellos años?
-La pureza, la solidaridad, la ilusión. Ahora el cine es una batalla campal. Vas con tu "libro" debajo del brazo creyendo que el proyecto que llevas es la bomba, pero alcanzar una financiación es dificilísimo. No se puede hacer una película digna por menos de 2 millones y medio de euros. Para mí en el cine hay que trabajar de sol a sol, no hay descanso. Pero ahora vas a un rodaje y se corta una escena para tomar el bocadillo o para cenar. Lo de las ocho horas es algo que me pone negro. Se rompe el encanto de la filmación. El cine ahora es horario, antes era ilusión, pasión, vida.
-¿Cómo cree que se ven ahora películas como La ciudad no es para mí, Sor Citrüen o La gran familia?
-La verdad es que procuro no ver mis películas, sino recordarlas, pero cuando pasan alguna en televisión a veces sí echo un vistazo. Vi el otro día Las chicas de la Cruz Roja y me pareció muy enternecedora. Son filmes que marcan una época y funcionan como iconos de nuestra historia reciente, pero no creo que se sigan viendo sólo por eso. A los jóvenes también les gustan, porque están elaboradas con cabeza y con cuidado. Cuando Chencho se pierde, sigue emocionando. Creo que el valor de aquel cine irrecuperable, es que se podía hacer una película con elementos muy limitados.
-¿Cree que el cine español está en deuda con usted?
-No lo sé... a mí el cine me ha arruinado tres veces. Aunque también me ha enriquecido otras tres. Ahora estoy al borde de una cuarta ruina, en la cuerda floja... porque todo el puto dinero que he ganado en el cine, lo he vuelto a invertir en el cine. A veces me pregunto por qué no he comprado viñedos, fincas.. no tengo nada que malvender ni he invertido en otros negocios, y para hacer una película tengo que seguir haciendo filigranas. Pero es que el cine ha sido mi vida y lo seguirá siendo.
-Si fuera posible, ¿produciría algo como Matrix?
-Mi opinión de Matrix es que Monica Belluci está buenísima. Por mucho dinero que tuviera, no haría algo así. A mí me interesan las historias que cuentan lo que puede pasar entre un hombre y una mujer que no se conocen y se han quedado atascados en un ascensor. No es cuestión de hacer cine a cualquier precio. Toda mi vida está metida en este mundo, y no todas las historias valen, aunque den dinero. Matrix y todas esas leches no me interesan.
-¿Y la crítica? ¿Le sigue interesando lo que pueda decir?
-Por supuesto. Siempre la he respetado. Lo que más me ha jodido es que me llamaran el "hábil" Pedro Masó. Nunca han hablado de mi talento, sólo de mi habilidad.
-¿Cómo titularía sus memorias?
-No las pienso escribir. Tendría que destapar muchas cosas que a mucha gente no le iba a sentar bien. Yo estoy en activo permanente, y no quiero molestar a nadie. Mis memorias son mías, y esa es mi riqueza.